Mi Mejor Amigo Se Coge A Mi Madre 04

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Nuevamente pasaron unos segundos de silencio, en los que supongo que mi mama se debatía sobre si seguir sus más bajos instintos y chupar la verga de ese joven de preparatoria mientras su hijo de la misma edad estaba "dormido" al lado o mantener un ápice de dignidad e irse a su habitación. Obviamente todos sabemos qué parte ganó.

Tras unos 5 segundos que parecieron una eternidad, empecé a escuchar los sonidos de succión.

No tienen idea del nivel de excitación que estaba viviendo en ese momento. Me sentí como en una de esas películas porno en las que según el esposo está dormido en la cama y el joven amante se coge a la esposa. Solo que esto era real. Y yo no era un esposo, solo era un pobre hijo sumiso y excitado que estaba dejando que su mejor amigo de la preparatoria se follara una y otra vez sin parar a su propia madre y no solo eso, sino que ya había buscado y propiciado circunstancias para permitirlo.

- Aaaahh, así puta -Gemía Kris- Trágatela entera, trágatela.

Entonces escuchaba el sonido de mi madre atragantándose con su enorme verga, para segundos después oír su pesada respiración mientras luchaba por tomar aire cuando el rubio finalmente le daba un segundo de descanso.

- ¿Te gusta mamarla perra?

- Mmmm

Kris entonces le sacó la verga de la boca y pude escuchar el sonido de una bofetada y después cuando le escupió en la cara.

- Te hice una pregunta puta de mierda. ¿No entiendes que si te pregunto algo tu respondes?

- Perdóname papi -Respondió ella casi lloriqueando- No volveré a hacerlo.

- Abre la boca.

Supongo que ella lo abrió. Otro escupitajo.

- Ya me estoy hartando de tener que entrenarte, como sigas con tus pendejadas te mandó de vuelta.

- Perdón papi, perdón, no volverá a suceder.

- Cállate el hocico y lámeme los huevos.

Sentí otro leve movimiento en la cama, que supongo que fue Kris recostándose en la cama para darle vía libre a mi madre para lamer sus ricas bolas llenas de esperma.

Pido perdón por no poder ser más explícito con lo que estaba sucediendo en este momento, pero créanme, yo soy el que peor se siente en este aspecto. ¡No veía nada! Estaba increíblemente excitado, tenía el morbo por las nubes, mi verga iba a reventar contra mis boxers y estuve a punto de venirme sin tocarme. Si no lo hice fue porque estaba seguro que si ocurría, me sería imposible reprimir algún sonido y entonces se darían cuenta de que estaba despierto. No podía hacerlo.

Así que me tocó reprimirme. Pero no tienen idea de lo mucho que deseaba al menos moverme un poco, bajarme los boxers y darle a mi verga un poco de respiro. Estaba loco porque Kris finalmente se llevara a mi madre a otra habitación y se la cogiera. Solo tenía que ser paciente.

Tras unos pocos minutos, Kris tronó los dedos y volví a escuchar los sonidos de mi madre chupándole la verga. Supongo que cada vez que los tronaba era para que cambiara su lugar de placer. Escuchaba los gemidos de placer de ella mientras disfrutaba de ese enorme miembro en su boca y también los pequeños jadeos de Kris porque aunque él la humillara, era un hecho de que disfrutaba del trabajo que ella hacía.

- Sonríe puta.

¡Nuevamente su voz! ¿Estaba grabando otra vez? ¡Que hijo de puta! No saben cómo a día de hoy todavía muero por poder ver esos videos.

- Mírame a los ojos.

Mi hermosa madre, completamente desnuda, con sus tetas al aire, su cabello cayendo sobre los hombros y una enorme verga gruesa y blanca en su boca, mirando directamente a la cámara. Ese video tenía que ser una cosa de escándalo.

- Sonríe Alex -Dijo mi amigo y el ataque de nervios que me invadió hizo que estuviera a punto de moverme por puro autorreflejo. A estas alturas todavía no sé cómo logre evitarlo. Kris comenzó a reírse levemente- ¿Te gusta como tu puta madre me chupa la verga? Estoy seguro que te encanta.

