Somos Felices Las Tres Capitulo 06

Yo no podía creer aquella conversación. Ni la reacción tan amigable de Nuria, permitiendo que Erika tuviese la mano posada sobre su muslo durante casi toda la película. Al irse Erika, Nuria me comentó lo agradable que era "esa muchacha", y que se sentía muy cómoda con ella.

-"me gusta mucho", añadió.

Yo aproveché para decirle, un poco en tono de chanza,

- Quien sabe, y a lo mejor con ella si podemos cumplir nuestro sueño de que tengas una aventura con otra mujer, como las que tanto nos excitan cuando las recuerdas.

-No creo, Claudio. Parece una mujer muy centrada, y además, no me gustaría poner en peligro la relación profesional que ustedes han creado. Tú necesitabas una secretaria-asistente eficiente y con Erika lo has logrado. Sería terrible que por nosotros querer jugar con ella se ofenda y renuncie. Aunque me parece una mujer muy atractiva y sexy, no me atrevería a intentar complacer esa fantasía tuya con ella. Te prometo que algún día te daré ese regalo, pero no con Erika.

Yo me fui a la cama con una sonrisa interna, "si tú supieras, Nuria"...

Al día siguiente, como ya era costumbre los sábados en la mañana, Erika vino y mientras ambas se dedicaban a sus labores de pedicura y peluquería, yo preparaba una buena paella, con abundantes mariscos, cuya fama de afrodisiacos ha sido siempre reconocida. De esa manera preparaba mejor el terreno para la seduccion de Nuria que comenzaría esa misma noche. El resto de la tarde pasó sin mayores detalles, comimos y tomamos unos tragos, nos reímos y lo pasamos muy bien. Cuando llegó la hora, Erika se despidió, recordando la cita de esa noche. Quedamos en pasarla recogiendo para ir al cine y después a cenar.

Cuando llegó la hora de vestirnos, le pedía Nuria que se estrenara la blusa que Erika le había regalado, al mismo tiempo que le pedí que lo hiciera sin brassiere, para acentuar su belleza y sensualidad. Ella no se hizo de rogar, y así lo hizo. A la hora de salir, lucía espectacular y muy sexy. No se había puesto falda sino un pantalón blanco, que combinaba muy bien con aquella blusa que mostraba sus hombros desnudos, un escote nada profundo que permitía ver la curva de sus grandes pechos, cuyos pezones apenas se insinuaban a través del tenue tejido de la blusa.

Recogimos a Erika, quien también lucía despampanante, lo cual reconoció Nuria

- ¡Erika! ¡Estas muy bella!

A lo que ella respondió devolviéndole el cumplido. Llegamos al cine, y buscamos sentarnos en la útima fila, pegados de la pared. Erika en medio de nosotros dos. Justo antes de que comenzara la película Erika me golpeó mi pierna con su rodilla, lo cual entendí como la señal para que las dejara solas. Me disculpé diciendo que necesitaba ir al baño. Estando las dos solas Nuria le dijo a Erika que sentía mucho frío, porque la blusa era muy liviana y había olvidado traer un abrigo.

Erika le dijo, - No te preocupes, vamos a compartir este chal que he traído.

Y dicho esto, le pasó el brazo por encima de su hombro, abrazándola y arropándola parcialmente con el chal. Cuando yo regresé ya habían apagado las luces, pero pude adivinar la escena, con Nuria siendo abrazada por quien desde aquella noche comenzaría el recorrido para convertirse en nuestra Dueña y Señora.

Antes de yo llegar, al hacer la maniobra de pasar su brazo y el chal por encima de Nuria, Erika rozó su pecho y pudo sentir su pezón erguido,

- Ya veo que de verdad tienes frío, y juguetonamente le apretó el pezón por encima de la blusa... pero no te preocupes que yo también tengo frío.

Nuria dijo, - déjame ver,

y buscó el pecho de Erika, y como no encontraba su pezón de inmediato, movió su mano por el área hasta que sintió la leve elevación del diminuto pezón de Erika.

- Es verdad, también te ha afectado el frío, aunque menos que a mí.

- No Nuria, es que mis pezones son muy pequeños, no como los tuyos, jaja!

Al progresar la película la mano de Erika comenzó a moverse por la zona alta del pecho de Nuria, acariciándola muy levemente, sin llegar a entrar por debajo de la blusa ni tocar sus pechos, aunque no le faltaban ganas. Nuria se dejaba hacer, y Erika no paró ni un minuto de acariciar aquella zona entre el cuello y aquellos pechos que tanta admiración le provocaban..

