Somos Felices Las Tres Capitulo 15

Historia Información
Claudio y Nuria comparten con Erika su matrimonio.
1.6k palabras
5
1.4k
00

Parte 15 de la serie de 37 partes

Actualizado 06/10/2023
Creado 09/24/2020
Compartir este Historia

Tamaño de fuente

Tamaño de Fuente Predeterminado

Espaciado de fuentes

Espaciado de Fuente Predeterminado

Cara de fuente

Cara de Fuente Predeterminada

Tema de Lectura

Tema Predeterminado (Blanco)
Necesitas Iniciar sesión o Registrarse para que su personalización se guarde en su perfil de Literotica.
BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí

Y entre Erika y yo le contamos a Nuria todo lo que debíamos compartir. Ella se limitaba a guardar silencio, y yo temía que se enojara por haber sido víctima de una conspiración. Después de escuchar toda nuestra historia, se volvió a Erika y dijo.

- Mi Dueña y Señora, siento una gran alegría porque has seducido a Claudia ya que desde ese momento comenzó a prepararse el terreno para que nos conozcamos del modo en que nos hemos relacionado. Si no hubiese sido así, no estaría a punto de hacer el amor a una mujer tan bella y sexy como tú. No lo voy a ver como una infidelidad de Claudia, sino como algo que tenía que ocurrir para convertirme en tu esclava y rendirme a todo lo que tú tienes planeado para hacerme tu mujer.

- ¡Qué bella eres! Ven acá y dame un beso, pero bien grande y profundo, para que Claudia sepa que el amor que me tienes supera cualquier sentimiento de celos y algo nuevo está naciendo hoy en esta casa.. y ¡sí!, serás "mi mujer"..

- Si, mi Dueña y Señora. Desde hoy no me opongo a compartir contigo a Claudia. Siento que te debo mucho y quiero hacerte feliz.

Después de aquel jugoso y deliciosamente profundo beso, contemplado a centímetros de distancia por mí, mi erección era inevitable y distorsionaba grotescamente el delicado material del panty amarillo que Nuria me había puesto.

- Mi negrita, recoge la mesa mientras yo le doy un beso a la nueva chica de esta casa, la sexy Claudia.

Erika se me acercó, y pegando su cuerpo desnudo al mío rodeó mi cuello con sus brazos y me dió uno de esos besos que la caracterizan. Mi bichito se encontraba aprisionado entre nuestros vientres mientras nuestras lenguas jugaban dentro de mi boca. Yo podía ver cómo Nuria nos veía de reojo, y sentí que para ella la escena era tal vez un poco fuerte. Erika sin duda estaba probando la sinceridad de sus últimas palabras y jugaba con nuestros sentimientos a su gusto y placer. Al terminar nuestro beso fue hacia el fregadero, donde se encontraba Nuria lavando los platos, y se pegó contra su espalda, rodeándola con sus brazos, y tomando sus tetas entre sus manos le hablaba al oído,

- Gracias mi negrita, por ser tan amplia de mente y compartir tu esposo conmigo

- No es fácil, mi Dueña y Señora. Nunca lo había visto besándose con otra mujer.

- Lo entiendo mi negrita. Ven acá, no llores más. Déjame secar esas lagrimitas de tu bello rostro

- Todo lo acepto por lo mucho que te quiero, mi Dueña y Señora

- Y yo te prometo que jamás tendré sexo con él, a menos que seas tú quien me lo pida. Te prometo que tendré sexo solamente contigo.

- Gracias, mi Dueña y Señora. No veo la hora en que nos hagamos el amor, a solas y descubramos muchas cosas que hasta ahora son solo sueños e ideas vagas.

- Yo también quiero comerte todo, pero todo tu cuerpo este viernes, mi negrita. Va a ser algo muy lindo e inolvidable. Ahora que estoy pasando mis dedos por tu melena púbica, me doy cuenta que es la primera vez que lo hago sin que estén mojados. Me gusta cómo se sienten entre mis dedos tus largos vellos. Me provoca darte un tirón.

- Hazlo, mi amor. Ya no me importa que Claudia sepa que tú me puedes causar dolor y que al mismo tiempo me guste.

- ¿Te gusta cómo te estoy pellizcando ahora tu pezón? ¿Y te gusta cómo te estoy halando tu gran mechón allá abajo?

- ¡Sí! ¡me encanta que tú me lo hagas, mi Dueña y Señora!

- Aguanta, que ahora lo voy a hacer más duro hasta que Claudia pueda escuchar tus quejidos.

- ¡AAAAAAYYYY!

Yo estaba viendo la escena de cerca mientras me masturbaba, y me sorprendió aquel último gesto de dolor y cómo Nuria volvió su rostro hacia Erika buscando un beso, después de haber sido torturada de esa manera. Sin duda, algo muy nuevo estaba ocurriendo en nuestra casa. Erika ya había empezado a transformar nuestras vidas.

- Aguanta, mi negrita, que ahora te voy a pellizcar tus labios allá abajo...

- ¡AAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYY! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Uuuufff

- Muy bien, mi negrita. Eres una campeona... te mereces un premio... Claudia, quítate la pantaleta y siéntate en esa butaca, que mi negrita se va a clavar en tu bichito.

