Hiedra Venenosa - La Colegiala

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Una colegiala usa su cuerpo para excitar a un viejo.
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Hiedra Venenosa - La Colegiala

Por Hiedra

Me llamo Nicole y tengo 18 años. Mi cuerpo está completamente desarrollado, mis medidas son 93-61-95 y me gusta mucho ver cómo le quito la

respiración a los hombres con mi ropa ajustada y polleras cortas.

Mi amiga Rocío tenía un abuelo que estaba postrado y con problemas cardíacos, el viejo

era un baboso y cada vez que yo iba a su casa se quedaba mirándonos las piernas y si pasábamos cerca de su cama intentaba mirar debajo de nuestras polleras del colegio. Esto molestaba mucho a Rocío pero a mi me divertía.

Incluso una vez nos quedamos hablando al lado de la cama del viejo, yo me asegure de quedar de espaldas al viejo y, disimuladamente levante un poco mi falda para mostrarle mi culo cubierto apenas por una bombacha blanca. Estuve

así durante unos diez minutos y deje al viejo jadeando y sudando.

Un día le dije a mi amiga que podía darle al viejo una lección por ser tan lascivo. Que podía hacerlo rogar. Ella acepto de inmediato y me pregunto:

- Que piensas hacer?

- Usar la mejor arma: mi cuerpo. Déjame a solas con el por un par de horas.

Me vestí para la ocasión, utilice mi pollerita del colegio pero la hice mas corta de tal forma que apenas cubría mi culo que solo estaba cubierto por una tanga blanca de algodón, también me puse unas medias bucaneras negras que llegaban un poco más arriba que las rodillas y una blusa blanca muy ajustada sin corpiño.

Ni bien ingresé a la habitación del viejo sentí su respiración cortarse repentinamente, el viejo estaba con las manos atadas a la cabecera de la cama porque tenía puesta una sonda en su pene y siempre quería quitársela. Yo sabía que una erección podía ser extremadamente dolorosa.

Sin decir nada me senté en una silla al lado de su cama y fingí leer un libro con mis piernas cruzadas. Mi pollera era tan corta que el viejo podía ver el principio de mi culo y hasta un poco de mi tanga blanca. Permanecí así unos minutos y sentí como el viejo no podía quitarme los ojos de encima mientras respiraba pesadamente.

Entonces me puse de pie y, agachándome, abrí el cajón de la mesita de luz fingiendo buscar algo, en esa posición el viejo podía ver mi culo desde muy cerca.

Soltó aire como si le hubiese apretado el estomago, continué unos segundos así, el viejo se esforzaba para no mirarme, entonces le

dije:

- No parece estar muy cómodo señor, le voy a acomodar la almohada.

Me agache sobre él poniendo mis pechos sobre su cara, mi blusa dejaba ver mis pezones claramente. Me apreté contra su cara y el viejo jadeó pesadamente, el muy baboso intento chupar mis pechos incluso a través de la blusa, lo deje

hacerlo... sabía que era cuestión de tiempo hasta que:

- Aaaaaahhhh! - gimió el viejo dolorosamente.

Obviamente su miembro había empezado a ponerse tieso y la sonda le causaba un fuerte dolor. Supe que ahí comenzaba la verdadera diversión. Desabroché mi blusa hasta dejar mis senos

completamente expuestos y los apreté contra su cara, el viejo con desesperación empezó a chupar mis tetas mientras yo le gemía suavemente en el

oído.

- AAaahhhh! - volvió a gritar de dolor el viejo mientras se alejaba bruscamente de mi, su pene se había puesto tan duro que el dolor le resultaba

insoportable.

Puse mi mejor voz de niña inocente y le pregunte: - Que le pasa?

- Quítame la sonda por favor! duele mucho! quítamela y podremos seguir!

Entonces me incorpore para luego sentarme encima del viejo a caballo dándole la espalda así puse mi culo a centímetros de su rostro, en esa posición mi pollerita no podía cubrir casi nada, desabroche el pantalón de sus pijamas para tener su miembro a mi disposición y empecé a masajear sus testículos y masturbar la parte inferior de su pene. Con mis manos en su herramienta y mi

culo en su cara el viejo perdió el control y jadeo de excitación, quiso soltarse de sus ataduras para abalanzarse sobre mí pero no lo logró.

AAAAAAHHHHH!!!! - dio un alarido de dolor mucho más fuerte que los anteriores, yo empecé a temer que alguien pudiera escuchar los gritos del viejo, entonces apoye mi culo sobre su cara para impedir que el viejo siguiera gritando, esto

ahogo sus gritos pero también lo excito hasta la locura. Su pene se movía convulsivamente y el viejo empezó a mover si cadera involuntariamente, sentía la respiración del viejo sobre mi culo, entonces lo apreté con más fuerza para impedirle respirar mientras continué estimulando su pene y sus testículos con mis manos. El viejo empezó a sacudirse intentando librar su cabeza de mi culo,

pero cruce mis tobillos por detrás de su cabeza haciendo una llave perfecta para que no pudiera librarse. Lo sentí gimiendo desesperadamente.

