Mi despertar Lésbico

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Me hacía falta al menos cruzar unas palabras, al menos despedirme, pero de decidí no interrumpirla. Bajé por el ascensor al parqueadero y cuando estaba a punto de encender el carro sonó mi teléfono.

- Yoli noooo ¿te fuiste?

- Jefe la vi tan ocupada que no quise interrumpir

- Ay no, yo te necesitaba, pero no hay problema nos vemos mañana que descanses

- Estoy en el parqueadero, si quieres subo

- No no fresca, es una bobada

- No creo, con esa cara de estrés que tenías, ya subo

- De verdad me muero de vergüenza

---

Entré a su oficina y se le iluminaron los ojos. Frunció sus cejas, se sacó el lápiz de la boca y me señalo con el.

- Si me vuelve a decir jefe, dejamos de ser amigas

- Cuando te dije je... a si ya se --me encogí de hombros con cara de puchero-- lo siento

Se levantó, me dio un gran abrazo, de esos electrizantes que te llenan de energía y se volvió a centrar en su silla.

- ¿Tu eres buena en excel cierto?

- Algo así

- ¿Sabes de tablas dinámicas?

- Sip, las vi hace poco en un curso

- Eso escuché de Juan Carlos, me dijo que tus últimos reportes son casi obras de arte

- Tampoco es para tanto

- Yo solo digo que tu nombre resuena mucho entre los jefes

- ¿Ah sí? que buena noticia me acabas de dar, ya solo necesito que te asciendan para yo poderme quedar con esta oficina

- Me parece una idea perfecta y te heredo también estos reportes se m... --se mordió la boca para no terminar la palabra---

- A ver... muéstrame que es lo que necesitas

Descargue mis cosas en una de las sillas de visitantes y arrastre la otra al lado de la suya.

Ella quedó más adelante de mí. Trataba de explicarme lo que quería, pero me distraje viendo cómo se enroscaba su cabello y lo aseguraba con el lápiz en una moña y dejaba su largo cuello al descubierto. Me moría de ganas por posar mis labios en ese cuello, pero me sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos.

- Espera espera... de nuevo

- Viste, yo sabía que no te debía molestar, esta vaina es horrible

- No no, es que quiero estar segura de que si entendí bien

Me volvió a repetir todo con detalles. La pobre estaba super perdida, para poder hacer lo que necesitaba aún le faltaban varios datos y primero tuvimos que recopilar esa información de otras fuentes de datos antes de comenzar y cuando ella miro el reloj estaba rondando casi las 11 de la noche y ya ni un alma rondaba en el lugar.

- Ay no Yoli, mira la hora que pena, vaya tranquila descanse que yo con esto ya me defiendo

- No, no seas boba

- Al menos déjame invitarte a comer algo ¿pizza, chino o que te gusta?

«Vos, me gustas vos» escupía casi a gritos y emocionado esas palabras mi cerebro, estoy segura que hasta le mando la orden a mi boca para que lo dijera, pero la otra neurona cuerda alcanzo a cancelar esa orden.

- No, se demora más el domicilio que nosotros en terminar esto, créeme que la tabla dinámica es lo de menos teniendo los datos correctos

- Me da vergüenza con vos, al menos me dejas invitarte a tomar algo cuando salgamos

- Ay jefa... sorry sorry sorry jajajaja Meli, Meli. Yo soy remala para tomar en semana, me da durísimo levantarme

- Ah no, es que mañana no pienso venir temprano, es más no pienso venir y vos tampoco, ya le mando un correo a Juan Carlos diciéndole que te quedaste a ayudarme

- No, Meli no es pa tanto

- ¿Cómo qué no? aca estamos doblando turno, tenemos que descansar

Ella mandó el correo desde su teléfono para no interrumpirme en el portátil.

- Ya está, mañana no trabajas, así que ya no me puedes decir que no

- Esta bien, pero no cantes victoria, a ver si esto nos da, mira te enseño...

Arrastre con el ratón un par de columnas, cambie la fórmula de agregación y casi como magia salió toda la información que necesitaba.

- ¿Ya? --volteó a mirarme sorprendida--

- Si, ya, eso era todo viste

- ¿Como hiciste eso? ¿Porque lo haces ver tan fácil?

- Bueno, es que una vez lo aprendes es una bobada

- No eso no tiene nada de fácil, eres una maldita nerd

Me dio una super abrazo, colocó sus manos en mis cachetes y me dio picos por toda la cara mientras yo me moría de risa.

