Punto P

Para los que no saben, yo conocí a Axel por su exesposa. Gracias a ella en la misma noche que los conocí probé varias cosas que nunca en mi vida: marihuana, tener sexo con el hombre de una mujer mientras ella nos veía, besar a una mujer y luego tener un trio con los dos mientras me daban por el culo, al menos eso ultimo si no fue una novedad para mi (lo sabrán los que leyeron el relato: Vegetariana).

Una locura de noche, que me revolcó el resto de mi vida, pero luego les cuento esa historia. La cuestión es que nosotros como pareja siempre hemos estado muy enfocados en experiencias con otras mujeres, es lo que más nos motiva. Nos hemos dado gusto en todo, excepto con algo que aún no me deja hacerle.

Natasha su exmujer tenía una mente perversa y sí que me daño con varias ideas, diría yo que demasiadas. Una noche viendo porno, nos apareció un video de pegging y las dos quedamos encantadas. Se nos metió la idea en la cabeza de hacerlo con Axel, compramos los arneses y una noche de sorpresa le hicimos la propuesta. No le gustó para nada y hasta el día de hoy me sigue diciendo que no.

Al menos ahora ha cedido un poco, a su ex no la dejaba ni arrimarse, pero a mí al menos ya me deja chuparle el culito y cuando estamos muy fumados hasta meterle un dedo. Él ahora lo disfruta, pero no me ha aceptado pasar un poco más allá como meterle al menos dos dedos o un juguetico, mucho menos comérmelo con un arnés.

La cuestión es que cada día me siento algo frustrada y me he vuelvo más adicta a ver videos de pegging y masturbarme pensando en hacérselo a él. No se imaginan en este momento como estoy de mojada solo de pensar en eso mientras escribo.

Hace poco conocí a Rafa (lo recordaran del relato Asesoría Inmobiliaria). Resulta que después de contarme su historia para que la publicara, seguimos conversando casi todos los días, hablando de perversiones que no hemos podido cumplir y el muy cabrón me mantiene mojada con sus historias.

En fin... el tema es que Rafa se nos ha ofrecido varias veces para hacer un trio y yo lo había descartado porque hasta ahora no me había antojado de estar con dos hombres, pero todo hay que decirlo, ese man esta como quiere, aparte me genera mucha intriga y morbo.

Aunque Axel y yo nos tenemos demasiada confianza, no sabía cómo preguntarle qué opinaba. Asi que le preparé una buena comida con unos cuantos vinitos a ver si me envalentonaba y él se relajaba más para hablar.

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Ya en medio de nuestros platos, rompí el silencio de forma directa.

- Amor, me antojé de un trio con dos manes

- Super --corto otro pedazo de carne- ¿los conozco?

Siguió comiendo como si fuera algo sin importancia y eso me ayudó a relajarme para estar más tranquila.

- Uno está sentado frente a mí, eso espero

- Yo de una --bebió de su copa-- ¿y el otro?

- ¿Te acuerdas de Rafa?

- ¿El que les ayudó a conseguir la nueva oficina?

- Si, el que te mando saludes --me reí con picardía--

Agitó su cabeza hacia los lados porque sabe que es bisexual y cuando se lo presenté ni vergüenza le dio de tirárselas prendidas de frente.

- Complicado --dejó los cubiertos a un lado y se sentó con la espalda derecha-- pero no te voy a decir que no sin que me cuentes antes todos tus planes

- Simple, quiero invitarlo y que me coman entre los dos

- Simple --curveó sus labios mientras bebía un poco de vino--. Amor, yo con tal de darte placer, la verdad no tengo problema si él se comporta

- ¿Qué quieres decir?

- Que no empiece a insistir de nuevo con que me lo coma o que me lo deje mamar para probar la experiencia

En ese momento se me clavo en la cabeza esa imagen y la verdad no me disgustó para nada.

- Pues yo le pregunto, pero vos sabes que ese man se muere por vos y la verdad no creo que no te diga nada

- ¿Tiene que ser con él?

- Vos sabes que no es que me gusta comerme a cualquiera, es la primera vez que me antojo de estar con dos hombres y la verdad es que el man me calienta mucho

- Amor, pues busquemos la forma de estar cómodos. Yo no tengo problema en compartirte con él, tampoco me importan sus gustos, pero lo que no quiero es que irrespeten los míos

- No sé, no creo que él tenga mucho autocontrol y prefiero no tener problemas

- Igual, habla con el man a ver si se comporta --me miro con cara de querer desbaratarme-- y te péganos una revolcada bien rica entre los dos

Me excité demasiado con esa mirada, pero de nuevo me entraron esos nerviecillos al no saber si preguntarle algo más íntimo de lo que nunca hemos hablado. Simplemente lo deje salir.