¡El cabrón me estaba grabando a mí! ¡No podía creerlo! ¿Y saben qué es lo peor? ¡Que mi verga casi explota en ese instante! Les doy mi palabra de que pocas veces estuve tan excitado en mi vida como en ese momento y que la muestra de autocontrol que tuve ha sido mi mayor acto de fortaleza desde que tengo uso de memoria.

Me controle, acompase la respiración y seguí haciendo mis mejores esfuerzos por parecer que estaba completa y profundamente dormido.

- Lo vas a despertar -Comentó mi madre en un susurro tan bajo que no supe si era porque realmente no quería que me despertara o porque tenía miedo de lo que Kris le dijera.

- ¿Te di permiso de sacarte mi pito de la boca?

Ella no respondió, simplemente volvió al sonido de succión acompañado por sus gemidos de placer.

- Te voy a decir lo que voy a hacer. Voy a tomar a tu madre, la voy a llevar a su cuarto y me la voy a coger como la puta que es. Después me voy a venir dentro de ella y te voy a dar un hermanito. ¿Te gustaría tener un hermanito como yo? Así podría tratar a tu mamá como mi puta en frente de ti.

Quería gritar. Quería gritar muy fuerte. Mi madre no decía nada, seguía chupando su verga y gimiendo como una auténtica zorra y yo quería gritarle que se callara. Pero no podía. Porque además de gritar quería masturbarme y venirme viendo su hermoso cuerpo atlético mientras se cogía a mi madre. Quería pedirle que por favor ya saliera de la habitación, se la cogiera y se corriera donde quisiera, pero que me permitiera ver y masturbarme mientras lo hacía.

Al final, como buen chico, me mantuve en silencio.

El sonido de succión siguió durante unos minutos hasta que Kris finalmente cumplió mi deseo.

- Agarra tus cosas y vete a tu cuarto perra. Espérame abierta de piernas.

- Si papi -Contestó de manera sumisa.

Le siguieron el sonido de sus pasos mientras salía de la habitación y se dirigía al suyo.

- Nunca pensé que haría esto -Dijo Kris susurrando para sí mismo- No puedo creer que no te despertaras cabrón. Me estoy cogiendo a tu pendeja madre enfrente de ti y tu dormido bien chingon.

Aún hoy en día me preguntó si estaría grabándose mientras decía esas cosas. Supongo que nunca lo descubriré.

- Pero bueno, ya tengo a esta perrita bien entrenada, solo hay que seguir dándole leche para que aprenda quien es su dueño.

Esas fueron las últimas palabras de Kris antes de que saliera de la habitación. Estuve a nada de pararme en ese mismo momento, pero decidí esperar. Si salía rápido la iba a cagar, corría el riesgo de que me escucharan o de que aún estuvieran poco concentrados en "la acción" y se pudieran dar cuenta de movimientos extraños. Así que en contra de mis deseos, me quedé quieto unos tres minutos más. ¿Cómo sé que fueron tres? Porque para relajarme me puse a contar los segundos.

No fue hasta que empecé a escuchar los gemidos de mi mamá (más fuertes de lo normal, pero su descaro ya no me sorprendía) y el sonido de los huevos de Kris chocando en el culo de mi madre que supe que era el momento de levantarme.

Rápidamente me puse de pie y noté que los dos se habían llevado su ropa (Tampoco estaban los boxers de Kris) y que él había dejado su celular en el buro. Lo que significaba que esa cogida no la iba a grabar o que se había conformado solo con la mamada y con el hecho de que yo estuviera "dormido".

No quise perder más el tiempo y volví a mi lugar en las escaleras donde gracias a la ventana del baño tenía la vista completa de la habitación de mi madre. La cosa estaba un poco más oscura que la última vez, pero entre la luz que se colaba por la ventana y que mi vista se había acostumbrado, podía ver las siluetas moverse perfectamente.

Ahora entendía porque los gemidos de mi madre se escuchaban más fuertes de lo normal. Ella estaba apresada contra la pared; Kris, más alto y fuerte que ella, la estaba embistiendo por detrás. tenía su antebrazo en la nuca de mi madre, asegurándose de que su cabeza quedara aplastada contra el concreto. Otra manera de someterla y humillarla, de hacerle saber que no era importante. He aprendido sobre las intenciones de Kris en estos tiempos y eso es lo que le gusta.