- Ya ya ya exagerada

Ella se quedó callada mirándome fijo a los ojos y mi cara de risa se transformó a nerviosismo. El corazón bombeaba a punto de estallar y sentía el sudor frio en mi espalda.

- Meli, porfa no me mires así --dije mordiendome los labios--

- No puedo, me encantas

Traté de quitar sus manos gentilmente para huir, pero ella me tomó con más fuerza y se acercó hacia mi tratando de besarme.

Me escapé levantándome de la silla y me quedé ahí de pie escandalizada. Mi cuerpo quería salir corriendo, pero mi mente estaba tan shockheada que no era capaz de mandarle la instrucción a mis piernas.

- Yoli, lo siento --se levantó de su silla-- de verdad lo siento, me equivoqué, pensé que a vos...

Me tiré a sus labios y casi me derrito con solo sentir el contacto. Su lengua alrededor de mi boca, me hizo temblar las piernas y me tuve que apoyar contra la mesa.

Metió mi labio superior entre los suyos y pasaba la punta de su lengua repetidamente acariciándolos en medio. Ni siquiera me di cuenta de sus manos agarrándome las nalgas y su rodilla presionando mi sexo a punto de acostarme en su escritorio.

No sé de dónde saqué fuerzas para hacerla a un lado y salir corriendo a una esquina de su oficina para tomar distancia.

- Esto no --tomé las cosas de mi silla-- esto no está bien, lo siento, no sé porque hice eso

Salí de la oficina corriendo al ascensor y cuando se estaban cerrando las puertas ella metió la mano para que se abrieran y poder entrar.

Di un paso adelante y yo me corrí hasta una de las esquinas muerta de susto. Las puertas se cerraron y en lo único que pensaba era en que no fuera a hacer ninguna locura porque iban a vernos por las cámaras de seguridad.

- Yolanda, yo...

- Acá no --le señale con los ojos las cámaras--

El viaje en ascensor más largo de mi vida. Se abrieron las puertas y pase por su lado, pero ella me tomó del brazo para detenerme.

- Hablemos

- No tengo nada que hablar

- ¿Cómo qué no?

- Esto solo fue un error y ya, nunca paso y no vamos a hablar nunca más de esto en la vida ¿ok?

Salí caminando a pasos agigantados, subí a mi carro. Ella abrió la puerta del pasajero y se montó sin mi permiso.

- Yoli, hablemos

- No hay nada que hablar jefa, de verdad olvidemos todo esto ¿sí?

- Yo siento muchas cosas por vos y esto que paso es porque vos también sentís algo, yo sé que sí, tenemos una conexión y no lo podés negar

- Por favor bájate, me quiero ir

- No, no vamos a huir de esto, no voy a permitir que lo hagas

- Melissa... por favor

Colocó su mano detrás de mi cuello y me dio un maldito y delicioso beso el cuál por más que quise no pude rechazar. Hasta que una luz de otro carro que subía del sótano nos interrumpió. Nos separamos a toda prisa y nos deslizamos en las sillas hacia abajo para que no nos vieran.

Cuando quedamos en penumbras nos volteamos a reír como unas adolescentes luego de que hacen una fechoría a escondidas de sus padres.

- Hablemos porfa si, hablemos... no te vayas así

- No vuelvas a hacer eso

- ¿Besarte? está bien no, pero hablemos

- Prométeme que no lo vuelves a hacer

- Te lo prometo --levantando sus manos, una de ellas con los dedos cruzados--

- Es en serio. Porfa, bájate --dije dando vuelta a la llave para encender el motor--

Ella sonrió colocándose el cinturón, mientras presionaba el clutch y la chispa hacia encender el motor.

- Esta bien, te lo prometo, no lo vuelvo a hacer

- ¿Conoces un lugar dónde...

- ... No nos miren cómo bichos raros?, si

- ¿Dónde?

- Mi casa

- Melissa, no en serio. Ni loca haría eso

- Entonces vamos a la tuya

- Menos. No Meli en serio, esto es un error, bájate y lo dejamos así

- ¡¿Qué?! ¿no aguantas un chiste? pensé que tenías mejor sentido del humor, pero está bien, si quieres que hablé en serio ¿te parece si vamos al mirador?

- ¿El mirador? --levante las cejas-- el lugar al que se van las parejitas a....

