Mi Mejor Amigo Se Coge A Mi Madre 05

Historia Información
Kris ahora decide usarme a mi como su putita personal.
6.5k palabras
4.11
968
2

Parte 5 de la serie de 5 partes

Actualizado 06/15/2023
Creado 11/06/2022
Compartir este Historia

Tamaño de fuente

Tamaño de Fuente Predeterminado

Espaciado de fuentes

Espaciado de Fuente Predeterminado

Cara de fuente

Cara de Fuente Predeterminada

Tema de Lectura

Tema Predeterminado (Blanco)
Necesitas Iniciar sesión o Registrarse para que su personalización se guarde en su perfil de Literotica.
BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

DISCLAIMER: Todos los personajes son mayores de 18 años y la historia es ficticia a pesar de estar narrada de otra manera. Esto es solo una fantasía.

/////////////////////////////////////////////////////

Hola... Si, soy yo, el chico que lleva presenciando como su amigo de preparatoria se coge a su madre como si fuera una puta noche si y noche también. Lo peor es que hemos llegado a un punto donde eso no basta, donde mi madre no basta... Donde he empezado a formar parte de la humillación y supongo de las fantasías de Kris.

Esta vez intentare concentrar la historia, porque lo que me está pasando me parece irreal. Creo que estoy en un punto de no retorno.

¿Recuerdan como acabo la última parte de mi historia? Bueno, Kris me encontró una noche limpiando mi propio semen de la escalera justo a un lado de la ventana del baño que da una vista perfecta a la habitación de mi madre.

/////////////////////////////////////////

- ¿Qué estás haciendo Alex?

Me quede callado sin saber que responder, con el papel manchado con mi semen en la mano, queriendo que la tierra me comiera y no me escupiera jamás.

- ¿Eso es semen? --Volvió a preguntar-.

Obviamente estaba viendo el líquido blanco que estaba tratando de quitar. El maldito tragaluz del techo de la escalera, pequeño como era, bastaba para iluminar las manchas que había...

- N-no, no, para nada --Dije intentando parecer convencido- Solo... Estoy limpiando la escalera porque esta sucia.

Respondí tartamudeando de una manera lamentable. Sabía que había dicho una cosa sin ningún sentido, pero no tenía una excusa mejor.

- No me había fijado en esa ventana --Comentó mientras se agachaba y se ponía en cuclillas al lado mío. Yo intente esconder el papel de mi mano, apretándolo y llenándome la mano de leche-.

Kris miró por la ventana y continuó.

- No mames cabron, se ve todo el cuarto de tu mamá, ¿Alguna vez la has espiado?

Su tono de voz no delataba que él estuviera nervioso de que yo los hubiera visto o siquiera que lo sospechara, por lo que me confíe un poco, cosa que fue un error si tomamos en cuenta que Kris realmente sabe ocultar muy bien lo que de verdad está pensando.

- Nu-nunca -Contesté intentando dejar de tartamudear como un tonto- Ni siquiera se me había ocurrido.

- Pues deberías hacerlo. Con lo rica que está podrías verla desnuda, ver sus tetas y su chocha, no mames, debe ser otro pedo. Igual un día la puedes cachar masturbándose y escucharla gemir.

- Es mi mamá Kris... -Respondí en un tono más lastimero y sin convicción de lo que hubiera deseado.

Me pregunto si fue en este momento cuando tuve una oportunidad de detenerlo... Claro, es fácil mirarlo ahora en retrospectiva y pensar que si hubiera contestado esto o aquello todo habría sido distinto, pero quisiera que entendieran mi pensamiento. No podía, en ese momento no me sentí con la fuerza. Recuerdo perfectamente que en ese instante pensé "¿Qué no se está dando cuenta de lo que está diciendo y a quién se lo está diciendo?"

Creo que fui muy tonto e inocente por pensar eso teniendo en cuenta como se dieron las cosas después.

- Eso no quita que esta rica, pero bueno, acaba lo que sea que estes haciendo.

Apenas termino su palabra se dio la vuelta y regreso a mi habitación. Pude ver de reojo su enorme bulto marcado en sus boxers y me pregunté si la tenía parada. No me pregunten porque me hice esa pregunta, pero me excito que estuviera "listo" para otro round si la situación lo requería. Kris era un verdadero hombre. Si, eso pensé mientras veía su lindo trasero volver a mi habitación. O "nuestra" en ese caso.