- Ojalá ¿y si me dice que es mucha la tentación? ¿de verdad no te gustaría probar? porque yo no le veo nada de malo si quieres

Trincho la carne, levantó la mirada se metió un trozo a la boca me miro a los ojos y se rio mientras tomaba un poco de vino.

- Eso ya lo hemos hablado ¿no? --volvió a trinchar mientras se reía algo nervioso--

- Si, me has dicho que te gustan las mujeres, pero nunca me has dicho exactamente lo que piensas de los hombres

- Bueno, no tengo una respuesta diferente

Levanté mi copa, me senté con la espalda recta separando la silla de la mesa y cruzando las piernas.

- ¿Cómo sabes si no has probado?

- ¿Quién dijo eso?

Casi se me sale el vino hasta por la nariz de lo impactada que quede con esa respuesta. No me la esperaba para nada.

- Ya me vas a decir que vos...

- No, nunca he estado con otro man y no porque me dé asco o por homofóbico

- Pues explicate porque eso fue lo que entendí

- Pues, no es tan complicado; con Natasha veíamos porno de todo tipo, a ella en particular la excitaba mucho ver porno gay y yo lo veía con ella, pero la verdad no me causaba nada, algo normal, pero no me excitaba

Estaba dispuesta a ir hasta lo más profundo de este tema de una vez aprovechando que había abierto esa puerta.

- Eso mismo me decías con dejarte chupar el culito o meterte un dedo ¿o no? ¿qué tal que sea igual?

- Yo te acepto que tenías razon, si eso me gusta y estaba equivocado; pero no es el hecho de dejármelo chupar o dejarme meter un dedo, yo sé que eso no me hace gay o me den ganas de probarlo con un man. En realidad, me gusta y me excita porque sos vos, por la forma en que lo haces, por el morbo que te da, porque hasta te podés venir sin que te toque solo metiéndome un dedo en el culo y porque encontraste la forma de que yo lo disfrute

- Eso mismo puede pasar con un man ¿no?

- Pues sí, pero el día que pase, si llega a pasar va ser con un man que me vuelva así de loco como vos, por ahora eso solo lo logras vos y algunas mujeres

Me terminé de tomar la copa, tomé aire y escupí de forma directa y decidida la siguiente pregunta.

- ¿Pero alguna vez lo has pensado? --coloqué la mano en el pecho-- ¿o te da pena de mí?

- No ombe mona, pena de cualquiera menos de vos que te sabes toda mi vida

- No me has contestado ¿lo has pensado? ¿alguna vez se te ha pasado esa idea por la cabeza?

- Amor con Natasha sí que hablamos de eso y la verdad es que no, no encuentro morbo o placer en hacerlo

- Osea ¿ni una paja o un pensamiento fugaz?

- No, solo lo he pensado cuando Nata me preguntó y ahora que vos lo haces y sigo sintiendo y pensando lo mismo

- No sé, esa respuesta me parece a como yo me sentía antes de saber lo que era tener sexo con otra mujer

- ¿Si, el típico, como sabes que no te gusta si no lo has probado? ¿cierto?

- Exactamente

- Es que yo no tengo problema en probar, ni miedo, ni pena me da y entiendo que lo dudes. Es más, podría tomar tu ejemplo y como la primera vez que ella te hizo de todo pero vos ni pensabas en hacerle algo a ella, hasta la dudabas para darle besos

- Si si jajajajaja pero véame ahora, me ponen una nena por delante y me la chupo por todas las partes que me deje jajajaja

- Si si --soltó la carcajada-- es que ahora eres peor o más dañada que yo por las mujeres

Tuvimos una pausa extensa mientras el volvía a llenar las copas con vino.

- Ahora que lo dices ¿si haces lo mismo?

- ¿Qué cosa? --arqueo su ceja--

- Yo sé que Rafa encantado te da una mamada bien rica y hasta se deja culear, pero vos no le das besos, ni se lo chupas a él ni nada

- No mona, la verdad es que... --lo interrumpí--

- Solo por probar, no pierdes nada

- Mona --dejo su copa en la mesa y colocó su silla frente a la mía tomándome de las manos--. Te agradezco tu confianza por abrirme las puertas a nuevas experiencias en vez de cerrarte como las esposas tradicionales, de verdad que eso es muy valioso para mi

- Tú sabes que te amo, por encima de cualquier cosa

- Lo sé y yo a vos también, pero míralo desde este punto de vista. Vos la primera noche que estuvimos juntos no estabas pensando en un trio y menos en estar con ella, pero de alguna forma sentían una conexión y por eso fue que terminamos en lo que terminamos ¿no?