Quiere que mi madre sepa que no es más que una puta, un agujero que depende de su enorme verga para sobrevivir. Él la embestía con fuerza y el sonido de sus carnes al chocar era sumamente excitante. Yo evidentemente no perdí el tiempo y me quite los boxers para que mi verga por fin pudiera respirar a gusto, aunque no me masturbe de manera intensa porque sabía que si lo hacía, después de todo lo que había presenciado esa noche no tardaría en correrme y mi amigo apenas estaba empezando.

- ¿Te gusta ser usada puta?

- Me encanta papi.

Sus voces eran susurros que en cualquier otro lugar de la casa no podría haber escuchado, pero donde estaba podía.

- Más fuerte, no te escucho.

- ¡Me encanta papi!

- Quiero que tu hijo te escuche perra. ¿Te gusta ser usada? ¿Te gustó darme una mamada mientras tu pendejo hijo estaba dormido detrás de mí?

- ¡Me volvió loca papi!

- Buena puta. ¿Qué hubieras hecho si se despertaba?

- Na- ¡Nada! Le habría dicho que soy tu puta y que no puedo evitar ser adicta a tu verga.

- ¿Me la hubieras seguido chupando verdad perra sucia?

- ¡Si papi! ¡Dios! ¿Cómo es que la tienes tan grande?

Kris soltó una risa y la apresó con más fuerza contra la pared al tiempo que mi mamá soltaba un pequeño grito. Podía ver sus tetas aplastarse mientras mi amigo la mantenía inmovilizada con ambos brazos.

Desde atrás lo mejor que podía ver era el culo blanco de mi rubio mejor amigo mientras se movía de la manera más sexy que jamás podía imaginar.

Hacia movimientos de actor porno. Variaba por minutos, en ratos se la sacaba lentamente solo para empujarla de un golpe fuerte, en otros solamente movía la cadera, de arriba a abajo y a los costados, como si estuviera bailando, pero cada vez que lo hacía mi madre soltaba gemidos más fuertes. Era claro que eso golpeaba un punto dentro de ella que la llevaba hacia el siguiente nivel.

- Papi, ¿Puedo venirme? ¡Por favor!

Kris se empezó a reír. Aun con esa risa juvenil de alguien que sigue en la preparatoria y que disfruta de saber que tiene a una mujer que perfectamente podría ser su madre a su entera disposición.

Sin dejar de moverse le respondió.

- ¿Necesitas venirte puta?

- ¡Por favor papi! ¡No puedo soportarlo más!

- ¿Sabes que vas a manchar mi verga con tus jugos verdad?

- ¡Si papi! ¡Perdón!

La perfecta y joven musculada espada de Kris se arqueó hacia atrás mientras estiraba los brazos como si de un cristo se tratara. Empujo la cintura y clavó su verga en lo más profundo de mi madre al momento que esta empezó a gritar tan fuerte que tuvo que ponerse una mano en la boca porque ya lo suyo era no tener ninguna vergüenza.

Ustedes que están leyendo esto. Si hubieran estado dormidos se hubieran despertado. Mi madre había perdido el sentido común.

Mi amigo empezó a reírse mientras mi madre se retorcía.

- Que pinche mojada estas perra.

En ese momento le saco la verga y pude verla casi brillar a causa de los jugos con que mi señora madre la había empapado. Su verga era enorme y podía jurar que estaba más hinchada de lo normal. Tal vez el morbo de la situación lo había puesto, si era posible, más cachondo, y eso repercutía en que su pene era un auténtico monstruo. Yo tenía el mío que podía masturbarlo con una sola mano y no podía sino sentir envidia. Los jugos le escurrían hasta los huevos que colgaban con gloria como frutas de un árbol.

El chico dejó que su puta se cayera al piso mientras caminaba como un Dios hacia la cama, sentándose en la orilla. Acto seguido le tronó los dedos.

- Límpiame la verga puto trozo de mierda. Y dame las gracias por hacerte venir.

- Si, si papi -Respondió ella entre jadeos y con la respiración entrecortada. No estoy seguro de cuántos años hacía desde que había tenido un orgasmo así de intenso, pues en ocasiones pasadas mi mejor amigo no le permitió venirse- Gracias, gracias de verdad.

¿Iba a echarse a llorar? ¿Así de bueno había sido?

- ¡Más fuerte! Quiero que Alex te escuche.

- ¡Muchas gracias papi!