Al final acabé de limpiar mi desastre y regresé a acostarme... Y aquí comienza el peor/mejor día de mi vida.

A la mañana siguiente, Kris me despertó.

- Alex... Alex... Despierta.

Estaba bastante cansado por apenas haber dormido la noche anterior, no tenía ni idea de que hora era. Abrí los ojos muy lentamente, sin desearlo porque quería seguir durmiendo hasta que lo hice y lo primero que vi fue... A Kris, o mejor dicho, la verga de Kris, perfecta, blanca, rasurada y media dormida a unos cuantos centímetros de mi cara.

Eso me despertó de inmediato. Abrí los ojos en chinga y tiré la cabeza hacia atrás para alejarme de él.

- Wey, ¡¿Qué chingados te pasa?!

Dije sorprendido, aunque no disgustado. Si tuviera que decir como se ve un Dios Griego desnudo desde abajo diría que es exactamente como yo estaba viendo a mi rubio amigo de pelo largo y ojos claros en ese momento.

A estas alturas, no sé qué decirles, Kris me tiene loco, completamente ido por él y por su personalidad, al punto que casi casi le he ayudado a follarse a mi madre. Y si en ese momento quería despertarme con su verga en la cara pues tampoco me iba a quejar demasiado.

- Tengo un problema --Me dijo viéndome con esa clásica mirada de quien sabe que puede hacer lo que sea-.

- ¿Y por eso estas desnudo? Quítate --Puse mi mano en su pierna para empujarlo porque aunque no quería, todavía me importaba la "imagen" que yo podía dar y no quería parecer gay. Irónico ¿no? Aunque él no se movió apenas.

- Por eso estoy desnudo. Quiero que me ayudes.

- ¿Con qué? --Le pregunté aun con mi mano en su pierna. Podía sentir los músculos de su pierna y tuve que reprimir el instinto de apretar y acariciarlo. Quién diría...

- Dame una mamada.

Me lo dijo así, tal cual, con un pinche tono socarrón y totalmente seguro de que le diría que sí. Mas que "pedírmelo" parecía que simplemente estaba "ordenando" y esperando a que yo cumpliera su orden. Nuevamente me hice el desentendido porque a mi edad, aunque quieras demasiado algo es más importante la imagen que transmites a los demás. Estoy seguro de que a ustedes también les pasa. O eso quiero pensar. ¿Tengo razón?

- ¿Qué verga estas diciendo? ¿Estas pendejo o qué? Vete a la chingada.

No sé por qué lo insulte. Nuevamente intente empujarlo por la pierna, pero esta vez me agarro la mano, dio un paso al frente para acercarse aún más a mí. Su verga seguía dormida y no podía dejar de mirarla, igualmente sus enormes huevos colgando. ¿Cómo podían ser tan grandes? De verdad, dejen de juzgarme.

- Alex, deja de hacerte pendejo, yo sé que quieres -Con una fuerza increíble ante la que no pude hacer nada a pesar de que lo intente, me obligo a poner mi mano en su verga y acariciarla-.

No podía creer lo que estaba pasando. Puse mi mano entera alrededor de su verga y se sentía muy caliente. Solo de pensar que ese pito hace apenas unas horas había estado dentro de la vagina de mi madre, el lugar por donde nací... Me puse tan cachondo que no tengo palabras para explicarlo.

- Yo sé que me la quieres chupar, así que sé un buen amigo y abre la puta boca.

Por alguna razón que no entiendo, teniendo en cuenta que había escuchado a Kris hablarle de formas mucho peores y más agresivas a mi madre, me tomo por sorpresa el lenguaje tan agresivo que uso. Ahora me doy cuenta de que esa es su forma de ser, él es así, un chico agresivo y dominante que simplemente quiere tomar lo que quiere o lo que siente que le pertenece. En ese caso, yo.

Me quedé embelesado acariciando su pene hasta el punto en que no supe en qué momento quito su mano y lo estaba masturbando. Podía ver su verga hacerse más grande poco a poco, pero no demasiado, creo que él estaba haciendo uso de su autocontrol para manejar la situación por completo.

- ¿Ves cómo te encanta? Ahora vas a ser una buena puta y te vas a meter mi verga en la boca.

Su tono no era amable, estaba ordenando. Y ante esto, no me pregunten porque conteste de la forma más estúpida posible.