- Ni me acuerdes --me recorrió un escalofrió la espalda-- que me da de todo recordar esa noche

- Eso, es exactamente lo que te estoy tratando de explicar, si en algún momento esa conexión se da pues probamos y listo, pero por ahora no lo disfrutaría y no me quiero sentir obligado a probar algo solo por probar

- Esta bien, ya entendí --me reí con picardía-- te dejas llevar por el placer, si existe una conexión

Me levanté de la mesa mirándolo de frente y me monté a la barra de la cocina apoyando mis manos y dando un pequeño salto.

Esa conversación me tenía super caliente. Abrí las piernas me corrí las tangas a un lado y me toqué con un dedo, sacándolo completamente mojado y brillante frente a mis ojos.

- ¿Tú crees que nosotros tenemos una conexión?

Nome dejó ni terminar, se levantó de la silla, vino a darme un beso mientras me abría la camisa y me tomaba por los senos. Se hizo de rodillas, metiéndose entre mis piernas a darme placer, hasta que me hizo meter mis dedos entre su cabello y apretar su cabeza hacia adelante.

- Maldita sea Axel, no sé cómo me haces venir tan rápido

Se levantó muerto de risa, secándose la cara con sus manos, mientras se bajaba el pantalón y me apuntaba con su erección.

Me tomó de los tobillos abriendo las piernas, montándolas a la barra. Me atrajo de las caderas y me empezó a follar gimiendo con su boca frente a la mía.

- Igual no te deberías quedar con las ganas --mirándome a los ojos--

- ¿De qué?

Me agarró por detrás del cuello y me estiro un labio con sus dientes.

- ¿por qué no aprovechas y te lo culeas a él?

Le pasé las manos por detrás, le enterré las uñas en la espalda y le empecé a gemir al oído.

- Ay amor ¿cómo me vas a decir eso?

- Que rico, vos te lo culeas y yo veo

- Axel ¿me quieres matar o qué?

- Uff que rico verte toda demente cumpliendo tu fantasía

- Axel, Axel no sigas

- Ya quiero ver como te culeas bien duro esa perra

- ¿Y me culeas a la vez?

- ¿Quieres que te culee? ¿sí?

- Si si amor que rico

Sacó su miembro, mi trasero antes de que lo hiciera ya estaba palpitando de pensar en esa escena, estaba tan mojada que no necesito lubricante adicional y me lo metió por detrás despacio pero contundentemente hasta el fondo.

- ¡Ay HP! amor amor

- ¡Dilo!

- ¡Ay HP! Maldita sea

- ¡Dilo!

- Me encanta que me culees mi amor

- ¡Dilo! ¡Dilo de nuevo!

- Me encanta que me culees ahhhh ahhhh si si que rico culeame culeame, culeame duro mi amor culeame

- ¿De quién es ese culito?

- Tuyo mi vida, TODO tuyo

Cada que le decía que era de él me lo metía más duro y hasta me toco agárrame del borde de la barra para no irme a caer para atrás. Las piernas ya me temblaban.

- Ufff papacito que rico culeas

- Así es como te quiero ver, que le partas ese culo bien duro

Con solo decir eso, me imaginé provocándole el mismo placer a Rafa, exploté de una y de inmediato sentí el calor de su semen en mi trasero.

Se separó y me dejo ahi en la barra haciendo equilibrio casi a punto de caerme sin siquiera poder respirar bien.

Él con una risita malévola se lavó el miembro en la poceta junto a la lavadora, se subió el pantalón y se sentó a terminar de comer como si lo que me acaba de hacer no fuera nada.

- Es raro eso de comerse el postre antes de terminar --dijo muerto de risa--

- Te gusto el roscón de arequipe --contesté en broma--

- No, vos sos más como un postre de las tres leches

- Pues apenas va una leche --levanté la ceja y curvé la boca--

- ¿Ah si? tranquila mamacita, que en el baño le hecho la segunda y en la cama la tercera

Moví mi cabeza lentamente hacia los lados, me mordí un labio, abri la boca y luego saqué la lengua señalando con mi dedo del medio.

- La segunda la quiero en la boca con este dedito metido en ese culito

- Me parece justo...

Se terminó de tomar el resto de la copa de vino. Se acercó a la barra, me cargo de las piernas y me tiro en la cama. Se desnudo, del nochero sacó el lubricante y me lo tiro a un lado.

- ... pero si me lo va a meter por el culo, entonces me saca de una vez las dos leches que le faltan

No se imaginan lo caliente que me puso que me dijera eso, porque por lo general me llevo un buen rato convenciéndolo y esta vez se nota que es él quien quiere sentirlo.

