Costeñita

- Oigan oigan, esperen que al menos estemos en la carretera

Le colocó una camisa encima para poderlo masturbar y su miembro no perdiera la dureza y para que los carros de los lados no vieran. Una vez tomamos Las Avenida de Las Palmas hacía el aeropuerto deje de verla a ella y por el retrovisor solo alcanzaba a ver la cara de placer de mi esposo.

- ¿Ya cargaste el desayuno amor? --le pregunté--

- Va en camino mi vida --abrió los ojos para responderme--

Ella estaba encantada con su miembro, me confesó antes de dormir que era toda una delicia, el ancho el largo, la dureza y la forma en que lo metía, todo era perfecto. En tan solo un día se había vuelto adicta a el.

Escuchaba como se atragantaba con el metiéndoselo hasta el fondo y veía como Julian agarraba su cabello con una coleta para que no le estorbara. Dejaba caer abundante saliva por la longitud de su miembro hasta su mano y embadurnaba sus testículos, acariciándolos o ayudando a empujar para meterse su miembro hasta la garganta.

- No Karen así no

- ¿Cómo no? --pregunté prestando atención trazando las curvas sin poder ver--

- No se quiere dejar meter un dedito en el culo --respondió ella--

- Ayer nos partiste el culo a las dos y no te vas a dejar meter un dedito, que mal Julian --intervine--

Le soltó las manos y ella se lo volvió a meter a la boca. Regreso su dedo índice a jugar con su trasero, pero esta vez lo hizo con más cuidado y despacito. Espero hasta que lo empezara a disfrutar y cuando se relajó su esfínter aprovecho para empezar a meterlo.

Tuve que prender las luces de parqueo y detenerme en la orilla de la carretera para ver eso. Nunca se me había ocurrido hacerle algo así a mi esposo y quería ver todas sus caras para saber si lo disfrutaba para hacérselo yo misma otro día.

- Oh rayos --cerraba los ojos gimiendo-- oh rayos

Su cara era de placer total y ya hasta movía su cuerpo hacía adelante para que le metiera más su dedo. Ella succionaba tan fuerte que sus cachetes se chupaban hacia adentro, movía su dedito de forma circular y luego lo metía y sacaba de forma apurada.

- Ahhhhhh aaahhhhhhhh

Ella sonreía mientras con el dedo pulgar acariciaba sus testículos para estimular que sacara hasta la última gota que cargaban. Chupaba hábilmente, tragando su desayuno alto en proteínas sin que se le escapara una gota. Le sacó el dedo ante una desfigurada cara de placer de mi esposo y se volteó hacía mi para compartir un poco de su sabor. Nos pasamos el semen de boca a boca y le chupe la lengua como si se tratara de un miembro hasta dejarla limpia.

- Gracias por el desayuno --le dio un beso-- estaba delicioso

Se paso en medio de las sillas para el asiento de adelante dejando a Julian solo para que cogiera fuerzas y se volviera a vestir.

- Ahora si podemos seguir --señaló hacía adelante mirando la hora en su reloj--

Estoy casi segura que por llegar a tiempo rompí unos cuantos límites de velocidad y ni idea si me va a llegar una multa de los radares de velocidad. Afortunadamente alcanzamos a dejarla en el aeropuerto a tiempo.

Antes de abordar el avión, nos dio un fuerte abrazo y no le importó darnos un apasionado beso a cada uno de despedida.

- La pase genial, lastima no haberlos conocido antes

- Nostros también disfrutamos mucho de tu compañía

- Ya saben que los espero en vacaciones en Santa Marta

- Claro que sí, esta misma semana hablamos con la agencia de viajes

- Y yo con mi sex-shop de confianza porque la próxima vez --agarrándole las nalgas a mi novio-- ese culito tampoco se salva

Le dio un beso muerta de risa, se dio media vuelta agarro su maleta y mientras la arrastraba con una mano se despidió levantando su mano sin voltear a mirar atrás, meneando su grande, delicioso y adictivo trasero.

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La verdad es que no le dimos mucha importancia a sus palabras, creíamos que lo había dicho por lo que había pasado en el carro de ida al aeropuerto. Ella no se salía de nuestras mentes y al parecer nosotros de sus pensamientos.

Se nos volvieron recurrentes las video llamadas teniendo sexo mientras ella se masturbaba. Le encantaba pedirme que le chupara el culo a mi novio y se enloquecía aún peor cuando le metía un dedo mientras lo masturbaba y veía explotar su miembro como una fuente de semen.

Eso no se detuvo hasta que con tiquetes en mano le confirmamos que íbamos a ir a visitarla. Pasamos casi un mes sin hablar y faltando dos días para el viaje de reencuentro mientras estaba en el trabajo me hace un video llamada y casi me voy de para atrás cuando la veo desnuda con un arnés y un dildo, masturbándolo con una cara de placer infinita. Para mi fortuna, al menos tenia los airPods y el resto no pudo escuchar, pero igual se me alcanzaron a subir los colores a la cara.

Disimulando como pude me salí a una de las escaleras de emergencia para poder halar con más tranquilidad.

- Que necia eres ¿cómo me vas a hacer esto? ya no veo la hora de ir a probar

- No es para ti --se rio con picardía--

- ¿Ah, no? --junté mis cejas y miré extrañada--

- Esto si es para ti --levantando otro arnés de color rojo y otro dildo--

- Rico, apenas pa que te comamos entre los dos

- Me gusta como piensas, pero no ¿acaso se te olvidó lo que les dije antes de irme?

- Espera... vos... ¿acaso estoy entendiendo mal?

- Para nada --se secó de risa--

- ¿Estás hablando en serio?

- Totalmente

- ¿Vos queres... --me atragante de solo pensarlo--

- Si, quiero que las dos nos culiemos a tu novio

- No creo que él...

- Eso déjamelo a mí, pero no le digas nada. Ah --vuelve su risita de diabla-- y recuerda traer tu camara, vas a querer tener una foto de su cara cuando me ruegue que se lo meta

Se ríe de forma macabra, termina la llamada y cuando llego a mi puesto me toca disimular de nuevo saliendo al baño para poder ver el enlace a un video de YouPorn con un par de nenas vistiendo un arnés, haciendo un trenecito anal con el hombre en el medio y luego como iban cambiando de posición.

Nunca en la vida me habían pervertido tanto la cabeza con un pensamiento y fue imposible no terminar mesturándome en el baño imaginando esa misma escena con nosotros tres.

- Maldita, me dejaste dañada con esto

Adjuntándole una foto de mis tangas mojadas y mis dedos brillantes.

- jajajaja que sea nuestro secreto, los espero pronto

Yo sé que les gustaría leer también de lo que pasó en ese viaje a Santa Marta y no quedarse con la duda de si pudimos cumplir nuestro cometido macabro... pero esa, es otra historia.

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Escrito: Natasha + Agata

Edición: Agata