Las botas de Laura 02

Historia Información
Laura se pone mas cruel.
3k palabras
4.2
2.5k
1
0

Parte 2 de la serie de 3 partes

Actualizado 06/09/2023
Creado 05/08/2019
Compartir este Historia

Tamaño de fuente

Tamaño de Fuente Predeterminado

Espaciado de fuentes

Espaciado de Fuente Predeterminado

Cara de fuente

Cara de Fuente Predeterminada

Tema de Lectura

Tema Predeterminado (Blanco)
Necesitas Iniciar sesión o Registrarse para que su personalización se guarde en su perfil de Literotica.
BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

Realmente no se bien como fue que Laura llegó a convencerme. Yo estaba muy enamorado de ella y por eso nunca me negaba a nada de lo que me pedía. Ella además sabia de mi atracción, fascinación por la dominación femenina y se aprovecho de ello. Sea por lo que fuere la cuestión que lo que íbamos a hacer iba a traspasar muchas lineas morales, legales y una vez cruzadas seria muy difícil volver atrás.

La noche era muy fría como suelen serlo en pleno invierno en nuestra ciudad, por lo cual a las 2 de la mañana los suburbios estaban desiertos.

Dimos un par de vueltas en el auto por la zona para asegurarnos que no había nadie, luego estacionamos a la entrada de un callejón.

Ambos íbamos vestido de negro, con buzos con capuchas que nos tapaban casi toda la cara.

Bajamos del auto y caminamos hasta el final del callejón. Íbamos calzados con zapatillas de deporte así que nuestras pisadas no hacían ruido.

Laura marchaba adelante alumbrando el camino con una linterna pequeña que cubría con un pañuelo para que no diera demasiada luz.

El callejón estaba oscuro y olía muy desagradable, olor a basura podrida, orina.

Al final del callejón había un refugio hecho con cartones, Laura dió mas luz y pudimos ver en el una persona dormida envuelta en un montón de mantas viejas y trapos.

- Ahí está, hacelo rápido, antes que despierte -- me ordena mientras dirige la luz hacia mi.

Saco de mi bolsillo un bollo de algodón y lo embebo en éter que llevo en una pequeña botella.

Yo la verdad es que estoy cagado de miedo, temeroso que alguien nos descubra.

Laura vuelve la luz hacia el durmiente y yo me acerco, aparto un poco los trapos que la cubren la cara.

El acre olor a éter no alcanza a tapar el olor a alcohol que emana de el.

La persona dormida es una mujer, la luz en la cara la hace parpadear y murmurar una protesta, antes de que se pueda despertar del todo le pongo el algodón en la cara. Hay una breve resistencia, luego se queda quieta.

La tomo de los brazos y me la echo al hombro. No pesa mucho a pesar de que es una mujer adulta. Sigo a Laura y volvemos lo mas rápido posible al auto. Ella abre el baúl, yo acomodo el cuerpo lo mejor que puedo para que me permita cerrarlo nuevamente y nos vamos.

Salimos andando despacio, para no llamar la atención si es que llega a aparecer alguien. Por precaución hemos disimulado con cinta adhesiva los números de las patentes del auto. Por si alguien con buena memoria nos ve.

- Me he congelado -- dice Laura -- tendría que haberme puesto ropa más abrigada, ponerme guantes -.

- Tenes un olor espantoso, apestas -- agrega, mientras se sopla y frota las manos para hacerlas entrar en calor.

Yo no le respondo, atento a la conducción, pero es verdad lo que ella dice, mi ropa ha quedado impregnada en malos olores.

Despacio salimos de la ciudad y enfilamos hacia las afueras. Apenas nos alejamos un poco de la parte urbana paro, bajo del auto y quito el camuflaje de las patentes. Si de casualidad nos para la policía seria muy sospechoso que las vieran así.

Tomamos la ruta que está muy tranquila a esta hora, solo nos cruzamos con un par de autos que van en sentido contrario. Después de andar varios kilómetros llegamos al desvió que nos llevará a nuestro destino.

Seguimos a velocidad moderada, media hora después llegamos a una casa. La casa pertenece a un tío de Laura, tiene electricidad, pero ahora esta totalmente a oscuras. Laura se baja y va a encender las luces. Yo abro el baúl, saco la mujer y en brazos la llevo hacia la adentro. Laura me precede abriendo las puertas, la llevo a una habitación que he acondicionado según sus directivas.

La habitación tiene en un rincón un colchón con varias frazadas. Fijada a la pared hay metro y medio de cadena que en el extremo tiene una argolla bastante grande. En la pared opuesta hay una estufa eléctrica. La ventana esta sellada con maderas. Una lampara muy potente colgada del techo ilumina la habitación como si fuera de día.

