Las Reglas del Sumiso

Yo, Unax, consiento con total libertad que Iago me adiestre como su sumiso. Él explorará mis perversiones, descubrirá mis límites y me proveerá de todo lo que yo necesito. Dejaré atrás mi nombre y usaré el que él me ha elegido: mascota. Él, siendo mi Amo, siempre cuidará de mí y yo, siendo su mascota, siempre respetaré sus normas.

1. Mi Superior sólo disfruta con el BDSM cuando ve que yo también lo hago. Para indicar que un juego deja de ser divertido, ambos dispondremos de palabras de seguridad fáciles de recordar. Si alguno dice «rojo», detendremos la sesión y hablaremos entre iguales. Si usamos «amarillo», la sesión continuará, pero su intensidad bajará.

2. Tanto mi Superior como yo podemos, en cualquier momento, terminar unilateralmente esta relación. Bastará con pronunciar la palabra de seguridad «rojo» y comentarlo.

3. Mis prioridades siempre serán: primero, la salud; segundo, la familia; tercero, el trabajo; y por último, los deseos de mi Superior. Le obedeceré siempre y cuando sus órdenes no entren en conflicto con mi salud, mi familia y mi trabajo.

4. No soy una persona, soy una mascota, una propiedad que mi Superior tiene para divertirse. En su presencia, yo no tendré opiniones, preferencias o gustos. Tampoco tomaré decisiones. Mi Superior sabe muy bien qué es lo mejor para mí.

5. No soy una persona, soy una mascota y por eso me dirigiré a mi Superior con respeto y educación. Siempre que estemos solos o en presencia de gente kinky, deberé dirigirme a él como Amo, Dom o Alfa, deberé hablar sólo cuando él me haga una pregunta o cuando me conceda permiso. Siempre utilizaré «por favor» y «gracias» y limitaré el contacto visual con él en nuestras conversaciones. Esta norma se aplica toda comunicación que tenga con él, bien sea escrita o verbal.

6. Siempre usaré mayúscula inicial cuando escriba Amo, Superior, Dom o Alfa, y minúsculas cuando escriba mascota o cualquier otro adjetivo que mi Superior use conmigo.

7. Obedeceré a mi Superior sin reservas ni dudas. Mi ignorancia jamás será excusa para no cumplir una orden de forma satisfactoria. Si no entiendo la orden o no sé cómo llevarla a cabo, puedo preguntárselo. La obediencia, en algunas ocasiones, tendrá recompensa en forma de premio o privilegio. La desobediencia, en cambio, siempre conllevará a un duro castigo. Deberé aceptar y agradecer tanto los premios como los castigos.

8. Fingiré ser una persona, no una mascota, entre personas vainilla.

9. Todos los jueves a las 19 horas me presentaré en el domicilio de mi Superior. Permaneceré allí al menos hasta medianoche. Mi asistencia es obligatoria y mi puntualidad es requerida.

10. Informaré a mi Superior de las horas libres que pase solo, preparado de acuerdo a las reglas 11 y 12, y pendiente de mi teléfono. Mi Superior podría querer jugar conmigo.

11. Siempre que esté en presencia de mi Superior, mi cuerpo debe de estar accesible. En entornos privados, esto se traduce en vestir una única prenda de ropa en todo momento. Podré pedir permiso para llevar más. En entornos públicos, facilitaré el acceso a mi cuerpo en todo lo posible.

12. Siempre que esté en presencia de mi Superior, mi cuerpo debe de estar preparado. Esto se traduce en llevar una buena higiene, interna y externa; lucir una vestimenta y un look adecuados; realizar deporte con regularidad; y cumplir con mis ejercicios anales diarios.

13. Las humillaciones hacia mí pertenecen a mi Superior. Jamás me insultaré o usaré malas palabras conmigo mismo. Es más, mi Superior espera que en su presencia, siempre hable bien de mí. Pero jamás debo llegar a la arrogancia. Los inferiores arrogantes suelen tener acabar con el culo rojo.

14. Mis orgasmos son un privilegio cuya concesión pertenece a mi Superior. Puedo masturbarme todas las veces que crea necesario, pero siempre que quiera eyacular tengo que pedirle permiso, esté o no él presente. El permiso sólo se concede con una respuesta afirmativa.

15. Informaré a mi Superior de la hora de inicio y fin de todas mis masturbaciones. También le enviaré un resumen de qué he hecho. Puedo usar texto, audios, fotos o vídeos.

16. Dispondré de dos tarjetas mensuales «Salga de la cárcel gratis» que podré usar para eyacular fuera de la presencia de mi Superior y sin su permiso. Deberé informarle del uso de las mismas antes de comenzar.

17. Si incumplo una orden o regla y mi Superior no se ha percatado de ello, me arrodillaré ante él con la cabeza en el suelo y le explicaré que orden he incumplido, cuándo y cómo. Suplicaré que me castigue.

18. El Superior posee una mascota para su disfrute, no para hacer matemáticas. Por tanto, yo llevaré todas las cuentas de azotes, castigos, tarjetas mensuales «Salga de la cárcel gratis» que me queden, etc. No responder o dudar al responder cuando se me pregunte por una cuenta resultará en castigo.

19. Contaré en este diario todos los encuentros que tenga con mi Superior y escribiré todo lo que no tengo permitido decir en los mismos. Seré completamente sincero sobre mis sentimientos. Mi Superior nunca podrá castigarme por nada de lo que escriba aquí, ni invalidar unilateralmente esta regla. Para ello necesitaría mi consentimiento.

20. Las reglas no funcionan siempre. Por eso, mi Superior podrá en cualquier momento y con mi consentimiento, suprimir, añadir o alterar estas normas.

A 15 de abril de 2023,

Firmado por Unax, la mascota, y Iago, su Amo.