- Wey, no soy tu pu-

Antes de que pudiera terminar la frase, Kris me tomo del cuello con una de sus manos y comenzó a apretarme con fuerza. Me quedé muy sorprendido por la falta de aire y no pude responder de ninguna manera ante la sorprendente agresividad que había dominado el ambiente.

- Mírame... ¡Mírame! --Al no tener otra opción, lo vi a los ojos... A esos hermosos ojos verdes que con la luz que se filtraba por las cortinas brillaban con una intensidad y una maldad que nunca había visto- Si yo digo algo tú dices que sí y te callas la puta boca. ¿Entendiste maricon?

Por alguna razón la palabra me dolió mucho y si no fuera porque mi cabeza era una maraña confusa de miedo, calentura, dolor y falta de aire creo que me hubiera echado a llorar.

- Te pregunte si entendiste pendejo. Responde rápido antes que te parta tu madre.

- S-si --Dije apenas con un hilo de voz porque me apretaba el cuello cada vez con más fuerza-.

- ¿Si qué?

¿Qué quería que le dijera? ¿"Papi" igual que mi mamá?

- Si señor --Respondí sin saber si era la palabra correcta-.

Me pregunto en qué momento me clavé tanto con Kris y no me di cuenta. ¿Ustedes sabrían decírmelo? ¿Si vuelven a leer las primeras partes creen poder descubrir el punto exacto en que me quede prendado de este cabron?

- Buena puta.

Me soltó aventándome sobre la cama. Mis manos se dirigieron a mi cuello. Me dolía mucho y tenía miedo de que me hubiera dejado sus dedos marcados en forma de moretón. Si eso era así no sé qué le diría a mi madre si los veía.

Mirando hacia atrás era una mamada que pensará eso. Kris me dejo marcas mucho peores que esas (Que no tuve) y seguramente mi madre, de haberlas visto, no me habría dicho nada.

- ¿Ahora que vas a hacer puta?

- Te la voy a chupar.

- ¿Ves? Qué bonito te ves cuando haces caso Alex. Así me gustas. Justo así tienen que ser las putitas como tú.

Intente responder, pero ninguna palabra salió de mi boca. Bajé la mirada y empecé a temblar asustado. Él prosiguió.

- ¿Y qué chingados esperas? ¿Te la tengo que poner en el hocico o qué?

- No, no, perdón señor.

Mire al piso durante algunos segundos, más concretamente sus pies, estaba descalzo... ¿Por qué tenía unos pies tan bonitos? ¿Por qué pensaba estas pendejadas? De verdad, perdonen, me estoy desviando.

- ¿Por qué estás haciendo esto? --Le pregunte de forma lastimera, pero era el reflejo exacto de mi situación sentimental en ese momento-.

- Ya te dije Alex, porque tengo un problema. Algunas mañanas me duele la verga y siento mis huevos cargados de leche, entonces necesito que una buena putita me chupe la verga. Y en este momento no tengo a ninguna, entonces yo sé que vas a ser un buen amigo y puedo confiar en ti para que me des una mamada.

No sé si Kris pensaba que me estaba haciendo pendejo. "No tenía a ninguna putita cerca", ¿Es neta? ¿Y mi madre que se había estado cogiendo toda la pinche noche no contaba? ¿O es que como yo estaba despierto no podía ir para que ella le hiciera el paro? Les juro que en ese momento me pasaron mil preguntas por la cabeza y no pude encontrar respuesta para ninguna. No encontraba la razón por la que se supone que él estaba haciendo todo eso.

- Esta bien, creo que es mejor.

"Creo que es mejor que lo haga yo a que lo haga mi madre" es lo que realmente quería decir, pero no deseaba en ninguna circunstancia que mi mejor amigo supiera que yo conocía su secreto.

"Mi mejor amigo" ... Se que puede sonar pendejo decirlo así en estas circunstancias, pero no creo que sea ninguna mentira, Kris a pesar de todo sigue siendo mi amigo... O eso creo que somos. La verdad ya no lo sé.

- ¿Qué esperas entonces? Hazme el paro Alex, si lo haces bien te prometo que te voy a dar una recompensa el día de hoy.

¿Se iba a correr en mi boca? ¿Me iba a coger? Puta madre, ya sé que son preguntas pendejas pero en ese momento eran las únicas recompensas que se me podían ocurrir y solo de pensarlo mi verga estaba rompiendo mis boxers. No podía creer que estuviera tan duro ante la situación.

