Somos Felices Las Tres Capitulo 10

Historia Información
Erika experimenta con Nuria en el spa.
1.5k palabras
4.8
1.3k
00

Parte 10 de la serie de 37 partes

Actualizado 06/10/2023
Creado 09/24/2020
Compartir este Historia

Tamaño de fuente

Tamaño de Fuente Predeterminado

Espaciado de fuentes

Espaciado de Fuente Predeterminado

Cara de fuente

Cara de Fuente Predeterminada

Tema de Lectura

Tema Predeterminado (Blanco)
Necesitas Iniciar sesión o Registrarse para que su personalización se guarde en su perfil de Literotica.
BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

Nuria recostó su cabeza sobre el hombro de Erika, mientras ella le acariciaba lentamente el cuello y el pecho, hasta que lentamente su mano se deslizó más abajo y la pasó por la teta, la cual fue acariciando muy suave y lentamente.

- Tus pezones son mucho más grandes que los míos

- y como estás comprobando son muy sensibles y responden rápido a cualquier caricia.

- ¡si! Lo tienes durito... ¿no te molesta que te esté tocando?

- no chica... por el contrario, me parece muy bonito que podamos tener momentos tan lindos como este

- me encanta sentir el peso de tu pecho tan grande... como los míos son tan pequeños

- no es que sean pequeños, a mí me parecen muy bellos. Me da envidia porque te puedes dar el lujo de andar sin brassiere.

- Bueno, tú también si te animas lo podrías hacer. Más de uno, o de una, se volvería para verte si notan que tus lindas tetas andan sueltas.

- no sé... pocas veces lo he hecho, y siempre a pedido de Claudio

- Hablando de Claudio... tengo un regalito para los dos, para que lo disfruten esta noche.

- dime, ¿de qué se trata?

- son dos piezas idénticas de body integral, desde el cuello hasta los pies, negras con encajes... son muy sexy.

Toda esta conversación transcurría mientras la pareja estaba a solas en el cuarto con el jacuzzi. No necesitaban hablar en voz alta, tan solo lo hacían susurrando. Erika sabía que Nuria no se atrevería a tomar ninguna iniciativa, y por eso estaba aprovechándose y era la que se atrevía a tocar el cuerpo de la otra. Con la mano libre buscó la entrepierna de Nuria y entrelazó sus dedos con la espesa selva de vellos púbicos,

- Eres muy peluda, Nuria

- si, desde los trece años me creció el pelo... es herencia de familia

- Y los tienes muy largos, nunca me imaginé que pudiesen ser tan largos

- si, además de abundantes son bastante largos

- y son muy sedosos... me gusta juguetear con ellos... ¿te importa?

- no chica, estamos en confianza.

- ¿te importaría si te rasco allí con mis uñas?

- no, porque te confieso que hasta me gusta la combinación de caricia con un ligero dolor

- ¿en serio? Y ¿no te duele ahora que te estoy casi enterrando mis uñas?

- si, me duele, pero se siente rico

- ¿sientes placer con el dolor?

- si, pero Claudio nunca me ha querido complacer. Es muy delicado y jamás se ha atrevido a hacerme daño, aunque muchas veces se lo he insinuado.

- es que Claudio a pesar de ser varón tiene atributos de compasión y delicadeza propios de nosotras. Fíjate de qué manera ha respondido a tu apoyo a vestir nuestras prendas íntimas.

- si, creo que en mi subconsciente una de las cosas de él que más me gustan es ese toque de femineidad que tiene. Siempre pendiente de los detalles, y muy cuidadoso en todo, aparte de su apariencia personal.

Erika se limitaba a juguetear con aquella mata de pelos, sin deslizar sus dedos más hacia abajo, y al mismo tiempo acariciaba el pezón erguido de su víctima.

- ¿y si te pelizco el pezón te dolería mucho?

- depende de lo fuerte que me pellizques.

En ese momento Nuria puso su mano sobre la barriga de Erika, aumentando el contacto entre sus cuerpos desnudos y una intimidad deliciosa que ambas disfrutaban. Lentamente comezó a acariciar el vientre de Erika, aunque nunca se atrevía deslizar su mano más al sur. Erika decidió probar hasta donde aguantaría Nuria un castigo sobre el pezón, y se lo apretó fuertemente.

- ¡ay! Ushhhh

- perdona, mi negrita.

- no, está bien. Puedes seguir

- es que no te quiero hacer daño

- si yo no te pido que pares, sigamos explorando.

Erika tomó el pezón entre sus dedos, se lo apretó muy fuertemente y lo torció

-¡aaaay!

- ¿te puedo halar los pelos de tu cuquita, mi negrita?

- anda, nunca me lo han hecho,

- Vamos a hacer este juego. Yo voy a tirar de ellos cada vez con más fuerza y tu vas llevando la cuenta.

- Bien! Me parece divertido. Anda, comienza

Erika tomó un mechón del abundante vello de Nuria y dió un tirón.

- ¡uno!

- vamos por otro

- ¡dos!

- ahora te pellizcaré el pezón entre tirón y tirón

¡tres! Uffff

Cuatro ufffffff

¡¡cinco!! ¡ay! ¡ay, mi pezón!

- ¿sigo?

