Sorpresa Para Tres Ch. 01

Historia Información
Una sorpresa para mi amor -1 parte
796 palabras
4.25
4.2k
00

Parte 1 de la serie de 2 partes

Actualizado 01/05/2022
Creado 02/25/2015
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Me has citado una vez mas en un hotel de lujo de las afueras.Hace frío, pero estoy sudando. Has insistido mucho en el sitio y en la hora. Pero parte de la emoción es parecer fría. Asiento a todo.

Estoy esperándote, siguiendo tus instrucciones: sin maquillaje ni perfume, duchada solamente, ropa interior negra con enagua de seda, tanga, medias de liguero, traje fácil de quitar, tacones.

Oigo tu llamada. Te abro la puerta sin hablar. Nada mas cerrarla me aplastas contra la pared y cierras los ojos. Me hueles, me sientes y poco a poco empiezas a acariciarme y a desnudarme. Te muestras satisfecho sin decir nada: tus manos se apropian de mi culo, tus dedos acarician mi vulva. Sigo inmóvil, como te gusta. Tu erección empieza a crecer y tu respiración cambia. Me coges por los hombros y me alejas para ver mi cara: debo estar colorada porque sonríes. Tu mano izquierda pellizca un pezón mientras que la derecha estruja mis nalgas. Estamos así unos segundos que me parecen minutos. Me vas llevando hacia la cama y me tiras sobre ella. Poco a poco me desnudas, dejándome solo con las medias y las perlas puestas, mientras te quitas la ropa sin prisa. Tu traje a medida, tan pesado, tu reloj que siempre me acabas clavando en el cuerpo, la corbata, la camisa, los calzoncillos. Pero no me penetras de golpe. Primero me acaricias con las manos y empiezas a darme pequeños mordiscos, de los que no marcan. La oreja, el cuello, bajas por mi pecho. Chupas mis pezones pellizcándoles, los mordisqueas hasta que notas que me estremezco. Me dejas acercarme a tu torso y chuparte tus pezones con la lengua, como lo hacen los tíos que se acuestan entre ellos. Sé que te excita y lo noto porque tu respiración ha cambiado y se ha vuelto mas pesada. Me sigues acariciando con la lengua por la tripa, hasta que llegas a mi pubis rasurado y a mis labios abiertos. Me lames el coño con delicadeza y me penetras a la primera, con fuerza. Porque estaba abierta y mojada. Sacas y metes tu picha despacio pero hasta el fondo, mientras que notas como mi espalda se arquea de gusto y empiezo a jadear con los ojos cerrados.Te corres enseguida con mis piernas rodeando tu cintura y te quedas inmóvil, pesado sobre mi cuerpo .

Todavía no me has dirigido la palabra, pero yo sigo muda por si acaso .

- Tengo una sorpresa para ti.

- ¿Que es?

- Una sorpresa. No vale preguntar. Vete a ducharte y vístete otra vez, pero no te pongas nada.

Obedezco dócilmente. Me ducho con agua templada y luego fría, para estar alerta y rosada. Me visto y me peino en completo silencio. Solo se oye mi respiración .

El mientras tanto se ha vuelto a vestir de ejecutivo agresivo. Se mira en el espejo para atarse bien la corbata de seda y sin darse la vuelta me dice:

- Túmbate y pon una película porno en la televisión. Ahora vuelvo. Cierra las cortinas y apaga la luz.

Se va dando un portazo. Yo enciendo la televisión y pongo una película porno de entre los muchos canales que ofrece el hotel. La cuenta será de muerte pero me da igual . Me quedo adormilada entre tanta almohada.Ya tenía preparado en la mesilla sus consoladores favoritos, condones, crema lubricante, unas esposa y unas pinzas para los pezones atadas por una cadena. Los juegos que te gustan .

Me despierta un golpe en la puerta. Me pongo los tacones y abro enseguida.

- Hola

oigo una voz azucarada, extranjera detrás tuyo. Levanto una ceja pero me miras y me besas en la boca.

- Es mi regalo. Toda tuya.

Lo has murmurado en mi oreja y me has dado un mordisco ligero en el lóbulo, sé que estás excitado y quieres algo de mí.

Casi me caigo del susto. Detrás tuyo, una chica rubia, mas joven que yo, con una boca muy pintada, piel muy blanca, muchas curvas. ¿Ahora qué pasará? ¿Qué hace esta chica aquí ¿ ¿Será una puta que te has traído para follártela delante de mí? Estoy tan sorprendida que me quedo con la boca abierta como un pez fuera del agua. Te das cuenta y me empujas hacia atrás. Entro y cuando pasáis delante de mí cierro la puerta. Te has debido de tomar un café esperándola porque hueles a humo de puro y a capuchino. Ella viene de la calle porque entra con prisa, como si tuviera frío. Lleva botas de tacón fino y alto, unas medias de lujo, un traje de chaqueta muy ajustado negro y unos ojos muy maquillados. Tiene una boquita pequeña pintada de rojo fuerte y un bolso enorme de charol.

Continuará.

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