- Venga papacito yo lo ordeño

Lo metí a la cama y me hice encima colocándole mi sexo en su cara, tragándome su miembro mientras que llenaba con lubricante sus bolas y las acariciaba hasta llevar mi dedo hacia atrás.

- ¿De quién es ese culito?

- Tuyo mamacita

- ¡Si, todito mío!

Mientras mamaba su miembro y me lo metía hasta donde más me entraba la vez empujaba mi dedo por detrás. Cuando llegó al fondo igual seguí empujando hasta que levanto sus caderas y me hizo aguar los ojos ahogándome un poco.

Saque su miembro para poder respirar y quede con la boca abierta y un par de hilos de saliva unidos a él.

- ¡Dilo! ¡Dilo!

- No

- ¡Tenes que decirlo!

Movia el dedo en círculos en su interior mientras que acariciaba sus bolas con los otros dedos y me golpeaba con su miembro sacando la lengua.

- ¡Dilo!

- Me encanta que me lo metas por el culo

- ¡Si, te encanta que te culee!

Me volví a atragantar con su miembro, entre chupadas cada vez lo metía más rápido y más al fondo. Estiré el dedo cuanto pude para masajear su próstata, empujando con mi índice en ondas, haciendo que se resbalara una y otra vez.

- ¡Agata! Agataaaaaaa aaaaaahhhhnno hagas eso, no hagas eso

Se pone de mal genio cuando pierde el control de la eyaculación y no puede decidir cuándo venirse. Lo tenía justo donde quería. Coloqué mis labios rodeando su glande y con la otra mano lo masturbé tan rápido como pude.

- ¡AGGGhhhhHhhHhhhhhhh!

Me llenó la boca con un delicioso y espeso polvo, que no me trague de inmediato, sino que aproveche para cubrir su miembro sin dejar chupar y masturbar.

Se quedó sin aire por unos segundos y las piernas le empezaron a temblar.

- Agata maldita sea, no pares, no pares

Lo de las dos leches iban en serio. Yo ya sabía que cuando se lo dejaba mamar así y le estimulaba la próstata, quedaba tan excitado que si no lo dejaba descansar el otro venía casi detrás.

-!Ay HP Agatttaaaaa, no pares, no pares HP!

Me metí su glande a la boca, chupaba suavemente para que en vez de placer no le fuera a causar dolor por la sensibilidad, le pasaba la lengua por el glande, mientras que movía mi dedo presionando su próstata.

Me agarró con las manos detrás del cuello y me empujó hasta meter su miembro dentro de mi garganta sin dejarme respirar. Sus caderas se movían frenéticamente de arriba a abajo, mi dedo entraba y salía de su trasero.

Levantó su cadera empujando su miembro hasta lo más profundo sin dejarla caer. Según me ha contado luego, en ese momento siente la misma sensación antes del orgasmo, pero se extiende por mucho tiempo sin que se pueda venir.

Sacó el dedo y lo dejó disfrutar un poco de esa agonía por unos segundos que para él son eternos. Luego se lo meto hasta el fondo y empujo presiono su próstata hasta que sus piernas empiezan a temblar y justo cuando sus caderas caen de nuevo explota. Esta vez se vino tan duro que hasta su semen me salió por la nariz.

Me di la vuelta de inmediato, mientras veía él como aún se retorcía de placer, me limpiaba el semen. Apenas me miró, se sonrió. Desesperadamente junte mi boca con la suya compartiendo el sabor de sus leches.

- ¡HP te amo cosita rica! --le dije--

- Eres una descarada

- ¿Quién lo manda a venirse tan rico?

- Culpa tuya por hacerme eso

- Lo siento, pero me encanta comerme ese culito

- Y a mí que te lo comas

Levante una ceja mirando al closet donde están colgados los juguetes que usamos con las nenas que invitamos y me reí con picardía.

- ¿Dejame comerte con el arnés?

- No mamacita, ni lo creas, un dedo es suficiente para mi

- Esta bien, yo igual lo disfruto mucho

- Pero no te preocupes, que dentro de poco te vas a quitar las ganas y él seguro que si lo va a disfrutar

- Por eso te amo

Me abrazo muy duro, así de esos abrazos rompe costillas. Nos levantamos de la cama, nos dimos una buena ducha caliente y nos fuimos a dormir.

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Al otro día, a la hora de almuerzo hable con Rafael, este fin de semana ya tenemos planes para tomar algo en su casa y ver si pasa algo más... pero esa es otra historia que espero contarles pronto.

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Escrito: Agata

Edición: Axel