Finalmente, y algo resignado me levante sobre la orilla de la cama, respire hondo de forma bastante dramática y resignada, como si lo que estaba a punto de hacer me causara mucho dolor. Cosa que era una total mentira y una actuación porque había una pequeña y oculta parte de mí que estaba muy contenta. ¡Por fin iba a poder chupar esa enorme verga! Finalmente, después de verlo cogerse a mi madre una y otra vez yo iba a poder tener una pequeña probada de la deliciosa y enorme verga de mi guapo amigo.

Dejen de juzgarme.

Cuando sentí que mi patética actuación era creíble, y realmente con un poquito de resignación por dentro, agarre bien la verga de Kris en la mano y acerqué mi boca para chuparla, pero justo en ese instante el rubio dio un paso hacia atrás. Levante mi cara para verlo, totalmente sorprendido.

- Tsch tsch tsch, no. De rodillas. Si me la vas a mamar hazlo bien, putita.

Me acababa de hacer el mismo ruido que le hacía a su perro en su casa.

Ahí entendí que a Kris lo que realmente le excitaba era la humillación. Si, las mamadas estaban ricas, venirse donde quería, las tetas, coger, la sensación de una vagina húmeda y caliente apretando su verga, fuera la de mi mamá o la de una compañera de clase, todo eso le gustaba, pero lo que volvía loco a ese chico de preparatoria de 18 años era humillar a los demás, la sensación de control que eso le otorgaba era increíble para él.

En ese momento él quería humillarme, tal y como lo hacía con mi madre cada vez que se acostaba con ella. ¿Qué más placer que humillar a dos personas en la misma casa?

Suspire y me baje de la cama, poniéndome de rodillas. El piso estaba frio. ¿Y saben que es lo peor? Que tenía la verga durísima y Kris se dio cuenta. Antes las sábanas ocultaban mi erección, pero ahora... Todo ese pedo de Kris dominándome y ordenándome cosas me estaba volviendo loco y obviamente él se dio cuenta, aunque no dijo nada.

- ¿Puedo? --Le pedí permiso de forma sumisa.

- Ahora sí.

Mire su verga a unos cuantos centímetros de mi rostro, se veía... Deliciosa. La tenía un poco más grande que hace un rato y cerca de estar totalmente dura porque como acabo de decirles, la humillación lo excita mucho y al darse cuenta de que yo estaba siendo sumiso con sus peticiones no pudo evitar ponerse un poco cachondo.

Lentamente acerque mi mano a su pene y lo tome, ya se veía grande solo mirando su bulto, pero tenerlo en la mano, en mi rostro... Era otra experiencia. Estaba muy caliente, no sabría describirles la sensación, lo que si es que nunca había sentido mi propio pene tan caliente como sentí el suyo en ese preciso instante. ¿Me quemaría? Pensé. Mierda, mientras más escribo mis sensaciones de ese momento me siento patético. ¿Eso piensan de mí? ¿Qué soy patético? No importa, supongo que es así.

No pude evitar suspirar antes de metérmelo a la boca. No sé porque, no me lo pregunten, simplemente... Suspire. Creo que en ese momento no me había dado cuenta, pero ahora mientras escribo esto soy más conscientes de las razones detrás de todo.

La razón era que el objeto que había sido mi deseo desde que vi a mi amigo dándose a mi madre por primera vez al fin era MIO. M I O. Por fin podía saborearlo yo sin necesidad de fantasear con ello. Una parte de mi suspiraba por mi madre desnuda, sus tetas y la forma en que me la cogería, pero la otra, mucho más grande, suspiraba por ese chico rubio y su tremenda verga que por fin tenía la dicha de tener en la boca.

Intente darle la mejor mamada que una boca inexperta podía dar.

No se decirles si fui bueno. Si puedo asegurar que Kris lo estaba disfrutando, ya fuera porque una boca en su verga era todo lo que necesitaba en ese momento o por saber que en un solo día había dominado y había puesto a mamar a una madre y a un hijo en su propia casa. Tenía una pequeña familia de putitas sumisas y creo que eso es todo lo que alguien como él podía desear en ese momento.

Me metió su verga en la boca e intente jugar con mi lengua todo lo que pude, como según yo, y como el peor de los pornos me había enseñado, tenia que ser. Ahora me pregunto porque no intente hacer alguna de las cosas que vi a mi madre hacerle a ese mismo chico al que ahora yo se la estaba mamando, pero en ese momento no me paso por la cabeza.