- No todos van a eso, y nosotras no vamos a hacer nada, solo lo digo porque es un lugar privado donde podemos hablar tranquilas

- Esta bien

Dije aun nerviosa, porque muy dentro de mi estaba segura de que no solo íbamos a hablar. Algo que me confrontaba, pero que a la vez también anhelaba.

---

Tomamos la avenida principal y luego la ruta hacia las afueras, un lugar oscuro y sombrío en el que la gente se reúne a beber, fumar hierba y también a otras cosas que los vidrios empañados no dejan ver.

Ella todo el camino se veía claramente emocionada y feliz, mientras que yo iba con un mudo de pensamientos en mi cabeza que no era capaz de desenmarañar.

Por ser mitad de semana, no había muchos carros. Nos estacionamos lo más lejos que pudimos, a un costado, fuera de las luces del alumbrado público. Lo que menos quería era que nos pudieran identificar o que me vieran sola con otra mujer.

- Listo, hablemos --dije levantando el freno de mano enérgicamente--

Me giré en mi silla apoyándome contra la puerta buscando tomar distancia entre las dos.

- Yoli, no quiero que te sientas incomoda, al revés quiero que seas la misma descomplicada que conozco ¿solo hablemos, pero calmadas sí?

- Jefa, vuelvo a insistir, esto es un error

- Melissa --refuto-- ya te dije que no soy tu jefe, primero soy tu amiga antes que tu jefe

- ¿Amiga? Las amigas no hacen lo que hicimos

- ¿Por qué no? sí vos me gustas y yo sé que yo también te gusto

- Porque yo no sé si soy...

- ¿Lesbiana?

- Si lesbiana o lo que sea. Es la primera vez en mi vida que me pasa esto

- ¿Esto? ¿a qué te refieres exactamente?

- A sentirme así por una mujer

Debi de haber pensado mejor esa respuesta antes de escupirla. Luego caí en cuenta a que se estaba refiriendo solo al beso.

- Ah ok --sonrió-- explícame entonces ¿qué es eso que sientes por mí?

- No sé Meli, no sé. No debí haberte dicho eso, yo no soy así, yo no soy...

Se me salieron las lágrimas, no quería que ella lo notara, así que voltee a mirar por mi ventana hacia la ciudad.

- Te voy a hacer un favor que no me has pedido

Se soltó el cinturón de seguridad, se quitó los tacones y se sentó frente a mi montando los pies en la silla cruzando los pies.

- Mírame --delicadamente me volteo el rostro hacia ella con ternura-- vamos Yoli mírame

Me tomo de las manos, colocándolas entre las suyas para darme tranquilidad y confianza.

- Quítate ese problema de título de encima, porque eso no ayuda en nada. Quiero que veas un panorama diferente, uno donde no tiene que catalogarse como nada

Acarició mis manos con delicadeza y entre cruzamos los dedos

- No tiene nada de malo sentir atracción por otro ser humano, limitar los sentimientos al sexo de una persona es ridículo... es más, te confieso que yo no sé qué soy, si hetero, lesbiana o bisexual o lo que sea, pero con vos la verdad no me importa

Hizo una pausa y sonrió de la forma más tímida y tierna del mundo.

- Yoli, lo único que se en este momento es que vos me atraes de una forma que no puedo resistir, todo mi cuerpo vibra cuando te tengo cerca. Se que lo que paso, te puedes hacer sentir confundida; no te quiero presionar a nada, solo quiero que hablemos y saber que estas bien

Esas palabras derrumbaron la fortaleza de hielo que había construido a mí al rededor para protegerme. La abracé y ella me tomo con fuerza acariciando mi cabello y espalda mientras se me salían las lágrimas.

- Ya muñeca, tranquila, no llores, todo está bien

Nos separamos, ella me limpió las lágrimas con sus manos y me dio un beso tierno en la mejilla.

- ¿Estas bien?

Respiré profundo, exhalé y le di otro abrazo desde lo más profundo de mi alma. Quería decirle muchas cosas, pero no quería que me viera mientras se las decía.

- No, no estoy bien. Vos me reencantas y no puedo dejar de pensar en vos todo el maldito tiempo

Se que estaba sonriendo, aunque no podía verla y sus brazos me apretaron con más fuerza. Me dio un beso e en el cuello y luego se acercó a mi oído.

- ¡Gracias!