Su voz dejó de ser un susurro. Kris tronó los dedos como un dueño se los truena a su perro para que se acerque. Su verga completamente dura miraba al techo.

- Chingale que todavía no acabo contigo. ¿Qué estás esperando?

Ella gateó rápidamente hacia la cama y no tardó ni un segundo en engullir su miembro. Intercambiaba entre chuparlo por completo y lamerle los huevos y el grueso tronco. Todo con tal de limpiar sus propios jugos del cuerpo de su joven amante.

- ¿Ya te cansaste putita?

- No.

Le dio una cachetada.

- Pregunte si ya te cansaste.

- ¡No papi!

Otra cachetada, esta vez con el torso de la mano en la otra mejilla.

- No te escuche. Te estoy preguntando si ya te cansaste puta de mierda.

De verdad, ¿Cómo podía comportarse así? ¿Cómo podía tener esa actitud? ¿Cómo es que era tan macho y dominante? Kris iba a la escuela conmigo. Almorzaba conmigo. Jugaba fútbol conmigo. Me pedía la tarea o me la pasaba. Jugaba FIFA y veía series conmigo. ¿Cómo demonios podía tener esa personalidad oculta? ¿O es que siempre había sido así y yo simplemente no lo veía? ¿Como yo no era mujer, yo no me daba cuenta? ¿Es que cuando iba a coger de repente se transformaba en otra persona? No lo entendía. De ninguna manera lo entendía. ¡Tenía mi edad! No lo comprendo. Pero a mí no me toca entenderlo. Me toca platicarlo.

Tan joven, masculino y dominante como era, le dio otra cachetada a mi madre y cuando pensó darle otra, ella cerró los ojos y volteo la cara. Kris soltó una carcajada.

- ¡Mírame!

Mi mamá abrió los ojos y lo miró. Kris lentamente se le acercó con una sonrisa en el rostro. Podía ver sus dientes brillar en el espejo de enfrente de la cama. Mi madre parecía hipnotizada por sus ojos verdes.

¿Kris finalmente iba a besarla? ¿Después de una semana de cogerla y humillarla finalmente la iba a besar?

Por supuesto que no.

Acercó sus labios a los de su amante, pero en lugar de besarla, echó la cabeza hacia atrás y le escupió en la cara. Después le dio una cachetada antes de que pudiera reaccionar.

- No me vuelvas a voltear la cara hija de tu puta madre. Acuéstate y abre las piernas.

- Perdón papi.

Respondió ella nuevamente de manera sumisa y sin absolutamente ninguna dignidad. Acto seguido hizo lo que le dijo. Se acostó en la cama y con sus manos mantuvo sus piernas abiertas. Kris se subió a la cama, podía ver sus abdominales perfectos contraerse mientras se acomodaba en frente de ella.

Casi casi podía ver como su verga palpitaba. Mi amigo la tomó con su mano, la colocó en la raja de mi madre y la pasó de arriba hacia abajo mientras ella echaba la cabeza hacia atrás y se entregaba al placer.

Él se burló de ella.

- Que mojada estás.

Entonces se la clavó de golpe y mi mamá puso sus manos en su boca para ahogar un grito. Tener de un golpe esa enorme serpiente de un solo ojo hasta lo más profundo de su vagina debía ser sin duda doloroso.

- Que pinche mojada estas. ¿Te encanta esto verdad? Si, te vuelve loca... Te enloquece ser una puta... Te enloquece ser la puta de un menor que tú... Del amigo de tu hijo... Te encanta que te degrade y te trate como lo que siempre has sido... Una zorra sin dignidad... Esto es lo que siempre has querido... Es lo que siempre has deseado... Este es tu lugar... Para esto sirves...

Kris no dejaba de hablar y no la dejaba responder. Cada pausa que hacía era seguida de una embestida poderosa. Sacaba su verga lo más que podía, hasta que la cabeza se asomaba y entonces la volvía a meter hasta el fondo de un golpe.

Mi "querida" madre estaba desquiciada, completamente vuelta loca por el placer que sentía como para siquiera intentar responder. Sus manos únicamente servían para impedir que sus gritos no los escucharan los vecinos. Yo a esas alturas era lo de menos.

Yo no sabía cuánto más iba a poder evitar correrme sin siquiera tocarme hasta que vi la cara de Kris.

