Doble Placer

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De verlo en un video a hacerlo realidad
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Parte 26 de la serie de 46 partes

Actualizado 09/07/2023
Creado 08/08/2023
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Desde que nos conocimos de novios a los dos nos ha gustado tener sonidos de sexo de fondo. Cuando nos casamos y fuimos a vivir juntos contratamos prácticamente todos los canales premium de Porno para tener más variedad, pero la verdad es que nos terminaron cansando; siempre las mismas historias, puro relleno y cada vez más, mas, más y más falsedad. Los gemidos dejaron de sonar rico, naturales y excitantes, ya era tan ridícula la decadencia de la industria del porno que en vez de calentarnos nos hacía reír.

Empezamos a buscar más alternativas y nos interesamos algo por el tema de los clubes swinger, las cosas en vivo y con personas de verdad seguro iban a ser muchísimo más excitantes. No nos atrevíamos a participar, solo nos gustaba mirar, guardar esas imágenes para más tarde en la cama usarlas como aliciente.

Sin embargo, ida tras ida, empezamos a conocer parejas demasiado interesantes con los que luego forjamos amistad, ya no solo era cuestión de bares swinger, sino que también salíamos de rumba a bailar y tomar algo en plan relax. Con ellos creamos un grupito más privado en Signal (un clon de Whatsapp) con temporizador de 5 minutos y alertas en caso de que alguno tomara un pantallazo, compartíamos todo tipo de porno sobre todo amateur y los que se animaban, pues también subían fotos o videos teniendo sexo o exponiéndose en público.

Ese toque de realidad era lo que nos hacía falta, nos manteníamos recalientes y no nos podíamos ver en la casa en ninguna habitación porque terminábamos follando. Nos llegó carta del administrador pidiendo que respetáramos el descanso de los demás por continuas quejas de los vecinos. La verdad tratamos de no molestar a nadie, pero debo confesar que cuando estoy muy excitada soy bastante gritona y ni me doy cuenta. Asi que decidimos bajarle un poco las revoluciones en casa, pero una o dos veces al mes nos íbamos a motelear para estar más tranquilos.

---

En esta ocasión habíamos pedido recomendaciones de videos en el grupo de Signal y nos mandaron un playlist bastante interesante. Empezó suave con parejas teniendo sexo normalito, unas cuantas mamadas deliciosas, otras teniendo sexo exhibicionista, luego un trio con dos nenas espectaculares que aun siendo hetero me logro calentar, aunque obviamente mucho más a mi esposo.

En medio de recuperarnos para el segundo polvo y mientras hablábamos cochinadas ahi en la cama llego un nuevo mensaje con un video adjunto y un mensaje "super recomendado si les gustan los juegos de roles".

Lo retrasmitimos al TV se oscureció la pantalla y sonó una música que iba en crescendo. Una carroza por un camino de piedra y los cascos de un par de caballos retumbar. Asi de lado mientras nos quedamos mirando hasta que una pareja muy elegante bajo del coche y antes de entrar a una casa el hombre le venda los ojos.

Adentro los estaba esperando otro hombre desnudo, delgado, pero con los músculos marcados, con un miembro grandote y lleno de venas que colgaba relajado entre sus piernas. Su acompañante le da una nalgada y la empuja hacia el otro hombre y se queda viendo lo que hacen.

Mi esposó me ha mandado la mano a mi sexo y la ha sacado completamente brillante de lo mojada que estaba. Me acomodé de tal forma que se lo pudiera mamar sin dejar de ver la escena y luego cuando se la empezó a comer me le monté dándole la espalda para poder mirar directo al TV.

Cuando se la empezaron a comer entre los dos, me sorprendió lo fácil que me vení con solo acariciarme el clítoris. La acomodaron para hacerle una doble penetración, me agarré las nalgas me las abrí y mi esposo se remojo el pulgar y me lo metió por detrás.

- AY JUEPUTA QUE RICO

- SI AMOR ASI ASI --empujaba su dedo en círculos-- QUE RRRIICCCCOOO --me agarraba las nalgas con sus otros dedos--

No recuerdo haber gritado tanto como esa noche, mi esposo se vino cuando la chica hizo esa cara deliciosa de orgasmo y al sentir su calor dentro de mí y su miembro palpitando ma apresuré a estrujar más rápido mi clitoris en círculos hasta que me vine de una forma tan deliciosa que las sábanas quedaron mojadas. Caí de espaldas con la respiración entre cortada sobre él, me colocó su mano por la cintura sin sacarlo y se acercó a mi oído.

