Mi Mejor Amigo Se Coge A Mi Madre 04

Ella no le contestó, en cambio su respuesta fue empezar a gemir como una maníaca sin ningún reparo. No sé si lo hizo a propósito o es que no podía evitarlo, pero no se estaba reprimiendo. Sus gemidos y jadeos se escuchaban super fuerte y me pregunté si Kris realmente quería que me despertara.

¿Para qué? ¿Quería comprobar que hacía? ¿Si me enojaba? ¿Si me peleaba? Me doy cuenta que en ese momento yo era muy tonto. Aun lo soy, pero en ese momento más.

Eso sí, no le daría el placer, al menos no en ese momento, no fingiría despertarme para encararlo, en cambio seguiría disfrutando de ver esa enorme verga entrar y salir del mismo agujero por el que yo había nacido.

Kris entonces cambió de posición una vez más, obligando a mi madre a arquear la espalda y ponerse en cuatro. No tardó ni dos segundos en que ya tenía otra vez su pito hasta el fondo y la estaba haciendo morder la almohada para no gritar. Le dio una nalgada horrible y fuerte.

- ¡Te dije que gimas a gusto puta! -Otra nalgada- Este culo es mío. ¿Quién es mi puta?

- ¡Yo papi!

- ¿Quién es mi perra?

- ¡Yo papi!

- ¿Quién quiere que la preñe?

- ¡Yo papi! ¡Dios mío por favor córrete adentro!

Él se recostó sobre la espalda de mi madre para hablarle al oído.

- Un día te voy a preñar, pero no hoy. Abre la boca.

En ese instante Kris salió de la chocha de mi madre y se puso de pie encima de la cama. Supe que era el momento en que tenía que levantarme e irme a mi cuarto, pero no pude, quería ver más. Necesitaba saber si Kris la intentaría humillar de otra manera con su leche justo como lo hizo la tarde anterior. Y así fue.

Su enorme verga blanca empezó a disparar chorros de leche mientras Kris gemía como un macho, en voz baja y casi gritando, pero, aunque mi madre estaba de frente con la boca abierta, él volvió a apuntar abajo, aunque su objetivo esta vez no fue el piso o las sábanas como la última vez, sino que apuntó directo a sus pies. Me di cuenta que le costó trabajo bajar tanto y tuvo que inclinarse, porque su verga además de ser bastante grande, apunta hacia arriba, entonces no era como simplemente desviar y venirse de lado, sino que tenía que intentar que el esperma fuera hacia abajo. Lo logró un poco, aunque mucho de su semen cayó en las sábanas y sus gruesas, fuertes y lampiñas piernas.

Entonces él puso su pie derecho sobre la cabeza de mi madre y la pisó con fuerza contra la cama, empujándola contra el pie donde había caído la mayoría de su esperma.

- Limpia puta.

- ¡Si papi! ¡Gracias! ¡Te amo! ¡Dios mío, te amo!

Las palabras de mi madre salían apenas mientras su boca estaba pisoteada contra el pie de su amante. ¿En serio le estaba diciendo que lo amaba? ¿Lo decía en serio? ¿Pero qué carajo estaba mal con esa mujer? Se los juro que a día de hoy no lo entiendo.

Mi madre empezó a lamer el pie de Kris y yo estaba hipnotizado viendo como lo hacía. Sabía que tenía que irme, pero no podía.

Cuando ella terminó de lamer su bebida favorita, el semen de mi mejor amigo, un chico que apenas tenía dieciocho años, directamente de sus pies, él la jaló del cabello para que le lamiera las piernas.

- También límpiame los huevos y la verga de tus putos jugos. ¿Te volviste a venir verdad perra?

- Perdón papi -Balbuceo mi madre como una completa estúpida mientras seguía lamiendo como si fuera un perro. Bueno, realmente era una perra.

- Está bien, has sido una buena puta. Dame las gracias.

- Gracias papi.

- ¿Gracias por qué?

- Gracias por cogerme. Y por dejarme venirme. Y por darme tu lechita muchas gracias papi.

- Buena puta. Mañana no desayunes. No te hace falta.

- Si papi.

- Y tienes prohibido usar ropa interior mientras yo esté en esta casa. Quiero ver tu panocha cuando pueda y cogerte si se me antoja.

- Si papi -Repitió de manera sumisa.

¿Eso era en serio? ¿Mi madre iba a dejar de usar ropa interior si Kris estaba en la casa? ¿Y yo qué? ¿Ya no importaba? Cabrón, todavía soy su hijo y a ella le vale madre y prefiere a su amante... Es que ya ni le preocupaba ocultarlo... En fin, no tiene sentido que le dé vueltas a preguntas a las cuales hoy en día ya conozco sus respuestas.

Mi mamá terminó de limpiar la verga de Kris, pero como buena puta, seguía chupando y lamiendo mientras mi amigo tenía una sonrisa de oreja a oreja y disfrutaba. Se le estaba volviendo a poner dura, pero él sabía poner los límites. Agarró a mi madre del cabello, la miró a la cara y le escupió otra vez. No podía creerlo.

- Buena puta. Igual mañana te usó de nuevo.

