Esclavo Sexual - Capitulo 03

Historia Información
Continuo con mi servidumbre sexual.
1k palabras
5
1.3k
00

Parte 3 de la serie de 5 partes

Actualizado 06/10/2023
Creado 01/23/2021
Compartir este Historia

Tamaño de fuente

Tamaño de Fuente Predeterminado

Espaciado de fuentes

Espaciado de Fuente Predeterminado

Cara de fuente

Cara de Fuente Predeterminada

Tema de Lectura

Tema Predeterminado (Blanco)
Necesitas Iniciar sesión o Registrarse para que su personalización se guarde en su perfil de Literotica.
BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

Toda la semana estaba preocupada por lo que querrían Luisa y Juan de mí el sábado. El viernes recibí un mensaje de texto de Luisa. Dijo que yo debería llegar a su casa a las diez por la noche y que yo debería esperar pasar la noche allí. También dijo que yo debería estar limpio por dentro y por fuera.

¡Estaba tan nervioso! Cuando llegué a su casa, Juan me recibió en la puerta. No vi a Luisa. Él me dijo que me desnudara ahí mismo y dejara mi ropa en la mesa. Luego para seguirlo al sótano.

Nosotros bajamos las escaleras. El sótano estaba oscuro con solo una luz tenue. Cuando mis ojos se ajustaron a la luz que vi que había cuatro hombres allí además a Juan. Uno de ellos fue Rodrigo, el hombre que me folló el sábado anterior. Todos estaban en varios estados de desnudez.

Juan me dijo que me arrodillara. Cumplí y los hombre me rodearon. Rodrigo estaba a mi cara y me dijo que abriera mi boca. Otros dos tomaron mis manos y las colocaron alrededor sus pollas. "Acarícialo", me dijeron.

Rodrigo tuvo su pene a mi boca. Me dijo que escupir en él y lo chupara. Yo estaba como las putas he visto en las películas pornograficas, mantenimiento un grupo de hombres hasta estaban satisfechos. La polla gruesa de Rodrigo bombeado dentro y fuera de mí y mis manos mantuvieron el tiempo con sus mociones. Él agarró mi cabello y empujó contra de mí y me atraganté su miembro. Después de unos minutos oí alguien decir que cambiara.

Ellos dieron la vuelta así por un rato. Juan no participó, solo miró. Mi boca estaba llegando estar cansado y cuando mis dientes tocaron una polla de ellos, me abofetearon y me dijeron que abrir mi boca más. Juan fue al banco y se acostó de espaldas.

"Traedme el niño", dijo. Rodrigo me recogió y me llevó a Juan. Alguien aplicó lubricante sobre mi culo y me senté en el banco sobre Juan. Su verga estaba empujando contra de mi culo. Un mano lo colocó en el objetivo y con un gruñido él me entró. Fui forzado contra el pecho de Juan y me abrazó fuerte. Mis brazos fueron traídos detrás de mí y mis muñecas estaban atadas.

Había siempre un hombre a mi cara con un pene en mí boca follando mi garganta. Tuve miedo de qué pasaría a mí siguiente y estaba correcto estar preocupado. Mientras Juan estaba ocupado llenando mi culo, me sentí una otra polla lista para entrarme. Como la última vez, Rodrigo y Juan fueron a doble penetrarme. Con la ayuda de más lubricante, la polla de Rodrigo se unió con la de Juan dentro de mi canal. Yo estaba totalmente lleno con hombres bombeando sus pollas en mis aperturas. Cuando Rodrigo gruñó y liberó su leche dentro de mí, Juan continuó estar duro y no paró follandome. El hombre a mi boca luego vino a mi culo y sustituyó Rodrigo. Un otro hombre tomó la posición a mi boca. Continuó hasta todo los hombres me dieron sus leche, incluyendo Juan. Me sentí el jugo goteando fuera de mí. Juan se deslizó por debajo de mí y me acosté en el banco exhausto.

Luego vi a Luisa. No sé cuánto tiempo estaba allí, y no estaba sola. Una sorprendentemente hermosa mujer estaba con ella. Fue alta, con piel oscura, cabello largo, y labios rojos. Llevaba una falda corta, que mostró las piernas largas que tuvo. Sus zapatos de tacón la hizo parecer aún más alta.

"Ella es Rosa", Luisa dijo. "Va a terminarte ahora."

No entendí a qué ella se refería. Luisa se sentó en el banco con mi cabeza en su regazo. Cuando Rosa quitó su falda y ropa interior, mis ojos se abrieron de sorpresa. Rosa tuvo una polla más grande que cualquiera de los hombre. Era más de 30 cm, y gruesa. Esta travesti hermosa me iba a dar el follando de mi vida.

Ella trajo su polla a mis labios. "Bésala" me dijo. Luego, con mucho mas lubricante, le entró a mi culo hasta no había espacio entre nosotros.

Nunca no me sentí tan lleno, incluso cuando tuve la doble penetracíon antes. Gemí con placer y dolor. Si había duda que estaba disfrutando la tratamiento estaba recibiendo, mi polla dijo la historia real. Estaba dura como una roca y goteando jugos. Rosa me folló con ritmo, y Luisa me masturbó. Cuando pareció que fui a correr, ella apretó mis huevos hasta el sentimiento pasó. Mientras los hombres miraron con asombro, Rosa continuó su trabajo en mi culo, tuvo la stamina de un toro.

Luisa puso mi mano en mi miembro. Dijo a Rosa y mi, "Corred juntos. A la cuenta de diez". Ella empezó contando y cuando llegó a diez, corrimos al mismo tiempo. La leche de Rosa mezcló con la otra leche los hombre me dieron, y mío derramó en mi estómago. El sudor de mí y los otros y la leche secaron en mi cuerpo dejando una pasta blanca pegajosa.

Intenté a pararme, pero estaba débil, y casi me caí. En la esquina del sótano, había una jaula para un perro grande. Dentro de la jaula había una cuenco de agua y una botella para orinar. Una manta sucio estaba allí también. Luisa me guió a la jaula, me puso adentro, y cerró la puerta con llave. Todos salieron el sótano, Luisa apagó la luz, y yo estaba solo en la oscuridad.

Pasé la noche como un perro. Sucio, pegajoso, y frio. Puse oír los otros continuar la fiesta arriba. Estaba muy tarde la mañana próxima cuando Luisa regresó para liberarme.

Ella tenía mi ropa y una pequeña aparato que pareció una jaula. Abrió la puerta a mi prisión y gateé afuera. Agarró mi pene y huevos, los puso adentro de el aparto y lo cerró con una pequeña cerradura.

Me dijo, "Ahora no puedes usar tu polla para nada más que orinar. No corriendo, no erecciones, no masturbando. Cuando tú regresaría el sábado próximo voy a desbloquear el aparato de castidad. Tus huevos van a estar llenos de leche entonces.

Me vestí y salí. El aparato sentí raro abajo mi ropa. Esperé que nadie puede ver el bulto abajo mis pantalones. Cuando llegué en casa fui a mi cuarto inmediatamente sin hablando con mis padres. Pienso que supieron algo estaba mal, pero no pude hablar con ellos.

Solo tuve que esperar hasta el próximo sábado para recibir alivio.

Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

historia ETIQUETAS

LEER MÁS DE ESTA SERIE

SIMILARES Historias

Letting It All Hang Out Ch. 01 The start of a new friendship.
Cross Country Trip, Day 01 My recent trip across the country.
Sarah's Poker Surprise Surprise bi first time.
I Bought a Singlet Online shopping for a singlet gets a guy pinned to the mat.
Bath House My bathhouse fantasy.
Más Historias