Esclavo Sexual - Capitulo 01

Soy estudiante. Asisto clases al colegio en el centro y todavía vivo con mis padres. Ellos no tienen mucho dinero, pero gané una beca que paga la matricula. Trabajo cuando puedo hallar el trabajo, pero es difícil porque de las horas de mis clases.

Un día en el periódico estudiante vi una noticia buscando por un hombre para ayudar con limpiando el jardín y patio de una pareja que vive en las afueras de la ciudad. Llamé el numero que estaba en la noticia, y hablé con una mujer que contestó a mi llamada. Me dijo que ella y su esposa necesitan ayuda, pero el trabajo sería fácil y puedo hacerlo los sábados si quisiera. Inmediatamente estuve de acuerdo y acordamos que yo empezaría el sábado próximo.

Ese sábado llegue a su casa a las once, la hora que dijeron. La mujer respondió cuando toqué a la puerta y me saludó. Ella tuvo treinta y cinco años, mas or menos, y era una morena con pelo corto. Tuvo un cuerpo bueno, delgado, como estudia de yoga. Su nombre era Luisa. Entramos a la casa y me presentó a su marido, Juan. Él era un poca mas mayor, pero también pareció ser muy en forma. La pareja estaba muy guapo.

Me mostraron que quisieron hecho afuera de la casa, rastrillar el jardín, barrer el patio, regar las plantas, y limpiar la piscina. El trabajo estaría terminado en no mas de cuatro horas. Cuando ella vio que estaba terminado, vino afuera con una bandeja de bebidos.

"Tomé la libertad hacer refrescos. Espero que te gusta Long Island Ice Tea. No hay mucha vodka en ellos. ¿Tienes el tiempo para quedarte un rato?"

"Si, mucho gracias" respondí.

Nos sentamos y hablamos un rato y pronto Juan se unió a nosotros. Él sugirió que continuamos hablando en la bañera de hidromasaje. Protesté que no tuve un traje de baño conmigo, y Luisa ríe.

"No llevamos ropa en la bañera. Espero que esté bien. Puedes usar la ducha al aire libre para lavarse el sudor. Hay toallas en el gabinete acerca de la ducha."

Me duché y me envolví en la toalla y caminé a la bañera. Luisa y Juan estuvieron en el agua. Intenté de no mirar a Luisa, pero ella era tan hermosa y sus tetas eran el tamaño perfecto a mi, no demasiado larga ni pequeña. Entré la bañera y me senté en el banco a través d la pareja. Les dije de mi estudios y vida mientras tomamos los bebidos. Pronto porque de el calor de la bañera y el día sentí el afecto de la alcohol. No estaba seguro, pero pensé que pude sentir el pie de Luisa encima de mi pierna. Cuando su pie fue mas alto, sin duda sabía estaba real. Mi polla creció dura. Ellos miraron a mi mientras miré abajo al agua. Luisa movió a mi lado y tocó mi muslo. Mi polla tembló cuando su mano pasó junto. Hola

"¿Te gusta a mi esposa?" preguntó Juan a mí. "No preocupes, tenemos una unión abierta. Si tú quieres podemos ir al cuarto y podemos jugar un rato."

Estaba muy nervioso. Agarré la toalla y los seguí, y intenté de mantener mi polla adentro de la toalla. Llegamos a la cama y Luisa se sentó erguido contra la cabecera y se extendió sus piernas. Su coño estaba afeitado y mojado por la bañera.

"Lámelo" dijo. Miré nerviosamente a Juan.

Juan dijo, "Haz que ella quiere. Ella se enojará si no lo haces".

Me acosté en la cama con mi cabeza entre sus piernas. Empecé lamiendo pero ella no pensó que sabía como hacerlo correctamente. Ella forzó mi cabeza sobre ella y gritó,

"¡Lámelo más fuerte! Pon tu lengua adentro de mi!"

