El Feriante. Parte 03.

Roy se quedó dormido primero y su reconfortante ronquido pronto surgió con su hipnótico ritmo. Me acurruqué en la cama y disfruté de ello.

Parecía que no había nada en ese hombre o en su rutina que no atrajera mi sensación de bienestar. Incluso su imponente presencia física me hacía sentir más seguro que intimidado. La intensidad de los sentimientos que tenía hacia él antes de esta oportunidad de viajar con él, palidecía con la actual.

Intenté recabar en mi memoria tales sentimientos por alguien antes, incluyendo familiares de sangre. No se me vino a la cabeza ni un solo ejemplo. Antes de que me diera cuenta, el soporífero sonido de él en su sueño una vez más, me acompañó al país de los sueños.

El siguiente día fue ciertamente uno muy ocupado, sin duda. Me impresionó la forma de cómo los hombres ya adultos con los que nos encontramos, respondían ante su autoritaria presencia. Parecía que tanto sus empleados como yo, estábamos ansiosos de agradarle. Me enorgullecía ser su amigo y su compañero de viaje.

Terminamos con ellos antes de lo esperado y avanzamos mucho más en nuestro programa poniendo un anuncio en el periódico local esa misma tarde. Antes de las cuatro ya estábamos en nuestra habitación jugando a las cartas. Empezó enseñándome 'el arte y la ciencia del póker', sin el cual, según él, ningún feriante podía estar sin conocer.

Antes de las seis ya habíamos encontrado un nuevo restaurante que probar. Observó que las porciones de comida de la noche anterior habían sido más bien escasas comparadas con las del Gold Star. Pero este se adecuaba más a sus gustos. Terminamos poco después de las siete y la luz en el cielo empezó a oscurecerse.

"Bueno, parece que mañana va a ser uno de esos días inesperados. La caravana no va a llegar aquí hasta el jueves y nosotros ya hemos terminado con todo lo que teníamos que hacer hoy. ¿Quieres que vayamos al autocine?"

"'¡Claro!"

De dos a cuatro horas en tan estrecha proximidad con él tenía, naturalmente, esa habitual atracción para mí. Localizamos la dirección de donde estaba y vimos que era a las afueras de la ciudad. Estaba un poco deteriorado y ponían una doble sesión de versiones antiguas de '007, 'El Doctor No' y 'Desde Rusia Con Amor'.

La expresión de Roy mientras mirábamos a Sean Connery actuando durante la película, parecía un poco extraña, especialmente durante las escenas de sexo. Parecía ser admiración, pero teñida de un poco de añoranza, quizás.

Cuando nos marchamos, Roy dijo "es desde luego un muchacho bastante atractivo, ¿no? Siempre deseé haberme parecido a él a esa edad. Entonces podría ser que yo ya no estuviera soltero."

La palabra 'muchacho' me resultó bastante extraña. Excepto por el hermoso cabello plateado de Roy, tanto uno como otro se parecían bastante a mis compañeros de donde yo estaba a los dieciocho años.

"Parece que siempre consigue a la chica," bromeé.

Roy me miró con una sonrisa extraña.

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Texto original: https://www.literotica.com/s/the-carny-pt-03