Dejo la mujer en la cama, Laura me pasa unas esposas, se las pongo en sus manos haciéndolas pasar por la argolla de manera tal que queda esposada y encadenada a la pared.

Encendemos la estufa, salimos y ponemos llave.

No hemos hablado desde que secuestramos a la mujer. Me voy a bañar para sacarme el mal olor.

La casa está ubicada en medio de una finca que años antes tenia viñedos y una pequeña bodega que producía una pequeña cantidad de vino. Por la crisis económica que afecta desde hace tiempo a nuestro país hace un par de años todo quedo abandonada. Se liquido todo lo que había de valor para pagar a trabajadores, acreedores y todos se marcharon a buscar mejor suerte.

Tiempo atrás en una charla con su tío, Laura le propuso la idea que cada tanto, algún fin de semana ella podía darse una vuelta por la finca para que no quedara totalmente abandonada y cuidar que intrusos no se apropiaran del lugar. A su tío le pareció buena idea, le dio las llaves de la casa principal, donde vivió el encargado, también las de la bodega y galpones.

El primer fin de semana que vinimos la pasamos trabajando. Limpiamos y acondicionamos la casa, la dejamos bastante bien, nuevamente habitable.

A ella se le ocurrió esta idea por que quería un lugar solitario y alejado para poder practicar su puntería.

Hacia tiempo había comprado una pistola y después de mucha practica en el polígono quería practicar con algo que se moviera, algo vivo según dijo.

Así fue que después de acondicionar la casa volvimos varios fines de semana donde ella se la pasó disparando a pájaros, liebres e incluso a algún perro que tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino. Tenia excelente puntería con la pistola y el rifle, casi ninguno escapó a sus disparos.

El lugar era realmente muy tranquilo y solitario. Las veces que vinimos nunca vimos a nadie. La segunda vez que vinimos trajimos una cadena bien gruesa , un candado y pusimos llave en el portón de acceso al sitio. Así que de esta manera solo nosotros podíamos entrar en un vehículo.

Cuando Laura me planteó su idea del secuestro ya tenia un sitio seguro donde llevar a su victima, o quizás la idea la tuvo antes y pedirle la casa a su tío fue echo realmente con este fin.

Fue hace algo mas de un mes que ella me dijo lo que quería hacer, yo que tendría que haberme horrorizado, haberme negado en redondo solo la escuché y luego le pregunté algunos detalles de su plan.

Ella tenia todo pensado y se encargo de conseguir lo necesario para llevarlo a cabo. No sé como lo hizo, pero consiguió el éter, las esposas, algunas drogas y varias cosas más que harían falta. Cosas que no se encuentran en el supermercado, pero ella de algún lado las consiguió.

Terminé de bañarme y me fui a la cama, Laura ya estaba acostada. Cuando me acosté ella empezó a besarme, estaba excitada, muy mojada. Tuvimos sexo, luego nos dormimos abrazados. Nos levantamos a media mañana, desayunamos y fuimos a ver nuestra prisionera. Yo me puse un pasamontañas, Laura una mascara tipo gatubela.

La mujer estaba sentada en la cama, envuelta en las frazadas. Por la estufa y la lampara la habitación tenía una temperatura agradable a pesar de que afuera hacia frío.

- Quienes son ustedes, por que me han traído aquí? -

- Vamos a tener que bañarla -- me dice Laura -- tiene un olor insoportable. Sujétala -

Me acerco a la mujer que trata de eludirme, la abrazo por atrás, reteniendola, pero ella me muerde el brazo, aunque lo hace por arriba de la ropa su mordida duele.

- Rápido -- le pido a Laura. Ella que ya iba preparada le clava una jeringa y le inyecta una droga para dormirle. La suelto, cae al colchón entre gritos y sollozos.

Salimos, volvemos a los 15 minutos, ya está dormida, inconsciente por efecto del narcótico. La llevamos al baño. Le damos una ducha, la secamos y la llevamos de nuevo a la habitación donde desnuda la volvemos a encadenar.

- Cuando despierte empezaremos a jugar -- dice Laura.

Después de almorzar nos vamos a la cama, tenemos sexo, luego dormimos un rato, cuando despertamos volvemos a tener sexo. Laura anda muy excitada, ansiosa. Lleva muchos días planeando, esperando lo que por fin hará mas tarde.

Nos levantamos, tomamos unos mates y vamos a ver nuestra prisionera, aun está aturdida por los efectos de la droga pero despierta. Le llevamos un sanguche y agua. Laura comenta que la quiere con fuerzas para lo que vendrá.