- ¿Por qué? ¿si te estoy complicando la vida?

- Por ser tú, por cantar esa canción con tanta pasión y llamar mi atención, desde ese día tampoco he podido sacarte de mi mente

- No me atrevía a decirte nada y me estaba muriendo por dentro, afortunadamente paso lo que paso me encantó, pero no te quiero perder por esto, ni por nada, no quiero que te alejes de mí y entiendo si no...

Le cerré la boca juntando sus labios con los míos y ella sonrió. Nos fundimos en un tierno y romántico beso, nos mirábamos con los ojos dilatados y nos acariciábamos el rostro sonriendo.

- Mel, me encantas, pero no sé si estoy lista

- Mujer, no hay materia en el colegio o en la universidad para esto, solo hay una forma. Vivirlo

- Meli, me da miedo, mucho miedo. No sería capaz de contarle a nadie. No me veo diciéndole a mis amigos o a mi familia que me gusta otra mujer

Me colocó la mano sobre su corazón

- ¿Sientes eso?

- Si --coloque su mano sobre el mío--

Nos abrazamos y reímos como locas. Las dos estábamos asustadas, con un mar de adrenalina haciendo estragos en nuestros cuerpos.

- Yo no te estoy pidiendo que lo hagas, esto es algo entre nosotras, no tiene por qué enterarse nadie

- ¿Vos sos abiertamente...

- Pues declarada, no soy y no creo que lo sea. Es que como te lo dije antes... no es porque seas mujer, es porque sos vos

- ¿Ya habías besado a otra mujer?

- Si

- Yo nunca lo había hecho

- ¿Te sentiste bien?

- Si me encantó, muchísimo y eso fue lo que más miedo me dio

Se me acercó lentamente y nos empezamos a besar con mucha pasión. Sus besos tenían ma combinación de presión, ritmo, intensión y humedad perfectos. Nuestras lenguas jugaban como si hubieran bailado por años juntas y mi cuerpo ya empezaba a reaccionar a otros impulsos.

- Espera, espera... no sé cómo... hacer

- ¿Hacer?

- Si, qué hacer con otra mujer

- ¿Has visto porno lésbico?

Me alcancé a sonrojar y bajé la mirada.

- Ah picarona ¿sí?

- Si, claro

- Olvida todo lo que has visto, porque no se trata de nada de eso. Tú no "tienes" que hacer nada, no dejes que tu mente juegue contigo ¿está bien?

Afirme con mi cabeza.

- Yo no espero nada de ti, solo que seas tu misma

- Maldita sea, ¿por qué me haces esto?

- ¿Qué?

- ¿Clavarte así en mí? ¿Acá adentro? --señalando mi corazón--

Entre cruzamos las manos de frente.

- Porque eres correspondida, porque me encanta tu forma de ser, me encanta tu música, amo tu café, tus ojos, tu mirada, lo nerd que eres, la forma en que hablas... y ahora es peor, porque también soy adicta a tus besos

No más palabras fueron necesarias, nos acercamos entre risas atrayendo las manos, besándonos y acariciando nuestros cuerpos. La respiración agitada y el calor de nuestros cuerpos empañaron los vidrios y dejo de preocuparme que nos vieran.

Ella se pasó sonriendo por el medio de las sillas al asiento trasero y me llamo con su dedo índice.

- Ven acá

- No, ni lo creas, me pones a perder el año, yo sé

Se acomodo mejor acariciando su cuerpo, abriendo las piernas para dejarme ver sus tanguitas levantándose un poco la falda. Acariciándose los senos, mordiendo su labio inferior y pasando su lengua por el contorno de sus labios para humedecerlos.

- Maldita sea, eres tan hermosa

Le dije sacando el teléfono de mi bolso apuntándolo hacia ella.

- ¿Te puedo tomar una foto?

- ¿Con ropa o sin ropa?

- No sea loca Melissa

Tomé más de una y ella poso para mí, de lo más natural del mundo, mientras se sacaba la camisa de la falda y se abría los botones.

- Ay dios, mejor no sigas

- ¿Por qué? ¿No te gusta?

- Todo lo contrario, porque no me aguanto

Me quitó el teléfono de la mano, se hizo a un lado y palmeo la silla.

- Ven acá, quiero una foto juntas

Me pase de rodillas, ella me recibió con un beso, sacando mi camisa del jean, levantándome los brazos. Me dejó encartada con la camiseta en las muñecas y aprovechó para desabrocharme el sostén y liberar mis senos.