- si, todavía creo que puedo aguantar

- ¡¡¡seis!!ayayay! ¡ay, mi pezón, mi pezón, mi pezón!

- voy por uno mucho más fuerte, mi negrita

- ¡aaaaayyyyy! ¡aaaaayyyyy! ¡aaaaayyyyy!

- está bien, ese fue el último tirón. Ahora cuenta hasta veinte mientras te pellizco el pezón para que no se te olvide esta travesura que hemos jugado hoy, mi negrita.

Erika torció fuertemente el pezón de Nuria hasta que esta completó la cuenta de veinte.

- Ya, Erika. No aguanto más.

- Perdona mi negrita, no quise hacerte daño.

- No, perdoname tu a mí por no haber aguantado más... mientras se abrazaba fuertemente apretando su brazo sobre el vientre de Erika.

- Ven acá, déjame acariciarte el pezón para que se te pase el dolor. No te lo volveré a hacer... a menos que tú me lo pidas algún día.

- No te preocupes, son juegos entre nosotras que aumentan nuestra intimidad y amistad... y sí, me gustaría volverlo a hacer, para que me vayas entrenando en el juego de dolor y placer.

Erika comenzó a acariciar la teta y el pezón de Nuria, y sus dedos volvieron a enredarse entre sus vellos, acariciandola lentamente mientras le daba besitos en su frente. Nuria, mientras sollozaba besaba el cuello de Erika, al tener su cabeza apoyada en su hombro. Las caricias de Erika se prolongarón más allá del último de los sollozos de Nuria.

Cuando Erika sintió que la respiración de Nuria se empezaba a agitar, lo cual era señal de excitación, suspendió sus manipulaciones y parándose le dijo a Nuria,

- Vamos un rato al sauna, ¿te parece?

- si, claro

Y tomadas de las manos aquellas dos mujeres desnudas caminaban despreocupadas y sin importar lo que las otras mujeres pensaran al verlas tan unidas, dando la impresión de ser una pareja de lesbianas. Erika tomó nota mental de aquel gusto extravagante de Nuria por el dolor. Nunca había tenido ni siquiera curiosidad por las actividades sadomasoquistas, y para ella todo esto estaba resultando un descubrimiento inesperado y le estaba gustando la idea de poder dominar a Nuria y también a mí, incluso a través de la manipulación con castigo y dolor.

Una vez en el sauna, el cual estaba desocupado, cada una se recostó y cerrando los ojos, decidieron no hablar y disfrutar el momento de relax. Nuria, con disimulo, después de comprobar que desde donde estaba, Erika no la vería muy bien, comenzó a acariciarse la cuquita, en una lenta y silenciosa masturbación. Lo que no sabía Nuria es que Erika podía verla a través de una reflexión producida en el vidrio de la puerta. Erika la observó por un rato, antes de cerrar sus ojos y dedicarse a saborear el momento, al mismo tiempo de repasar lo que acababa de ocurrir, y de modo muy especial esa experiencia con el dolor, la cual nunca había considerado.

Le gustó la sensación de poder que le daba sobre Nuria, e iba a indagar más sobre el tema, para introducirlo en sus futuras relaciones. Ciertamente se sentía muy excitada y lentamente se fue relajando, hasta que la puerta se abrió y una asiática se asomó,

- Hola, soy Lily. Cuando estén listas pueden pasar a la sala de masajes. Allí las esperamos Cindy y yo.

Erika y Nuria se desperezaron de su letargo, y poniéndose en pie, salieron del cuarto de sauna, tomadas de las manos, siguiendo a Lily, quien era la única mujer vestida en ese momento. Las condujo a una pared en la que habían mangueras y unos baldes en el piso. Lily les pidió que cada una se ubicara al lado de esos cubos, se quitó la bata que cubría su cuerpo y una vez desnuda comenzó a llenar los cubos con agua. Primero le tocó a Erika, y con una esponja Lily lavó su cuerpo. Erika no esperaba que el agua estuviese fría, y Lily se rió, diciendo,

- es lo mejor, después de salir del sauna. El contraste del agua fría favorece la circulación y disfrutarán mucho más el masaje.

Luego tomó la manguera y abriendo el chorro, salía una llovizna muy sutil de agua fría, con la cual Lily repasó todo el cuerpo de Erika. Cuando ya terminaba de lavarla, apareció la otra chica, mucho más joven, cargando una par de toallas. Era Cindy.

Mientras Lily repetía el mismo tratamiento con Nuria, Cindy secaba delicadamente el cuerpo de Erika. Después haría lo mismo con Nuria. Mientras Nuria estaba siendo secada, Erika tuvo una conversación aparte con Lily, quien asentía y sonreía ante las indicaciones que recibía.

A mis amables lectores les pido que den su voto por esta lectura

Se aceptan sugerencias sobre el contenido de los próximos capítulos.

Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

LEER MÁS DE ESTA SERIE

SIMILARES Historias

El Visitante Como un ciber ligue se convirtio en tremenda fiesta.
Ex-citacion La primera mujer que compartimos como esposos
La Primera vez Desnudas en Publico Un Accidente trae Viejos Recuerdos y Deseos
En La Playa Nudista Comienzo de nuestras aventuras. En una playa nudista...
De Vacaciones Aventuras vacacionales.
Más Historias