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- Si, mi ama.
- Gracias por lavarme con esa devoción y amor, negrita. Ahora lávate y te secas, que te espero en nuestra cama
- Si mi dueña y señora.
Erika se había adelantado y había retirado el cobertor de la cama, reemplazándolo por otro que encontró en el closet y que es para el uso en el sofa-cama, ya que el primero estaba mojado desde que había descargado sus líquidos orgásmicos. Cuando Nuria terminó de secarse, ya Erika tenía dispuesta la cama para ambas, quienes se metieron debajo de las sábanas y se arroparon para dormir. Erika escogió el lado izquierdo de la cama y se colocó de modo que su espalda iba a quedar pegada al torso de su mujer. Nuria se acostó, pasando su brazo izquierdo por encima de su amante, pegándose lo más posible, acogiendo el cuerpo de la mujer que la había hecho suya esa noche.
Erika se deleitaba ante la maravillosa sensación del contacto de la piel de su hembra y sonreía para sí al repasar todo lo que había logrado disfrutar en una sola noche de placer. Los duros pezones puntiagudos que rozaban su espalda y la mata de pelos que podia sentir contra sus nalgas coronaban su satisfacción. Después de un besito de buenas noches ambas mujeres entraron en corto tiempo en un dulce y muy profundo sueño. El desgaste físico y emocional de aquel día facilitó que ambas hembras durmiesen plácidamente por varias horas.
Amigo lector, amiga lectora, te quiero pedir dos cosas, 1) que me des una calificacion con el numero de estrellas que consideras para este capitulo, y 2) que me des ideas acerca del contenido de los proximos capitulos.
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