- ¿Te gustaría?

- Qué cosa --respondí risueña--

- Dos hombres

- Uff me ha volado la mente --reía como niña chiquita algo apenada--

- ¿Por qué no me habías dicho?

- No sé

- ¿Ya lo habías pensado?

- ¿Te acuerdas que ya lo habíamos visto en el canal de porno?

- Si

- Pues la verdad cuando me sonó la idea, pero luego viendo como la trataban no me gustó y hasta ahí llegó, pero este video, madre mía, ese par sí que sabe lo que es comerse una mujer para hacerla feliz

- Ya entiendo, ósea en éste ella es el centro de atención

- Exacto, es lo que te he dicho que me aburre del porno hecho para hombres, puras imágenes y escenas sin fundamento

- Si tienes razón, el placer de este tipo de videos no lo alcanza una super producción guionizada

- Exacto, igual esto es premeditado, pero los dejan improvisar y que disfruten. Eso fue lo que me enloqueció, que se veía que todos lo estaban disfrutando --tragué saliva--, sobre todo ella

- Bueno tal vez... algún día te de la sorpresa

- Yo me dejo sorprender jajajajaja

Esa noche la pasamos deli. Obviamente en el grupo de Signal agradecimos por la recomendación animándonos a enviar nuestro primer audio mientras me volvía a follar en cuatro volviendo, continuando con el video, viendo la misma pareja que ahora tenía una invitada en su casa y se la follaban entre los dos, ella con un arnés.

Me sacó hasta la última gota de humedad que podía salir por mi sexo y aproveché que las dos nenas se lo empezaron a mamar al man, le pedí que no quitara sus ojos de la pantalla imaginando que eran ellas hasta sacarle una deliciosa ración de leche que me tragué con gusto.

Me acosté encima de él con los ojos cerrados, recibiendo sus caricias en mi espalda.

- ¿Y este, te gustaría? --me pregunto--

- Rico ver, no te digo que no, pero me ha calentado más el otro

- ¿te animarías a estar con una nena?

- Bueno no sé, tal vez, pero por experimentar --dije no muy convencida--

- A mí me gustaría verte con una nena te confieso

- Yo sé --me reí con fortaleza-- tal vez algún día muy borracha ¿quién sabe?

- Tocara ir más seguido al club

Aunque afortunadamente él no es de las personas que se limita a decir que algo no le gusta, sin al menos analizarlo. Hasta porno gay habíamos visto juntos, pero a ninguno de los dos nos había excitado mucho que digamos. Me levanté para mirarlo a los ojos apoyando mis manos en su pecho quedando a horcajadas.

- Yo si no te quiero ver con otro man --carraspeé--

- Yo tampoco --se rio-- me veo en esas

- Aunque si alguna vez quieres probar... no tengo problema

- Por ahora no amor y mientras estés conmigo sí que menos, vos me das todo y más de lo que necesito

Le sonreí, nos dimos un beso y me recosté de nuevo en su pecho y nos quedamos dormidos.

---

Con el intercambió del audio esa noche nos volvimos un poquito más atrevidos, compartíamos más audios y hasta fotos subidas de tono, pero sin mostrar nada explicito ni mucho menos las caras o partes del cuerpo con los tatuajes. Las noches en el bar swinger eran más alocadas y aunque seguíamos sin participar nos encantaba las noches de los jueves en las que había micrófono abierto para contar tu sueño erótico.

Una de esas noches bastante tomada, me animé a subir y contar la historia de ese video como si fuera la protagonista y le llovieron ofertas a mi esposo para ayudarlo a hacerla realidad, pero él no se lo tomó tan bien. A la final una nena que se había excitado bastante con mi historia decidió darle el placer de verla con dos hombres al tiempo y me ayudó a alivianar la situación redirigiendo las intenciones de los otros hombres interesados hacía ella.

El tema se quedó en el olvido, no le volvimos a tocar, ni a darle muchas vueltas.