Entonces empezó a convulsionarse y con un grito ahogado, empezó a eyacular.

Cada chorro de semen que expulsaba le causaba un dolor insoportable. Continué silenciándolo con mi culo sin darle tregua a su pene. Una vez expulsado el ultimo chorro de esperma, solté al viejo y salí de encima de el. Mientras acomodaba mi falda y volvía a abrochar mi blusa, mire al viejo, orgullosa de lo que le había causado: en su rostro había una mueca de dolor y desesperación, jadeaba fuertemente intentando recuperar el aliento, su pene empezó a aflojarse, el viejo me miró pero no podía articular palabra. Pensé que el viejo había ya tenido su castigo y yo mi buena diversión. Sin embargo, la sensación de poder que me causaba abusar del él me gustaba, me gustaba mucho.

Tome su pene en mis manos nuevamente y le quité la sonda, pude ver con asombro algunos rastros de sangre en ella. El dolor que el viejo debía estar sintiendo en su miembro debía ser insoportable.

Me arrodille entre sus piernas y acaricie mus muslos con mis manos.Inocentemente le pregunte:

- le duele su pitito?

-Si... si

- Pobrecito! - dije

y tome su miembro en mis manos y empecé a acariciarlo suavemente, se había aflojado completamente, comencé a acariciar sus testículos. Mantuve rítmicamente mi mano trabajando sobre su miembro, el viejo jadeaba de dolor y movía sus caderas intentando alejarse de mí.

- Su... suéltame... que estás haciendo?... por qué...?

Comencé a lamer la punta de su pene con mi lengua como si fuese un helado, el miembro del viejo empezó a crecer nuevamente, yo sabía que luego del orgasmo la sensibilidad que siente el hombre es mucho mayor. Mire al viejo y con mi

mejor cara de niña inocente le dije:

- Porque quiere que me detenga?. Por lo que veo le está gustando.

Entonces envolví su miembro con mi mano y comencé a moverla lentamente hacia arriba y abajo. El viejo gimió desesperadamente.

- No me siento bien, tengo problemas cardiacos, el doctor me prohibió hasta la masturbación. No puedo hacer esto.

- Si no puede entonces por qué se excita? - dije con el mismo tono de niña y aceleré el ritmo de mi mano

- Aaahhhh!... por dios... no puedo evitarlo... tu eres demasiado... soy un hombre!

- Es que yo lo veo siempre tan excitado, intentando espirar debajo de nuestras

polleritas, mirándonos con esos ojos depravados, excitándose incluso con su nieta...

Sin detener el movimiento de mi mano, volví a lamer la punta de su pene, el viejo gimió y se arqueó convulsivamente.

- ...así que pensé que quizá podía aliviar su deseo, que usted seria menos depravado si yo lo hiciera eyacular, que podría seguir su vida más tranquilo.

- Ya me hiciste eyacular, por favor basta.

- mmmhh... usted continua muy excitado, creo que una sola eyaculación no es suficiente para que cambie de actitud, harán falta cinco o seis...

El viejo abrió los ojos espantado.

- Estas loca!!!, te he dicho que tengo problemas cardiacos, será mejor que te detengas o... aaaahhhhh!!!

Empecé a succionar el miembro del viejo, lentamente pero con fuerza, el no pudo seguir hablando, solo jadeaba ruidosamente, mis labios lo tenían prisionero, mientras mi lengua jugueteaba con el glande. El viejo comenzó

convulsionarse y a mover sus caderas involuntariamente. Desacelere el ritmo

para que el orgasmo fuese más lento y tortuoso. El viejo gimió dolorosamente y todos los músculos de su cuerpo se tensionaron. Sus testículos se contrajeron y unos segundos después, expulso el primer chorro de semen, lo tragué rápidamente y mantuve mi ritmo estable, el viejo respiraba rápido y entrecortado, chorreando sudor, volvió a arquearse y, dando un grito aún mas fuerte, expulso otro chorro de esperma, y luego otro más. Entonces acelere el ritmo de mi mano y mi boca. Dando gimoteos de autocompasión el viejo siguiò

expulsando chorros cada vez mas pequeños de semen. Continué exprimiéndolo hasta que quedo completamente seco. Había tragado todo su esperma para que no quedaran rastros que después pudiese descubrir alguien.

solté el miembro de viejo y lo mire sensualmente, su estado era deplorable, parecía un cadáver, estaba empapado de sudor y sin aliento, se notaba que le costaba respirar, su corazón estaría empezando a fallarle.

- Por f... por favor... mis píldoras cardiacas!... las n... necesito!

- mmmmhh.... si yo le doy sus píldoras, promete usted dejar de comportarse como un viejo degenerado?

- Si! lo prometo!!!, por favor! no puedo respirar!!!

Entonces me acerque al cajón de la mesa de luz y le puse la pastilla en su boca, luego le hice beber un poco de agua. El viejo trago la pastilla y respiró aliviado.