Cerca de medianoche vuelvo a la habitación, siguiendo las ordenes de Laura quito las mantas, saco el colchón dejando la habitación vacía. La mujer queda desnuda tirada en el piso. Luego traigo una filmadora, la monto en un trípode orientándola para que filme el sector donde está la mujer encadenada. Yo tendré otra cámara en mano para filmar desde otros ángulos.

Busco una silla y me siento a esperar. La mujer ahora sentada en el piso me mira sin hablar. Es una mujer relativamente joven, quizás no pase los 40 años, tiene la piel muy blanca, aunque muy ajada en la cara. Le faltan algunos dientes, a pesar de eso es linda. Si su vida fuera mejor, con algunos cuidados seria una mujer muy bella. Su cuerpo aunque está bastante flaco es bien proporcionando, sus senos son de buen tamaño, igual que su culo.

Llevamos varios minutos esperando, callados.

El silencio finalmente se interrumpe por una puerta que se cierra y pasos. Son pasos lentos pero firmes, pasos dados con tacos altos, cada paso resuena muy fuerte en la silenciosa noche, acercándose.

Finalmente aparece Laura. Lleva puesta su mascara de gatubela, un vestido negro tan corto que deja ver el porta ligas. Se ha calzado unas botas de cuero negro brillante. Las botas son de caña alta, hasta la rodilla, tienen un taco fino muy alto de al menos 10 centímetros, el taco es de metal,las punteras muy finas, muy afiladas, también tienen un aplique de metal.

En sus manos enfundadas en guantes de piel negra llevan un rebenque, de esos que usan los gauchos. Tiene una lonja de suela doble, gruesa, de 60 centímetros de largo y 8 centímetros de ancho. He visto a los paisanos azotar un caballo con uno de ellos y al instante ver salir enormes verdugones en la gruesa piel del animal, el daño que pueden causar es tremendo. Entra en la habitación, se detiene, con un gesto me indica que encienda las cámaras.

Luego sigue su lento taconeo hasta la mujer que desde que ella entró no le quita la vista de encima.

Camina hasta quedar muy cerca de ella, se queda pierna abiertas, una mano en la cintura, con el rebenque se da suaves golpecitos en la caña de la bota.

- Preguntaste por que te hemos traído -- le dice -- pues te diré. Es por que yo soy una tremenda sádica hija de puta que me gusta lastimar. Así que te he traído para causarte mucho dolor, por que a mi eso me excita, me da placer. Así que te voy pegar, lastimar, hasta hacerte gritar, me vas a pedir piedad, vas a lamer mis botas. Te arrastraras a mis pies, yo seré tu ama, tú serás mi perra.

- Perra loca, sós una perra loca, soltame -- mientras habla la mujer se abalanza sobre Laura, pero ella a calculado el largo de la cadena y no puede alcanzarla.

Laura la mira gritar, insultarla, intentar alcanzarla. Luego con un movimiento muy rápido de su brazo le da un rebencazo. El golpe suena como un estampido, la lonja ha dado en medio de la espalda.

La mujer grita de sorpresa y dolor, Laura la vuelve a azotar, midiendo la fuerza del golpe, pero igual el daño que hace el rebenque es terrible.

Después de varios golpes la mujer comienza a tratar de evitarlos yendo hacia atrás, Laura sigue azotandola. Hasta que finalmente la pared detiene su retroceso, entonces se acurruca, se hace un ovillo y se cubre la cabeza con las manos.

Cesan los azotes, la mujer deja de gritar, pero sigue llorando, los sollozos sacuden su cuerpo. Laura la contempla, agitada, excitada. Se ha levantado un poco el vestido y su mano enguantada acaricia su sexo, se queda unos minutos así, contemplando la mujer y tocándose. La mujer se va calmando, Laura se le acerca un poco más, creo que seguirá con los rebencazos, pero no. Ahora son sus pies calzados con sus terribles botas los que siguen el castigo. Puedo oír el sonido a hueco que hace la afilada puntera cuándo golpea en las costillas. La mujer lanza un fuerte y agudo grito de dolor.

- Te dije que ibas a gritar, te lo dije -- le dice, con la voz agitada, por que mientras habla la sigue pateando, arrancándole más gritos de dolor.

Deja de patearla, pero es para continuar pisándola, le ha puesto una bota en la espalda y pisa con fuerza. Veo como el fino taco metálico se hunde en la piel, en la espalda de su victima. Ahora son verdaderos aullidos de dolor los que se escuchan. Laura sigue pisando, clavando el taco. Mueve la bota de lado a lado, el taco perfora la piel.

Sigue con su sádico juego un poco más, luego gira y viene hacia mi.