---

Mi esposo se iba a graduar de su especialización, me pidió que nos vistiéramos elegantes para ir a celebrar. Él estaba completamente con un traje, corbata y mancuernas de plata. Yo me coloque un vestido enterizo serio, con los hombros y espaldas descubiertas, falda corta sin que se viera demasiado vulgar, tacones altos y una chalina fresca para cubrir los hombros.

La ceremonia fue corta, pero muy emotiva. Fuimos a comer a un restaurante lujoso en el cual todo me gusto, excepto el tamaño de los platos, demasiado pequeños, apenas como para degustar. Nos tomamos un par de copas de vino para brindar por sus grados y porque pronto llegarían los míos.

El plan era ir a rumbear, pero en vez de seguir por ls ruta acostumbrada tomo un desvió hacia una vereda con calles estrechas.

- ¿A dónde vamos?

- Por mi regalo de grados --contestó serio sin quitar la mirada de la vía--

- En serio... dime

- En serio

La carretera cada vez se hacía más estrecha y la frecuencia del alumbrado público era cada vez más distanciado dejando espacios en oscuridad total. Las lomas eran tan empinadas que le tocaba sobre esforzar el carro para subirlo pasado de revoluciones, si yo fuera manejando me habría muerto de susto pensando que el carro se me iba a devolver por falta de fuerza.

Giró al a izquierda, tomamos un camino lleno de baches, pero al menos casi plano que daba una hermosa vista hacía la ciudad, la cual se veía lejos y a la distancia. Pasamos una entrada de madera para tomar unos rieles de cemento, miré hacia atrás y vi cómo se cerraban automáticamente al pasar.

Se estacionó a las afueras de una casa modesta, pero muy bien mantenida con las llantas casi al límite de un barranco.

- Esto no lo vamos a necesitar

Me quitó la chalina que usaba para cubrir mi cuerpo del frio y la tiró en el asiento trasero.

Se bajó del carro, dio la vuelta y me abrió la puerta para ayudar a bajar. Pasó su mano por mi cintura para ayudarme a caminar porque se me doblaban los tobillos caminando con los tacones sobre la grava.

Al subir las primeras escalas me dio la vuelta y sonrió curvando su boca. Me acarició el brazo y subió su mano hasta mi rostro de forma cálida.

- Te amo mamacita

- Yo te amo más --le di un beso--

Sentí su mano subir por mi espalda y me asusté al ver con el rabillo del ojo una sombra que se acercaba por mi espalda.

- Relax no pasa nada --me dijo entre risas--

- ¿Qué haces?

- Taparte los ojos

- ¿Por qué?

- Porque quiero que disfrutes con el reto de tus sentidos

- ¿Disfrute?

- Si, exacto

- ¿Qué cosa?

- ¿Ya no te acuerdas?

Obviamente que si lo recordaba y esta recreación me ponía a mil. Se me salió una risita tímida y los cachetes se me acaloraron.

- ¿No se supone que hoy debería ser tu regalo?

- Y lo vas a ser

Me terminó de cubrir la cabeza, un pasamontaña de cuero por fuera y una tela suave por dentro agamuzado. Cubría totalmente mi vision, dejaba un pequeño triangulo por donde podía sacar la nariz y un espacio amplio donde podia tener la boca y mentón por fuera. Luego sentí como pasaba una correa de la misma capucha por mi cuello y la ajustaba delicadamente con una hebilla sin causar molestia.

- Solo te voy a pedir algo --hizo una pausa larga-- nada de hablar y nada de preguntas ¡ni hoy, ni nunca!

- Esta bien

- Quiero que disfrutes al máximo, pero si algo no te gusta lo dices y lo cambiamos

- ¿Cambiamos?

- Si nosotros

Escuchar ese "nosotros" me hizo humedecer toda la ropa interior y que todo mi cuerpo se estremeciera. Se me acerco, sentí su respiración en mi boca y su aliento cálido. Abri mis labios esperando recibir los suyos y me robo unos cuantos gemidos jugueteando con mi lengua mientras que levantaba el vestido dejando que mi sexo chocara con el frio del ambiente. Me excité con su beso y al sentir sus manos apretándome las nalgas le mordí el labio.

- Ay dios, como me excitas

El no poder ver da una especie de sentimiento de vulnerabilidad, pero a la vez me encantaba saber que alguien más podía estar viendo lo que me estaba haciendo ahí al aire libre. Escuché como se abría la puerta y me exalté un poco. Reía nerviosa y expectante tratando de intuir por el volumen de los pasos que tan cerca estaba.