Pero ese alivio era solo un efecto psicológico, porque en realidad yo no le había dado una de sus pastillas cardiacas, sino unas que yo había llevado especialmente: Viagra.

Me senté en la silla al lado de la cama del viejo, y seguí fingiendo leer, sabía que diez minutos de espera serian suficientes. Vi como lentamente su estado iba empeorando. Estaba agitado y sudoroso y su respiración no se

normalizaba.

- No me siento bien, dijo, creo que deberías llamar a mi medico, la pastilla no está haciendo efecto.

- Usted solo necesita relajarse, un poco de música lo va a ayudar.

Fui hacia el estéreo y lo encendí, busque una radio con música tranquila, mire al viejo.

- Le gusta?

No respondió. Lentamente empecé a contonearme al ritmo de la música, iba a ofrecerle al viejo mi espectáculo de striptease que tantas veces había

practicado en mi habitación. Primero fui desabrochando lentamente los botones de mi blusa, el viejo no podía quitarme los ojos de encima. Me la quité y mis tetas quedaron completamente expuestas. Me acerqué y me acosté encima del

viejo poniéndolas sobre su rostro, el viejo jadeo y no pudo evitar la tentación de chupar torpemente mis pezones. Mi entrepierna quedo sobre su miembro y noté que estaba empezando a ponerse duro. Volví a ponerme de pie y

continué mi baile sensual. Empecé a mover mis caderas y, dándole la espalda al viejo levantaba un poquito mi faldita en la forma más provocativa. El viejo volvió a jadear, lo miré sonriente.

- Parece que usted siente debilidad por mi culo.

Entonces, lentamente, me quite la bombacha. El viejo gimió y su pene se puso completamente duro. Continué bailando y mi pollerita apenas cubría mi culo.

El viejo empezó a desesperarse.

- Por favor, basta... mi corazón no aguanta... necesito a mi medico...

Entonces me senté encima del viejo, pero de costado, como si me hubiese sentado en la cama y el simplemente estuviese ahí. Su pene quedo aprisionado contra mi culo y mi vagina y contra su propio estomago, aparte en esa posición el viejo podía apreciar todas mis curvas perfectas. Seguí moviendo mis caderas al ritmo de la música y esto le hizo ver las estrellas.

- Sa... santo dios!!! por favor detente!, prometo que no las espiare mas, no me comportare mas como un degenerado!!!... por favor, no puedo más me duele el pecho, vas a matarme... basta!!!

Sabía que un orgasmo más probablemente mataría al viejo, sin embargo la situación me excitaba mucho. Me encantaba tener ese poder sobre el anciano.

Entonces levante un poco mi culo, tome el pene del viejo con mi mano y lo hice apuntar hacia arriba. Y volví a sentarme sobre el. Entro apretadamente en mi vagina ya que en esa posición mis piernas estaban cerradas. El viejo dio un

alarido de placer y pánico.

- No se preocupe, tomo anticonceptivos así que no podrá dejarme embarazada.

Volví a mover mis caderas lentamente al ritmo de la música, el viejo empezó a convulsionarse y gemir pesadamente. Nuevamente no acelere el ritmo para hacer el proceso más tortuoso.

Con un hilo de voz el viejo dijo: - Basta... por f.... ahhh!!!

Empecé a hacer círculos con mis caderas y mire al viejo con toda la malicia en mis ojos.

- Va a eyacular adentro de mi?, si aguanta su orgasmo quince segundos más prometo que llamo a su médico.

Continué mi movimiento, el viejo estaba haciendo esfuerzos sobrehumanos para no eyacular.

- 14, 13 , 12, 11, 10

El viejo no podía mas, vi que cerró sus ojos intentando demorar su orgasmo desesperadamente.

- 9, 8, 7, 6

Entones apreté los músculos de mi vagina y comencé a hacer mis movimientos circulares al triple de velocidad.

El viejo soltó un alarido.

- AAAAHHHHHH, no por favor!!!!, no por favor!!!, no por f...!!!

Comenzó a eyacular violentamente, volví a los movimientos lentos.

- Que lastima!, estuvo tan cerca!!!

Mire al viejo y me reí de él, su rostro tenía una mueca desencajada de dolor.

Si pene se convulsionaba adentro mío lanzando chorros de semen, el viejo ya no podía gritar porque se había quedado sin oxigeno. Todo su cuerpo se tensionó en un gesto de dolor, el ataque cardíaco ya estaba ocurriendo. Continué

despiadadamente los movimientos de mis caderas, exprimiendo al viejo hasta que quedó completamente inmóvil, respiró convulsivamente durante unos segundos y luego su corazón se detuvo.

Me vestí y acomode al viejo para dejarlo tal cual lo había encontrado.

Todos asumieron que su muerte había sido por causas naturales, y a mi amiga Rocío no le molesto que yo la haya librado de ese viejo decrepito.

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Anonymous
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1 Comentarios
AnonymousAnónimohace más de 8 años
Me encanta...

Me encantan todos tus relatos... me ponen a mil... deliciosas historias...

Saludos y caricias...

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