Yo me senté tal como Erika había ordenado, y Nuria se montó arriba de mi, y se fue introduciendo lentamente mi duro bichito. En esa posición ella podía ver y tocar a Erika, quien se puso de pie detrás de la butaca. A medida que se iba excitando, mientras se mecía sobre mí, Nuria comenzó a agarrar las teticas de Erika, y también a acariciar su cuquita. Nuria comenzó a balancearse de un modo salvaje, pues nunca habíamos hecho el amor de esa forma, y sentía que su orgasmo estaba muy cercano, a la vez que escuchaba los jadeos de Erika, indicando que el suyo también estaba muy próximo, provocado por las manos de Nuria.

La primera en acabar fue Erika, quien lanzó un aullido, lo cual disparó el orgasmo de Nuria, quien sumó sus aullidos a los de nuestra Dueña y Señora, mientras se veían a los ojos. Para mí ya era demasiado y también acabé. Las tres tuvimos un orgasmo simultáneo... ¡qué rico fue aquello!

Erika acercó su boca a la de Nuria y se besaron muy tiernamente, mientras todas íbamos recuperando nuestra normalidad. Entonces Erika rodeó la butaca, y extendiendo sus brazos llamó a Nuria. Mientras se abrazaban fuertemente, sentía los grandes pechos contras los suyos, y el manojo de pelos que se frotaba como un cepillo contra su vientre.

- Ve acá, mi negrita... estoy muy orgullosa de tí. Gracias por entregarte a mí. Te prometo que siempre cuidaré de tí como Claudia lo ha hecho y que te voy a llevar a conocer placeres que nunca has probado. Vamos a tomar una ducha, mi amor.

A Nuria le gustaba mucho ese "mi amor" que ya por segunda vez usaba su Dueña y Señora. Ambas fueron a la habitación principal, abrazando sus cinturas y dándose tiernos besitos mientras sus respectivas caderas al bambolearse al andar se golpeaban entre sí. Nuria abrió la llave del agua y mientras esperaban que saliese caliente se dieron un beso profundo, sonoro y húmedo. Y yo, allí enfrente de ellas contemplaba cómo el amor lésbico se había instalado en nuestra casa y Nuria lo disfrutaba al máximo... y yo también.

Dentro de la ducha, Nuria se volvió un pulpo, manoseando el cuerpo de Erika, enjabonando su cuerpo más de la cuenta, con la excusa de tocarla, sobarla, apretar su cuerpo contra el de su Dueña y Señora, hasta que ésta le pidió que la acariciara como había hecho el día anterior en el spa.

Erika se separó los labios para que los dedos de Nuria tocasen más adentro y la excitara aún más. Nuria se pegó a la espalda de Erika y le frotó con suavidad y lentitud la vagina, metiendo un dedo, sacádolo para recorrer toda la raja y frotar su clítoris y a continuación volverla a penetrar esta vez con dos dedos, en una acción repetida muchas veces y muy prolongada, mientras el agua que caía de la regadera se repartía entre los cuerpos de aquellas dos hembras ardientes, hasta que Nuria sintió el cuerpo de su Dueña y Señora ponerse rígido, justo antes de comenzar a convulsionar como producto de un orgasmo prolongado y acompañado de un ronco gemido y posteriores temblores mientras su cuerpo era sostenido por los brazos de Nuria, hasta que finalmente sintió que podía sostenerse en pie. Se dio vuelta y tomando la cara de Nuria entre sus manos le estampó otro beso profundo.

Y todo esto ocurrió delante de mí, pero ellas actuaron como si yo no estuviese, ignorándome por completo. No sería la última vez en que se entregarían al amor lésbico sin importarle mi presencia, ni tomándola en cuenta.

- Ahora seca mi cuerpo, mi negrita. Y después que hayas secado el tuyo te espero en tu cama.

- Ahora mismo, mi Dueña y Señora.

- Sabes que mientras me secas, y a cualquier hora y lugar puedes besarme cualquier parte del cuerpo que quieras, mi amor

- Eso haré, mi Dueña y Señora

- Ok. Ya estoy seca, te espero en tu cama... gracias por tus tiernos besitos, sobre todo los que me acabas de dar en mi culo y en mis pechitos.

- Si, mi Dueña y Señora

- Ven acá. Acuéstate a mi lado. Vamos a descansar mientras nos abrazamos

- Me encanta sentir tu cuerpo pegado al mío, mi Dueña y Señora

- Y a mí, sobre todo tus pezones puntiagudos clavados contra mi espalda y ese mechón tuyo que me cepilla el culo.

- gracias, mi Dueña y Señora por regalarme estos momento y permitirme servirte y hacerte feliz. Te amo.

- vamos a hacer una siesta, mi amor, antes de que me tenga que marchar

- si, mi Dueña y Señora. Ojalá llegue el día en que no tengas que irte nunca

- ojalá. Eso es algo que debemos discutir con Claudia. No sería mala idea que me mude a vivir con ustedes, para que seamos felices las tres.

- duerme, mi Dueña y Señora, duerme, mi bello amor.

- ¡qué ricos tus besitos y tus caricias, mi amor, nunca dejes de adorar mi cuerpo con tus caricias y besos

- es un auténtico placer para mí, mi Dueña y Señora.

- ahora, durmamos, mi negrita... descansemos.

Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

LEER MÁS DE ESTA SERIE

SIMILARES Historias

Ex-citacion La primera mujer que compartimos como esposos
Tienes Un Email Tu novia quiere excitarte mientras trabajas.
El Regalo de Cumpleaños Que Deseaba Un cumpleaños donde se realiza una fantasia bastante fuerte.
Rencuentros Hay personas en tu vida que te marcan.
Bruxa: Uma História de Sexo Ch. 02 Uma garota descobre que tem habilidades para magia.