Una persona se acercó detrás de mí, me pasó la mano por la cintura, olió el cabello casi como lo hacen los psicópatas y me beso apoyando ligeramente el cuello pasando su lengua.

- Ahhhh --no pude evitar que se me escapara un gemido-

Podía sentir la risa en los labios de mi esposo, le encantaba que tan pronto me hubieran puesto así. La otra persona subió su mano hasta mis pechos, apretándolos delicada y sensualmente. Por el olor de su perfume y la erección que empujaba contra mis nalgas, al fin pude estar segura que se trataba de otro hombre.

Mi esposo empujo mi rostro hacía un lado y al tener contacto con los labios del otro hombre, pude notar una espesa barba la cual uso luego para jugar en mi espalda desnuda llenándola de pequeños mordiscos mientras que yo disfrutaba de nuevo los de mi esposo.

- Ahhh aahhhhh ay dios me muero

Gemía como loca, me tapé con la mano y mi esposo me la quitó con fuerza.

- No no, pues como mamacita, nada de eso, acá podés gritar todo lo que queras, eso precisamente es lo que quiero, escuchar como disfrutas

- Esta bien --respiraba agitada-- esta bien ahhhh ahhhhh

Mis gemidos iban en aumento, me enloquecía sentir sus manos y bocas pasar por mi cuerpo como si un pulpo gigante me estuviera engullendo a las profundidades del océano. De pronto, sentí con el miembro erecto del hombre se acomodaba entre mis nalgas y empujaba hacía adelante, me pasó el brazo por la cintura y me levantó como si no pesara nada.

Me solté a reír, al sentir como me llevaban adentro casi levitando, debía ser un tipo bastante grande para cargarme de esa manera sin siquiera notarse esfuerzo en su respiración. Terminó de subir los escalones la puerta se cerró detrás de forma contundente lo cual me hizo asustar y brincar un poco.

- Ey ey relax --volvió a decir mi esposo con tono calmo--

Era difícil tratar de saber que pasaba y estar tranquila sin poder ver, al parecer los otros sentidos se agudizan y el cerebro se pone en alerta. Respiré profundo y traté de calmarme, igual mi esposo estaba ahi para mí.

Adentro se sentía mucho mejor, cálido y con un olor a leña quemada que me indica a que había una chimenea o algo de fuego para mantenernos en calor, me parecía gracioso pensar que yo estaba tan caliente que creo que ni el mismísimo polo norte necesitaría fuego para mantener la temperatura.

Sentía como el otro hombre se tomaba un tiempo para contemplarme, como un felino acechando su presa sintiendo como su boca se llena de saliva imaginando clavarle el diente. Dió una vuelta a mi alrededor con sus manos en mi cintura, se paró al frente, me levanto el mentón y entrego su pulgar a chupar, lo cual hice con gusto.

Su perfume, que estaba más concentrado en sus muñecas, me volvió a impregnar las fosas nasales las cuales le llevaron la señal a mi cerebro de abrir las compuertas de mis fluidos como si se tratara de una represa a punto de estallar. Mi ropa interior, total y completamente empapada.

Bajo en medio de mis senos, levantó el vestido metiendo su mano debajo de mis tangas y al sentir mi humedad hizo un delicioso ruidito de placer.

- ¿Te gusta así toda mojadita?

- Te lo dije ¡nada de hablar! --me advirtió-- ¡nada de preguntas! --reforzó con tono regañón--

- Lo siento, lo siento, solo quería suavizar el ambiente

- Shhhh shhhhh --me cayó el hombre con su dedo índice--

Colocó su mano en mis labios, pasando su pulgar de un lado a otro dejando colgar mi labio inferior. Por mi espalda llegó mi esposo, luego de acariciarme los hombros y pasar la yema de su dedo desde la parte baja de mi espalda hacía arriba, soltó el botón superior y abrió lentamente el cierre trasero y entre las cuatro manos fueron diluyendo la ropa hacía el suelo.