Me quita la cámara que tengo en la mano, me va empujando, llevándome hasta llegar a la silla,me baja los pantalones, el calzoncillo, me hace sentar. Me arranca el pasamontañas, trato de evitarlo, la mujer me puede ver la cara le digo, no hace caso de mis protestas. A los tirones me saca el buzo, la camisa. Quedo desnudo. Desde que la vi entrar, rebenque en mano que ya estoy con una gran erección. Sonríe, con el rebenque acaricia mi pija, mi pecho. Es terriblemente hermosa, es terriblemente cruel. Su mano enguantada me agarra la pija, me la soba, mientras me besa. Yo estoy a punto de eyacular, hay gotas pre seminales en la punta de mi pija, ella se da cuenta se detiene.

- No -- me dice -- aun no mi amor -- se incorpora, levanta su pie, la suela de su bota aprisiona mi pija contra mi estomago. Pisa sin cuidado, con fuerza. Puedo oler el cuero de su bota, ella sigue pisando sin piedad. Ya no puedo seguir aguantando y eyaculo. El semen se escurre entre la piel de mi estomago y la suela de la bota. Ella ríe.

- Que poco aguante -- me dice, mientras limpia la suela de la bota en mi cuerpo.

- Ahora vas a tener que darme placer de otra manera -- se levanta un poco el vestido, no se ha puesto bombacha. Su sexo esta muy mojado, sus jugos chorrean por la pierna.

De pie pone una bota sobre mi pierna y acerca su sexo a mi cara. Agarra el rebenque de cada extremo, lo pasa por detrás de mi cabeza y con un fuerte tirón me atrae, me hunde la cara en su concha.

- Chupa -- ordena -- vamos chupa - .

Con mi cara hundida en su sexo empiezo a lamer, chupar. Me cuesta respirar, tira con tanta fuerza del rebenque que no puedo despegarme ni un milímetro de su concha.

El fino taco de su bota también se esta empezando a hacer sentir en mi pierna.

Gime, grita de placer, su cuerpo se estremece. Finalmente acaba llenando mi boca con sus líquidos que estoy obligado a tragarme. Se relaja, con gran alivio para mi quita su bota de mi pierna.

Se sienta en mi falda y me da un largo beso.

La acaricio, huelo su perfume, una mezcla de Carolina Herrera y cuero, un aroma maravilloso. Hermosa y cruel mujer. Estamos un rato así, mi pija vuelve a pararse, ella apenas lo nota con un rápido movimiento de su cintura se empala y me cabalga hasta tener otro orgasmo.

- Sós una mujer muy mala -- le digo.

Sonríe, ronronea como una gata.

- No tienes ni puta idea de lo mala que puedo ser -- me responde.

Se pone de pie, yo recobro mi ropa, me visto.

Nos acercamos a la mujer que solloza muy bajito. Su cuerpo tirita, se estremece. Cuando nos acercamos olemos y luego vemos su orina. Sigue acurrucada igual como quedo después de las patadas de Laura.

Donde el taco perforó su espalda tiene una marca redonda, roja y le ha corrido un hilo de sangre. Otras marcas rojas y alargadas muestran donde le dió el rebenque. También se ve claramente donde pegaron las afiladas punteras.

- Déjale unas mantas, se puede poner frió mas tarde y no quiero que se enferme -- dice sarcástica -- Yo me voy a dormir - .

Despertamos a media mañana, afuera hace frío pero la cama esta abrigada, muy acogedora. Nos quedamos un buen rato, acariciándonos, tocándonos.

- Sabes, cuando me dijiste lo que querías hacer no pensé que realmente llegarías tan lejos - .

- Por qué no? Ya me conoces bastante, llevamos bastante tiempo juntos, has visto que puedo ser cruel, y que me gusta serlo, que disfruto causando dolor. Y se que a vos te gusta, te calienta como soy. Si no fuera así jamas se me habría ocurrido proponerte que hiciéramos esto.

- Y ahora, como sigue esto? ¿hasta cuando tendrás prisionera a esa mujer? -

- Tranquilo, todo a su tiempo -- me dice. Y con unas cuantas caricias y besos hace que de por terminado mis cuestionamientos.

Desayunamos, ella aun está en pijamas. Terminado el desayuno se va al dormitorio a vestirse.

Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

LEER MÁS DE ESTA SERIE

Las botas de Laura Parte Anterior
Las botas de Laura Información de la Serie

SIMILARES Historias

De esposa fiel a esclava de la BBC Os voy a contar una historia anterior de cuando estaba casad.
The Assistant Pt. 01 One man down on his luck, takes an offer he can't refuse.
Repo'd Ch. 01-06 Securing a loan w/slavery, Kristen & Nicky get repo'd.
Sinful Tutoring This Goddess has some lessons of her own to teach me.
Controlling Him Mistress controls you, her slave.
Más Historias