Vi que Kris se dirigía a agarrar los boxers que había dejado en el buro de mi madre y me di cuenta de que yo era un pendejo. ¿Qué chingados hacía todavía ahí? ¡Tenía que volver a mi habitación ya! Kris solo tardaría 10 segundos en estar de vuelta en la cama conmigo.

Tome mis boxers y con ellos en la mano baje lo más rápido que pude las escaleras sin hacer ruido. Me metí a mi cuarto, dejé la puerta entrecerrada tal como la habían dejado ellos y me metí en la cama. Por un segundo sentí pánico de que Kris me viera por el pasillo, pero por suerte escuché el sonido del baño. Antes de volver a la cama había pasado al baño a lavarse la cara.

Me metí a la cama pero antes de poder ponerme los boxers, Kris abrió la puerta de la habitación. Me dio un pánico gigantesco. Estaba nervioso y pensé que estaba temblando.

Me volví a hacer el dormido de lado, intenté calmar la respiración, pero no sé si lo logre. tenía la piel de gallina y pensé que me daría un ataque de nervios. Por suerte parece que Kris no noto nada. Sentí cuando se metió a la cama y entonces respiré hondo. Todo estaba bien. Solo tenía que esperar a que se durmiera y entonces podría ponerme los boxers... ¡Y mi semen! ¡Se me había olvidado limpiar la escalera!

Les juro que me quería morir. Estaba aferrando mis boxers en mi mano con fuerza. Mi pene ya se estaba poniendo flácido, pero tenía las bolas levantadas de los nervios.

Pasaron dos o tres minutos, pero no sentí que la respiración de Kris se acompasara, así que seguí esperando, hasta que se empezó a mover y casi grito.

Kris se movió hacia mí, se acercó a mis espaldas (Yo estaba de espaldas a él "durmiendo" de lado) y se me acercó muchísimo.

- Alex, ¿Estás despierto?

No respondí. No podía saber que estaba despierto. Igual si veía que no, entonces se dormiría y me dejaría en paz.

Kris se acercó todavía más a mí y sentí su pecho contra mi espalda y su verga contra mi culo. ¡¿Por qué estaba tan cerca?! ¡¿Por qué me la estaba arrimando?! Me iba a dar un infarto. ¡Yo estaba completamente desnudo! Podía sentir su bulto, la cabeza de su verga un poco húmeda contra mi culo y empecé a rezar que él no se diera cuenta de que yo no tenía nada puesto.

- Alex, despierta -Dijo mientras movía mi hombro.

En ese momento me di cuenta de que no podía hacerme más el dormido, así que lo único que me quedaba era implorar a Dios y hacerme como el que me despertaba.

Afloje la voz y bostece a propósito, intente poner voz de idiota como recién levantado y le respondí.

- ¿Eh? ¿Qué pasó Kris?

- Despierta, te quiero preguntar algo.

Los niveles de pánico ante cualquiera que pudiera ser su pregunta se dispararon. Sentí la adrenalina en mi cerebro y la cabeza me daba vueltas. ¿Lo peor? No podía dejar de pensar en su pene. Sentía el calor de su pecho desnudo contra mi espalda, pero lo más importante era su bulto, esa enorme verga que hacía nada se estaba cogiendo a mi madre ahora la tenía pegada contra una de mis nalgas.

Estaba tan excitado por la idea que ni se me ocurrió decirle que se moviera y me quede como una estatua, acostado tal y como estaba, incluso para responderle. Además, obviamente me daba miedo moverme y que se enterará que estaba desnudo.

- ¿Qué quieres Kris? Es tarde. ¿Qué hora es?

- 10 para las 3.

¿Cuánto tiempo se había estado cogiendo a mi madre? ¿Una hora?

Kris se acomodó un poco y su verga se movió por todo mi culo. Dios, por poco y grito. Que excitado estaba. ¿Es normal que en ese momento hubiera querido ser mujer para ver que se sentía tener esa verga dentro de mí? ¿Es normal? ¿Estoy enfermo? ¿Ambas? No sé, no tengo idea, no quiero saberlo, lo que si se es que en ese instante solo podía pensar en bajarle los boxers y deslizar esa polla dentro de mi agujero.

Sentí envidia de mi madre. Ella podía ser la puta de Kris y yo no.

Pero bueno, volviendo a lo nuestro intente hacerme el enojado para hacer realista mi reacción al hecho de que mi amigo me "despertara" en medio a la noche.

- Son las 3 de la mañana -Dije intentando sonar molesto y somnoliento- ¿Qué quieres Kris?

- Necesito un consejo. ¿Te puedo preguntar algo?

- ¿No puede esperar?

- No, lo necesito ahora.

- Si pues... Dime.

- Una puta que me estoy cogiendo me está mandando mensajes.

Volví a intentar sonar enojado para darle realismo a mi actuación.

- ¿Y eso no podía esperar a mañana?

- Quiere que me venga dentro de ella y que la preñe. ¿Qué piensas?

- ¿Quiere que la embaraces? (¿Estaría hablando de mi madre?)

- Si, ¿Qué piensas?

- N-no... No lo sé.