Mientras intenté a satisfacer Luisa me preguntaba que Juan estaba haciendo. Pronto descubrí. Se sentó en la cama y comenzó a enviar una mensaje a mi espalda. Sus manos viajaron arriba de mi espalda y abajo. Llegaron a mi culo y extendieron a mis nalgas. ¡Entonces sentí su lengua a mi ano, seguido por la inserción de un dedo adentro de mí! Gemí y quise decirle para parar pero Luisa estaba forzando mi boca contra su coño y no pude hablar. Juan abrió mis piernas y tuve miedo que iba a follarme, pero a ese momento Luisa dijo a Juan.

"Para. Voy a follarle primero. Cambia posiciones conmigo, puede chuparte mientras tomo la virginidad de su culo con mi consolador con correa."

"¡No!" protesté. "No soy gay, no quiero hacerlo".

Ella tiró de mi pelo y me abofeteó. "Eres nuestro puta ahora, lo mejor es que haces que queremos si quieres el dinero." Entonces besó mis labios, y dijo "No preocupes. Te gustará, te prometo."

En verdad, quise ambos el dinero y el follando. Miré mientras se puso el consolador y le aplicó lubricante. Me dieron una vuelta en mi espalda con mis piernas sobre los hombros de ella. Ella colocó el dildo a mi entrada y con un empujón entró mi culo.

¡Ay! ¡Qué dolor y placer! No tuve tiempo parar pensar en el follando cuando Juan, sentando al frente de la cama me presentó con sus huevos y polla y me ordenó para comenzar chupando. Estuve intentando para no vomitar mientras su polla folló a mi boca, y su esposa folló a mi culo. Gruñí cada tiempo ella empujó adentro de mi mientras la polla de Juan fue adentro y afuera de mi boca y garganta. Añadieron a la placer con apretando mis pezones con fuerza. Juan llenó mi boca con su miembro, y la sensación del consolador en mi año era muy raro y sensual. Todo el tiempo durante este abuso mi verga mantuvo duro, y la pareja vieron eso.

"Parece que la puta le gusta el abuso" dijo Luisa. "Quizás merece un regalo, ¿debo permitirle a follar mi coño?" preguntó a Juan.

"Claro que si, pero solamente si tengo una vuelta a su culo también".

Luisa quitó el consolador y abrió sus piernas. Tomó mi pene y le guió a su coño. ¡Le entré y sentí tal placer! Mientras tanto la polla de Juan llenó mi culo vacío y comenzamos follando en ritmo. Luisa me miró a mis ojos y me dijo,

"Eres nuestro ahora. Todos los sábados debes venir aquí y se nuestra puta."

Con eso, llegue al orgasmo y mi leche corrió en su coño. Juan corrió también y llenó mi canal con su semen. Colapsamos en un montón de sudor, leche y jugo de coño.

Luisa habló primero. "Parece que tenemos nuestro esclavo sexual. Pero él debe aprender que la dueña debe llegar al orgasmo antes el esclavo."

Desde la gabinete tomó un largo dildo con dos cabezas. Una ella puso en mí y la otra adentro de ella. Montó el consolador rápidamente y fue adentro de mi muy lejos tocando mi próstata y haciendo mi fluido seminal para fluir. Mientras me montó, me masturbó hasta el punto de correr.

"No corras antes de mi, puta" me dijo. La amenaza era bastante para mi y se detuve el orgasmo. Frotó a su clítoris frenéticamente y con un estremecimiento grande tuvo un orgasmo.

"Ahora puedes correr" me dijo. Mientras continuó follándome con el dildo, masturbé hasta corriendo. El volumen de la leche estuvo mas que antes, no pensé que era posible.

Juan me tiró la toalla, y me dijo para lavarme otra vez en la ducha. "Tu dinero está encima la mesa junto a la mesa. Desempeñaste bien por primera vez. El sábado próximo vamos a enseñarte más."

Tomé el dinero y salí su casa. No supe como sentir, estaba humillado y excitando al mismo tiempo. Pensé que todo el mundo que me vieron sabieron que era una puta con semen en mi ano.

Pero supe que volvería el próximo sábado, sin duda.