- Noooo, no seas tramposa

Ni le importó, fue directo mis senos, los chupó de una forma elegante y sensual, sin agárralos fuerte como lo haría un hombre, acariciando gentilmente con la yema de los dedos.

Me terminé de quitar la camisa y metí mis dedos entre su cabello para que no se detuviera.

- Ahhhh --me tapé la boca evitando gemir más fuerte--

Se me erizó toda la piel y mi entre pierna se hizo mares. Ella mandó su mano atrás para soltar su sostén, subió a besarme y sus pezones rozaron mis senos. Se hizo de rodillas y me los ofreció con sus pezones duritos y puntiagudos, los chupe con la misma delicadeza y bordee su pezón con la punta de la lengua.

- Ahhhh ahhhhh

A ella le importaba un carajo si nos escuchaban, simplemente se dejaba llevar y lo disfrutaba. Abrió sus piernas y me metió la mano en su sexo que estaba mojadísimo. No les miento, en ese momento si me sentí un poco extraña e incómoda, era muy extraño acariciar a otra mujer en su parte íntima y sé que ella lo noto.

Regreso a besarme, me cogió de la cara como en la oficina y me llenó de picos por toda la cara.

- Hijueputa me encantas mamacita ¡me encantas grito!

Se sentó a mi lado y se quedó mirando a la nada con su pecho subiendo y bajando de forma agitada. Agarró el teléfono, estiro su mano y nos tomó una foto sin que se vieran nuestros senos, mientras me daba un beso en la mejilla.

- Guárdala. Guárdala muy bien para que cuando seamos viejitas recordemos este día

Le quite el teléfono y estire la mano apuntando a nosotras.

- Entonces quiero recordarlo mejor

La empecé a besar, levantando y estirando la mano, tomando varias fotos sin saber si estaban quedando bien o mal.

Muertas de risa, me senté a su lado para ver como habían quedado. No solo unos deliciosos besos y lenguas, sino que unos hermosos senos desnudos quedaron plasmados. A ninguna de las dos pareció importarle.

Ella bloqueo el teléfono y lo tiro al asiento de adelante, empezó a besarme hasta llevarme a un extremo. Su mano bajo hasta mi jean, abrió el botón, bajó el cierre y le gemí en la boca cerrando los ojos al sentir su mano pasar hacia mi sexo.

- ¿Qué haces Mel?

- Quiero probarte todita, te quiero para mi

- Mel acá no, vamos a tu casa

- ¿A mi casa? recuerdas que te dije eso en el parqueadero y contestaste que ni loca lo harías

Me levanto las caderas y bajo el jean hasta los muslos.

- Mi casa está muy lejos y yo no aguanto más, te quiero todita para mi

La separé colocándole una mano en el pecho para que me dejara de besar.

- Es que yo nunca, y no sé si...

- No te preocupes, yo sé, si no te gusta paramos

- Está bien

Su carita se le iluminó y me dio un gran beso.

- Relájate, solo déjate llevar ¿sí?

- Esta bien

- Si quieres cierras los ojos

- No ni loca, me excita demasiado verte

Me saco los zapatos y me levanto las piernas para sacarme el jean. Me lleno de besos las piernas y con un juego de miradas sensuales, llevo sus indices hasta los elásticos de mis tangas jugando un poco y quitarlos lentamente.

Yo me avergoncé un poco y cerré las piernas. Ella con una sonrisa y de forma gentil coloco las manos en mis rodillas para abrir mis piernas lentamente para ver mi sexo, pero se sorprendió al ver como una línea de mis fluidos se estiraba como un hilo de un muslo al otro, sus ojos se iluminaron y se pasó la lengua por los labios mientras se saboreaba.

- Ay Mel, me va dar un infarto

- Créeme, todavía no

Riendo pícaramente, mientras me acariciaba los muslos con sus manos y dibujaba lianas invisibles con las yemas de sus dedos muy cerca de mi sexo.

Me retorcía de placer y solo me estaba acariciando, pero sus miradas y su forma de actuar era la que me enloquecía.

Me hizo recostar un poco más, levanto mis pies besando mis tobillos y a cada contacto de sus labios con mi piel me hacía brincar. Los paso por encima de sus hombros, disfrutando el camino a mi entrepierna.