El Sr. Perfecto

BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

Estaba tan decepcionada de él, no podía creerlo, es que si acepto hacer eso con mi mejor amiga, quién sabe con cuantas otras mujeres ha estado y yo de idiota creyendo en él.

En pocos minutos cayó dormido y empezó a roncar. Me escabullí con cuidado de no ir a despertarlo. Al entrar a la habitación de Pam la encuentro acostado con los pies hacia arriba apoyados en la pared.

- ¿Qué haces? --me causó gracia--

- ¿Acaso no lo recuerdas? ¿Te guardé tu parte?

- Estás loca

Me acosté boca arriba en la cama, ella montó su sexo en mi cara separando los labios externos dejando caer el semen en mi boca, mientras que yo saboreaba su sexo, ella me bajaba con prisa los jeans y metía su boca tibia en mi sexo y su lengua buscaba el camino a mi interior.

Casi al instante mi orgasmo llegó, con ella es imposible aguantar de más. No pudimos contener la risa y ella no dejo de besarme mi sexo con ternura y cuidado.

- Cris, no te quería hacer daño, solo quería quitarte esa venda de los ojos

- No te preocupes Pam, a veces nos hacemos los ciegos cuando no queremos ver algo

- Y lo siento si es muy pronto para decirlo, pero gané la apuesta y necesito que empaques para que te vayas conmigo

- No hace falta que lo digas, después de esto no es que tenga muchas ganas de quedarme en esta casa llena de mentiras, prefiero las verdades de frente

Pam entendió perfectamente. Se dio la vuelta quedando con sus ojos alineados con los míos, sonriendo encantada porque sabía que estaba hablando de ella. Me dio un fuerte abrazo, seguido de un tierno, delicado y amoroso beso.

- ¡Gracias!

Fueron las únicas palabras que alcancé a decirle antes de que se abriera la puerta de repente y Jorge nos descubriera.

- ¡¿Qué es esto Cristina?!

- ¡Que asco! ¿Ustedes dos...?

Me paré de la cama, subiéndome los pantalones, mientras que Pam se vestía y metía a toda prisa el resto de ropa que tenía aún en el closet en su maleta.

- A ver Jorge... me acabas de montar los cachos con mi --señalándome el pecho-- mejor amiga ¿y te crees con el derecho de reclamarme por algo? ¡No jodas! ¡Conchudo!

- ¿Acaso vos no estabas dormida?

- ¿Acaso no se supone que vos una persona que se las da de perfecto y que nunca haría algo como eso? ¿Acaso no se supone que eras mi esposo fiel hasta la muerte?

- Ósea que me montaste una trampa

- ¡No idiota! --me pegué en la frente-- todavía no lo entiendes, ese HP ego no te deja ver más allá de la nariz

- Cris, perdóname, fue algo de borrachera, pero te prometo que no vuelve a pasar

- Ni siquiera tienes las güevas para aceptarlo Jorge ¿ni eso? ¡Qué decepción!

- Cristina, espera...

- No Jorge, acá se acaba todo, porque yo si no aguanto más tratando de ocultar lo que de verdad soy, ¡me encantan las mujeres! ¡Si HP por fin lo dije! ¡ME ENCANTAN!

Jorge se quedó mirándome pasmado mientras tomaba a Pamela de la cintura y le daba un apasionado y exagerado beso, apretando con fuerza de las nalgas.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste?

- Exactamente por la cara de asco que tienes, porque no lo entenderías, porque te encanta vivir en una mentira y tapar todos los problemas con cosas superficiales en lugar de solucionarlos

Tomé de la mano a Pam para salir de ahí y me detuvo agarrándome con fuerza del brazo.

- ¿A dónde crees que vas? ¿Qué le voy a decir a la gente?

- ¿A la gente? ¿Te preocupan más los del club y el que dirán por qué te separaste? --me golpee una vez más en la frente-- ¡Ay Dios!, lléname de paciencia

- No, no, quiero decir es que... no te vayas... podemos hablarlo

Pamela no se aguantó la risa, eso había sonado demasiado falso y desesperado. No podía ser más claro que le preocupaba más guardar las apariencias que cualquier cosa.

Caminé hasta la habitación con él detrás siguiendo mis pasos de cerca. Saqué mis documentos del closet, junto con la Visa y el pasaporte, me los metí en el bolsillo de atrás del Jean.

- Fácil, les puedes decir que me fui de viaje a Europa y me morí en un accidente, igual, ni vos ni ellos me van a volver a ver

- No Cris, hablemos

- No hay nada que hablar Jorge, esta soy yo, esta es la verdadera Cristina. Te pedí mil veces que solo estuviéramos los tres porque te lo quería contar de otra forma y si te animabas hasta estar los tres juntos... pero no, decidiste como siempre no escucharme, decidir que solo tus planes son los que valen la pena y esconderte en esa realidad de ficción en la que vives

- Cristina... de verdad...

- ¿Verdad? Con vos no hay ninguna verdad, vivís en un mundo de mentira. Espero que te vaya bien en la vida y tengas el final de Disney que tanto anhelas

Pam esta vez fue la que me tomó de la mano y me dio la fuerza para salir de una vez de ese lugar. Tomamos el primer Taxi que vimos en la calle y me derrumbé en su hombro llorando como una magdalena.

- Acá estoy y estaré para ti, no te preocupes por nada mi vida que el mundo no se acabó, al contrario, empieza

Nos bajamos del Taxi y en toda la entrada, ella me secó las lágrimas, me dio un fuerte abrazo y un beso. Hacía demasiado tiempo que no me sentía tan libre sin que me importara que iban a pensar los demás.

Compramos otro tiquete para mí y no les niego que tenía la ilusión de que al menos Jorge apareciera para despedirse, pero ni eso. Terminó por reafirmar mis convicciones, no le importaba más que para ser la perfecta esposa pantalla.

Ahora vivo en España con la persona que toda la vida me ha querido y entendido tal como soy, con Pam, con la que puedo ser libre, con la que puedo ser yo completamente. Con la que si me da la gana puedo decirle que quiero salir a buscar un hombre para pasar la noche con él y no hay lío, con la que si se nos antoja salimos a buscar aventura de vez en cuando y llevar a alguien a nuestra cama... o como la vez que fuimos de vacaciones a Italia y terminamos en una habitación con una pareja de hombres... pero esa, es otra historia.

---

Relato: Cristina

Edición: Ágata

12
Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

LEER MÁS DE ESTA SERIE

Entre-cruzados Siguiente Parte
Entre Fantasía & Realidad Información de la Serie

SIMILARES Historias

Cuckqueaned by Friends Ch. 01 I move in with my friends and discover a hidden kink or two.
Adventures of a College Cuckcake Ch. 01 A student finds discovers life with a cuckquean couple.
Princess Kris Ch. 01: How it Began A couple looks to spice up their marriage.
A Dragon's Tale Ch. 01 An accident + magic = a man's mind in a dragon's body.
My Man and the Maid A cuckquean wife watches her husband get it on with the help.
Más Historias