Y en ese momento fui como mi madre. Me puse una mano en la boca para que ellos dos no pudieran escuchar mi grito y mi gemido de placer mientras mi pene explotaba y empezaba a soltar descargas de mi esperma en el piso de la escalera.

Fue la cara de Kris.

Su rostro era precioso, ya se los he dicho, es guapo y sus ojos verdes encandilan, pero no fue eso.

Fue su sonrisa lo que me hizo correrme. Era una sonrisa de malicia. Una sonrisa de suficiencia. Una sonrisa de completa superioridad.

Él sabía que era superior a mi madre. Sabía que era más que ella. Es como si él fuese un humano y ella un simple animal. Él era un Dios y ante él, abierta de piernas y con su verga adentro tenía a una esclava que no servía para absolutamente nada, excepto para complacerlo. Esa sonrisa era digna de un hombre que sabe que lo tiene todo. Que lo merece todo. Que es un Dios y se sabe en control total de la situación. Podía hacer lo que quisiera con mi madre y ella siempre le diría que sí.

Yo no pude ver esa sonrisa y soportar las ganas de venirme.

Cuando finalmente terminé y pude volver a ver lo que estaba pasando, Kris tenía sus dos manos en las piernas de mi madre, manteniéndolas abiertas mientras él miraba al techo, nuevamente con aires de suficiencia y superioridad. Su cabello rubio, largo hasta el cuello, caía con gracia detrás de su espalda y él se lo acomodaba con las manos para que no le molestara.

Mi madre por su lado, más sexy y patética no podía verse. Así es, ambas cosas a la vez. Estaba acostada con su joven amante manteniendo sus piernas abiertas, con una mano en su boca para evitar gritar y "despertarme" y con la otra aferrada a la cama, como si esto impidiera que se cayera. Sus tetas, grandes, perfectas y redondas rebotaban con cada embestida de arriba a abajo en un va y ven increíblemente sexy. Me vi por un segundo viniéndome en esas tetas. Lo sé ¿Verdad? No tienen que decírmelo.

Sus pezones estaban parados y pedían a gritos ser estimulados, pero Kris no lo haría, él no estaba ahí para hacer eso, así que por un momento quiso hacerlo ella misma. Mando su mano libre y se apretó el pezón de su teta derecha, pero en un segundo Kris le quitó la mano de un golpe y la empujó a un lado.

- No te tocas si no lo ordenó puta.

- Perdón papi -Le respondió entre gemidos.

La vista era simplemente espectacular y me di cuenta que mi erección no se bajaba. Así que en nada me estaba masturbando de nuevo.

El cuerpo de Kris de frente era espectacular, con sus abdominales y sus pectorales marcados y brillantes por el esfuerzo y el sudor. De vez en cuando se pasaba la mano por el abdomen como si estuviera modelando y era super sexy.

Eso sí, de espaldas la cosa no era menos. Gracias al espejo podía ver su trasero redondo moverse al ritmo de sus embestidas y sus enormes huevos meciéndose de lado a lado. Su verga entraba fácilmente dentro de la chocha de mi madre que de vez en cuando hacía un sonido de humedad que todos conocemos tan perfectamente. Yo lo conozco por Kris y por el porno, pero si ustedes han tenido sexo saben de lo que estoy hablando.

Tras unos minutos, mi amigo se acostó completamente sobre mi madre, colocándole las piernas en sus hombros y llegando tan profundo que aun con una mano en la boca mi madre soltó un alarido de dolor y placer. ¡Dios! ¡El espejo era mágico! ¡Veía la verga de Kris por completo dentro del culo de mi madre y sus huevos chocando con su vagina!

No sé si a ustedes les prende tanto como a mi esa posición, pero era un nivel de erotismo que no fuera posible.

Kris de repente empezó a moverse más rápido y tomó las manos de mi madre con las suyas, apresándolas contra la cama. Ella quiso evitarlo por un momento, pero la fuerza del chico era muy superior a la suya.

- Gime perra -Dijo Kris con una sonrisa de suficiencia- Quiero que Alex te escuche.

(Si él supiera dónde estaba yo en ese momento)

- ¡Grita! -Le repitió al momento que empezaba a moverse más fuerte, más rápido y el espejo me hacía venirme una segunda vez.