Llegó una escena que no esperábamos en esa película en la que dos chicas se besaban, y Erika sintió que la respiración de Nuria se hizo más profunda y frecuente. Era evidente que le excitaba lo que estaba viendo en la pantalla. Erika se animó a deslizar más abajo uno de sus dedos, mientras movía su mano en un vaivén vertical. Erika estaba ahora acariciando los bordes de las tetas de Nuria, y ella se dejaba hacer. Su respuesta fue la de colocar su mano sobre el muslo de Erika, y apretar. Erika creyó sentir que Nuria temblaba, tal vez estaba teniendo un mini orgasmo, y se animó a acercar su boca al oído de Nuria para susurrarle,

-que caliente, ¿no?

Y Nuria asintió. Erika le beso la mejilla antes de incorporarse de nuevo. Colocó su mano sobre la de Nuria para que no dejara de apretar su muslo, mientras seguía acariciando su pecho de nuevo, de la casta manera en que lo había hecho al comienzo de la película.

Cuando ésta acabó, ambas se miraron a los ojos, sonriéndose de una manera cómplice y al encenderse las luces, ya Erika había soltado su mano, ella la había retirado del muslo de Erika quien estaba sacando su brazo por encima de Nuria, para ponerse de pie y disponerse a salir. Erika se volvió a Claudio, le guiño el ojo y con una gran sonrisa y los ojos muy abiertos le manifestó su placer porque las cosas habían salido tal como esperaban.

De allí fueron a cenar a un restaurante en el mismo centro comercial. Antes de sentarse a la mesa ambas se disculparon para ir al baño. Después de haber orinado, ambas mujeres se retocaban ante el espejo, y Erika le comentaba lo bonita que había sido la película, y parándose detrás de ella, le acariciaba el pelo, como peinándolo. Nuria estaba callada, sin comentar nada de lo que habían experimentado durante la película, y deseaba que en aquel momento Erika hiciera algún avance. Ella estaba muy excitada, y se hubiese dejado violar allí mismo. Pero no se atrevía a tomar la iniciativa y tan solo deseaba que Erika hiciera algo. Pero no pasó nada. Erika se despegó de Nuria, y abriendo la puerta le dijo

- vamos que tu hombre nos espera.

El resto de la noche transcurrió sin mayores incidentes, comieron y se fueron a casa, dejando a Erika en la suya primero.

Cuando nos acostamos, como era habitual cada sábado por la noche, tuvimos nuestra sesión semanal de sexo. Solo que esta vez Nuria estaba muy caliente y me besaba con locura, me mamó el pene con locura y me pidió

- cógeme, pero bien duro, mi amor.

Mientras la cogía me contó lo que Erika y ella habían hecho durante la película, y me confesó que tuvo un pequeño orgasmo durante la breve escena de beso lésbico.

Yo le dije, - crees que sea lesbiana?

- no creo, Claudio, pues en el baño, si lo hubiese querido me podría haber besado y yo me hubiese entregado, de lo excitada que estaba. Creo que ha sido un malentendido mío ante sus muestras de cariño amistoso. Es que nos hemos hecho muy amigas.

- No sé, pero tal vez tú, si lo quieres, debría insinuarte un poco más, para ver si ella llega a ser la primera mujer con la que te acuestes.

- ¡Cuanto me gustaría!... es que cada vez me gusta más. Espero que no te importe que sienta algo por otra persona.

- No mi amor, por el contrario, nada me gustaría más que apoyarte y estar a tu lado si encuentras una mujer que te haga sentir bien. Es lo que ambos hemos deseado a veces desde hace tiempo. No solo no me importaría sino que cuentas con toda mi aprobación.

- Si pero, tal como te dije, no podemos arriesgar tu relación profesional con ella, para bien del negocio.

- De acuerdo, pero ahora, demos rienda suelta a nuestra imaginación y supongamos que en vez de ser yo quien te esté cogiendo sea Erika quien te está haciendo el amor.

Nuria comenzó a narrar escena que le venían a la mente, y mi excitación y la de ella aumentó hasta que ambos tuvimos un orgasmo simultaneamente, algo que no ocurría con frecuencia.

Yo le pedí que se quedara boca arriba y la sorprendí al iniciar un sexo oral, recordando las instrucciones recibidas de Erika. Rápidamente, y debido a aquella técnica más efectiva que las mamadas rudimentarias que hasta entonces le había dado, alcanzó otro orgasmo. En medio de sus convulsiones, parte de la leche que había vaciado en su vagina previamente manó de la misma, la cual sin reparos aspiré y tragué ante la mirada atónita de mi mujer.

- Wow, Claudio, ¿donde aprendiste eso?

Yo simplemente me reía, pensando para mis adentro, "si supieras, Nuria, aunque tal vez mas temprano que tarde lo sabrás"...

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