Realmente no lo sabía y se los juro que sentía que su verga se estaba poniendo dura contra mi culo. Era en lo único en que podía pensar.

- Yo tampoco, por eso te quería pedir consejo.

- ¿Quieres ser padre?

- No mames pendejo, no me voy a hacer cargo del niño, ella ya sabe. Solo quiere que la preñe porque es una putita que quiere ser madre. Y pues estoy guapo.

- Osea, ¿La vas a embarazar y a la verga? ¿Tendrás un hijo y no te va a importar?

- Efectivamente. Es que ella no deja de rogarme como pinche puta que la preñe y que me venga adentro de ella. Y a mí me vale madre la verdad, no me importaría ir regando mi semilla por ahí ¿Sabes? Igual es lo que tengo que hacer.

- Estas pendejo -Fue una respuesta en automático.

- Ya sé, por eso te pregunto.

- Verga wey, pues como quieras.

Kris volvió a acomodarse contra mí y por un segundo su verga atrapada dentro de su bóxer estuvo en medio de mis nalgas. Luego volvió a estar en una de ellas, pero por un breve segundo la sentí justo en medio y Dios mío. Estoy loco.

Acercó su boca a mi oreja y me susurro.

- Necesito un consejo carnal, ¿Qué le digo?

¿De verdad necesitaba acercarse tanto para esto? No tengo idea, pero yo no me iba a quejar. Se me iba a poner dura otra vez. Benditos 18.

- Pues si ella quiere y no va a cambiar tu vida... Pues yo creo que sí. Tal eso necesita, si quiere tener un hijo tuyo para ser feliz, pues hazla feliz.

- ¿Seguro?

En serio, ¿Estaba hablando de mi madre? Se los juro que no tenía idea.

- Pues sí, ¿No? Yo que se Kris. Ella quiere, tú quieres, préñala a la verga. Es tu labor de macho -Esa no fue respuesta automática, si pensé que quería que la palabra "macho" saliera de mi boca para referirme a él mientras me escuchara.

Y si, me valía verga de quien estuviera hablando.

- Entonces le diré que sí. La voy a preñar solo con la condición de que no me moleste.

- Exactamente.

- No me puedo amarrar a una sola puta.

- Eso es. Tienes que cogértelas a todas -Solté una leve carcajada, y él, con su boca casi en mi oreja, también empezó a reírse.

- Tú también eres una buena puta.

Me dijo eso dentro de "nuestro desmadre" de amigos, ya lo habíamos hecho antes, pero obviamente, mientras su verga estaba pegada a mi culo y su boca casi en mi oreja, el contexto parecía diferente.

Intenté no darle importancia, aunque mi verga ya estaba dura. Yo la suya no se si estaba dura, pero se sentía enorme.

Yo seguí con el desmadre, pero fui más allá porque estaba loco en ese instante.

- Gracias papi. Ahora déjame dormir.

Kris se alejó y por un momento me sentí triste. Dejar de tener ese enorme bulto caliente contra mi culo me puso realmente triste. Quería seguirlo sintiendo. Quería tenerlo. Ya se. Según yo no soy gay, Pero ¿yo qué sé? A estas alturas de mi vida yo ya no sé nada y no me importa.

Kris me agradeció y ahora es cuando yo me ahorro detalles porque este es el relato más innecesariamente largo que he escrito y no me imagino que nadie llegue hasta aquí.

Esperé media hora para estar 100% de que Kris estuviera dormido. Me pare de la cama, me puse mis boxers, fui al baño por papel y me dirigí a limpiar mi leche del piso de la escalera.

Cuando termine de limpiar me gire para levantarme y tirar el papel, pero lo único que hice fue toparme con un enorme bulto blanco de frente.

Kris estaba de pie detrás de mí. Al girarme su bulto atrapado en su sexy bóxer Calvin Klein estaba a la altura de mi cara.

¿Cuándo se había levantado? No lo escuche...

Mi corazón comenzó a latir a 10 mil revoluciones por minuto. El pánico se apoderó de mi persona y pude sentir como el sudor frío comenzaba a recorrerme la espalda.

Me vio fue lo único que pude pensar completamente aterrado.

Estuve en silencio varios segundos, con el papel lleno de mi semen en la mano, incapaz de decir absolutamente nada... Hasta que Kris se inclinó sobre mí y rompió el silencio.

- ¿Qué estás haciendo, Alex?

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Pasaron otras cosas esa mañana. Pero se las cuento otro día. Y ojalá en un relato que no sea de no sé cuántas páginas le van a salir a este.

Gracias por leer hasta aquí. ¿Qué piensan? ¿Les gusta? ¿Estoy loco? ¿Demasiado texto y contexto? No sé, pero gracias por leerme.

Por cierto, si les gusto califiquen la historia, me haría mucha ilusión puesto a sacar algo bueno de todo esto. Igual a los capítulos anteriores. Ah, y por favor sigan comentando y mandando sus comentarios al autor. Fue precisamente ver en mi correo muchas de sus respuestas y peticiones de que siguiera esta historia lo que me hizo continuarla.

En fin. Tengan una buena noche y una buena venida. Kris al menos las tiene.