Lamí su verga desde la base hasta la punta, me la pasaba por la boca intentando apretar los labios para que él lo disfrutara y cuando podía, me la sacaba para lamer sus huevos. Recuerdo que de forma bastante patética mire hacia arriba un par de veces, para intentar recibir alguna clase de "aprobación" de parte de Kris... ¿Qué tan idiota soy? No lo sé, no me lo digan.

No puedo evitar preguntarme si les excita o les gusta leer como un chico virgen le da una mamada al chico que se esta cogiendo a su madre, así que intentaré no alargar esto demasiado, tal vez la mayoría de ustedes esta aquí solamente por las vaginas y las MILF's. A veces pienso que estoy reduciendo a mi madre a términos, pero si ella se deja ser reducida a una puta sin dignidad por un adolescente de 18 años no creo que le moleste.

Perdonen, continuo.

No sé cuánto estuve mamándosela hasta que por una tontería que no me explico intente meterme su verga por completo en la boca, obviamente no pude y tuve que sacarla, pero eso envalentono a Kris que me coloco una mano en la cabeza y por fin me dio su aprobación.

- Así así putita, no pares, que bien lo haces Alex, eres una buena putita. ¿Eres maricon? Me cuesta creer que mi verga sea la primera que mames.

Si algo aprendí de las interacciones de Kris con mi mamá es que cuando pregunta algo, aunque parezca que no, quiere que le contestes.

- No lo soy... Y si, tu verga es la primera que chupo -Dije sacándomela solo para responder y volviendo a lamer cuando termine.

¿Lo estaba haciendo bien?

- Debes de serlo, solo mira como la disfrutas -Kris poco a poco comenzó a mover las caderas mientras hablaba, follandome despacio la boca y yo deje de moverme porque si no entraba demasiado profundo y sentía que me ahogaba- Que bien tragas verga, así me gustas puta, saboréala, te gusta como sabe ¿verdad?

"Si, sabe a la vagina de mi madre" me dieron ganas de responder, pero solo atine a hacer un sonido que significaba "si" con la boca, porque él no dejaba de moverse.

En ese momento mire hacia arriba y por un momento hicimos contacto visual. Para él la vista seguro era espectacular, con la mitad de su enorme verga en la boca de su mejor amigo y sus huevos balanceándose debajo de mi quijada, pero mi vista no era menos genial, sus ojos verdes brillaban y él tenia una cara que reflejaba su placer. Su abdomen marcado y sus pechos brillaban con la luz de la ventana y creo que nunca en mi vida voy a olvidar el pequeño momento en que sonrió mostrando los dientes.

Entonces coloco una mano detrás de mi cabeza y la otra la puso sobre mi cara, cubriéndome los ojos por encima de la nariz.

- Deja de mirar hacia arriba, no te quiero ver la puta cara, igual si cierro los ojos me imagino a Fernanda (Una compañera de la escuela que se cogía de vez en cuando y que para tener 18 tenía unas tetas de escándalo y unos labios carnosos, algún día les hablare de ella).

El comentario me hirió, pero no tanto como el no poder admirar más su cuerpo perfecto mientras me follaba la boca. No voy a negarlo, estaba disfrutando de tener esa verga en la boca como nunca.

Kris lentamente comenzó a follarme, sentía las venas de su verga deslizándose por mi lengua, aunque, por sorprendente que parezca, nunca intento ahogarme como lo hacía con mi madre. Por ratos dejaba que su verga saliera hasta que sentía su boca expulsar pequeñas gotas de líquido preseminal y el sabor era intoxicante, nunca había probado algo así.

Perdón, sé que no quieren leer tantos detalles de esto así que voy a procurar saltar.

No se cuanto rato estuvo Kris follandome la boca, pero cuando sentía que se me estaba cansando la quijada intente jugármela. Él no dejaba que mi madre lo tocara, pero yo quería hacerlo. A pesar de seguir cegado, con mucho cuidado coloque mis manos en sus piernas y fui muy muy feliz cuando él no me dijo nada y me lo permitió. Acaricié sus piernas hasta sus pantorrillas, sus pies y luego un poco su culo, claro que intenté ser cuidadoso para no perder el regalo que me estaba dando. Mi rubio amigo obviamente no dejaba de hablar para humillarme y yo no me sentía humillado hasta que lo hizo realmente. Quito su mano de detrás de mi cabeza y continuó.

12