Unos labios se acercaron y sabía que se trataba del otro hombre por su barba que me provocaba cosquillas y el delicioso olor de su perfume. Me besaba ampliamente, abriendo su boca, jugando con mis labios de forma erotica y con su lengua juguetona. Sentí la libertad de mis senos al soltar los ganchos del brasier, él los tomó gustoso entre sus manos y mi esposo se encargó de quitarme las tangas y de amasar mis nalgas mientras me besaba el cuello.

- Ahhhh aaaaaahhhhhhh

Quería decir de todo, mil palabras, insultos, pero no podía. Tenía que aprender a disfrutar esta noche de algo diferente y comunicar lo que sentía o no con mis gemidos y con mi cuerpo. No tenía que hacer ningún esfuerzo para que mis gemidos salieran tal cual como los sentía.

Desde el hombro, la mano de mi esposo bajo con cariño hasta mi muñeca y la empujó al frente para que tomara el miembro del otro hombre. Reí al sentir lo abultado y duro que estaba. Eso también me daba un poco más de seguridad, saber que él estaba de acuerdo en consumir de su acompañante sin reproche y me animaba a hacerlo.

Mientras me llenaban de besos les agarraba el paquete a ambos y volteaba la cabeza buscando cambiar de labios. El otro hombre era tosco, brusco, se apoderaba de mis senos metiéndolos en su boca, chupando con fuerza como si quisiera sacar la leche que nunca ha salido de ahí. Él fue descendiendo besando mi vientre abriéndome las piernas y levantando una sobre su hombro para dejar mi sexo en su boca.

Los gemidos iban en aumento, mi esposo me apretaba los senos desde atrás, me lamia el cuello de abajo a arriba y me restregaba su miembro entre las nalgas mientras el otro hombre me comía el sexo con hambre, separando los labios con lengua, dejando su labio inferior en medio para mantenerlos abiertos y encarar mi clitoris con la punta de su lengua.

- AAAAAAAAAAAHHH AAAAAAAAAAAHHH

Mi esposo bajo llenando de besos mi espalda, me abrió las nalgas y con solo tocar con la punta de su lengua mi asterisco no lo pude evitar.

- AAYYY DDDIOOOOSSSSS

Se separó y me mando a callar con un shhhhhh que dio vueltas en mi cabeza. Apreté los labios para tratar de aguantar y de nuevo me atacó la retaguardia dando círculos con su lengua y luego empujando la punta hacía adentro.

- AGGGGHHHHHH

Me apoyé de la parte trasera de sus cabezas para poderme sostener y no perder el equilibrio y por el morbo de poder empujar hacía adentro cuando se separaban para tomar aire. Se colocaron de pie al tiempo como si se hubieran puesto de acuerdo, el hombre me besaba y resoplaba con su nariz sin dejar de agitar su mano en mi sexo la cual sonaba cada que empujaba sus dedos hacía mí.

Su mano salió de mi sexo empapada, escuché como la chupaba y saboreaba a escasos metros, reservando un par de dedos para mí los cuales metió y chupé entre risas dándole una pequeña muestra de lo que podía hacer con esa boquita.

Me empujó del hombro gentilmente para que me hiciera de rodillas, mientras bajaba me pase la lengua alrededor de los labios para mojarlos exhibiendo una risa lujuriosa. Al fin iba a degustar y sentir realmente que tan grande la podía tener. Guio mis manos a su miembro que estaba abultado debajo de su pantalón, busque tanteando el camino hasta encontrar su cinturón, le quite la hebilla y bajé sus pantalones. Jugué un poco más sobre sus boxer con mis dedos acariciando su miembro, coloqué las manos al lado de los elásticos para bajarlos con premura y sentí como su miembro me golpeaba en la cara, lo cual me causo bastante gracia.

Me llené de saliva las manos y empecé a masturbarlo tratando de tantear mejor la forma y tamaño. Creo que era bastante parecido al de mi marido, tal vez un poco más pequeño, pero si era bastante notoria una inclinación hacia un lado. Estaba lista para meterlo a la boca, lo tome con decisión empuñando la mano, pero desde atrás mi esposo me detuvo.

Se escucho como rasgaba un sobre metálico para sacar el preservativo, el hombre se vistió el glande y mi esposo me empujó desde atrás para que lo ayudara a terminar de vestir, empujando con fuerza mis labios hasta extender por completo el latex en su miembro y agradeciendo que fuera de sabores porque odio mamar cuando sabe solo a plástico.

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